Recientemente, Alfredo Pérez Rubalcaba comentaba a un grupo de diputados que el Gobierno hace bien en aceptar algunas recomendaciones de Bruselas para acceder al rescate del sistema financiero, pero que de ahí a que sea la ‘troika’ la que diseñe el nuevo mapa bancario español, tendría que mediar un abismo. Pues las cosas no están tan claras como las quiere pintar el secretario general del PSOE porque la UE va a decir y mucho en el nuevo mapa bancario que se avecina.
Fuentes gubernamentales informan que, además de los análisis efectuados por Oliver Wyman y Roland Berger, técnicos de la Comisión Europea, de la Autoridad Bancaria, expertos de la comisaría de Competencia, del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional, escudriñan desde hace semanas los balances de las entidades españolas con el objetivo de que las condiciones que se impongan al Gobierno en el memorando que ahora se elabora para acceder al rescate bancario, sean lo más precisas posibles y también las más adecuadas a la situación.
Las mismas fuentes confirman que tanto Oliver Wyman como Roland Berger continuarán trabajando entidad a entidad durante el verano, a partir de los informes que les ha suministrado el Banco de España y en paralelo a las auditorías que elaborarán algunas firmas como Deloitte, KPMG, PwC y Ernst&Young.
Examen final de los 'hombres de negro'
Es evidente, aseguran fuentes de Economía, que el examen que realmente valdrá al final será el de la ‘troika’ comunitaria, amparada en su trabajo por un mandato del Eurogrupo para evaluar la situación real de la banca española.
Las condiciones que la ‘troika’ impondrá se dividirán en dos partes. La primera afectará a los bancos necesitados de recapitalización pública, en particular Bankia, NovaGalicia y Cataluña Caixa. Pero también habrá exigencias para el resto del sector a través de una regulación bancaria mucho más estricta que afectará a las tareas de supervisión del propio Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. El borrador del memorando se conocerá antes del mes de agosto, pues cuando esté totalmente terminado deberá discutirse con los ministros de Economía de la zona euro y, posteriormente, en el Eurogrupo.
En fuentes gubernamentales se da ya como seguro que el mecanismo elegido para recapitalizar a la banca sea el Fondo de Estabilidad que ahora está operativo, para más tarde pasarse al futuro Mecanismo Permanente de Estabilidad, conocido como Mede. El objetivo del Gobierno español en las negociaciones que mantiene con la ‘troika’ es conseguir que no se le cierren los mercados y para ello tendrá que desactivar la prevalencia que el Mede concede a sus acreedores en el cobro de la deuda. Es un asunto que escuece especialmente a algunos países, entre ellos Finlandia, por lo que es probable que este país exija a España una garantía colateral para convertirse, después del FMI y del Mede, en acreedor prioritario.
Tanto el rescate bancario como la relajación del calendario para llegar al 3% de déficit están vinculados por Bruselas al cumplimiento estricto por parte de España de una serie de condiciones entre las que figuran la subida del IVA, el adelanto temporal del retraso de la edad de jubilación, la reforma del seguro de desempleo y la introducción de nuevas tasas medioambientales.