¿Qué imagen tiene RTVE? Esa es la pregunta que quiere responder la radio-televisión pública. La corporación ha puesto en marcha una licitación para buscar una empresa que haga una investigación en profundidad de la imagen e identidad del grupo “en un año de especial relevancia y marcado por la pandemia de covid-19”, reza la documentación consultada por Vozpópuli.
La corporación explica que “además de las líneas básicas investigadas en ediciones anteriores, y de manera complementaria a las fuentes con las que ya cuenta el mercado, se pretende incluir una batería de preguntas para poder evaluar la aceptación, el grado de calidad y la valoración de algunas de las marcas que conforman el universo RTVE para este nuevo ejercicio”.
RTVE recuerda que este tipo de investigaciones se hacen de forma recurrente y sirven “para aumentar el conocimiento de los hábitos y experiencias de consumo de los usuarios, así como la valoración que los mismos hacen del servicio prestado".
También -añade- "para testar su opinión sobre la oferta de contenidos audiovisuales en España, y más en particular, de aquellos distribuidos a través de RTVE en sus distintos ámbitos de actuación”.
El contrato está valorado en 50.000 euros y los interesados, que deben acreditar al menos tres trabajos similares, tienen hasta el 21 de abril para presentar sus ofertas. Una vez se resuelva el concurso, el elegido contará con tres mesas para elaborar y presentar el estudio a RTVE.
La audiencia, en mínimos
Esta licitación se ha convocado, precisamente, en el peor momento para Radiotelevisión Española en términos de audiencia. El pasado febrero, La 1 cosechó su peor dato histórico de audiencia, con el 8,6% de cuota de pantalla.
El mes pasado, la cuota media de pantalla fue del 8,7%, es decir, una décima superior, pero, aun así, por debajo del peor marzo del canal, que se registró en 2019 (9,2%).
Las previsiones no son más halagüeñas para abril, que será el primer mes de José Manuel Pérez Tornero como presidente de RTVE. De hecho, en los 15 días del mes, la primera cadena ha marcado una audiencia media del 8,3%.
A la crisis de audiencia hay que sumar la de imagen, que, entre otras cosas, se ha hecho visible a través del enfrentamiento entre sindicatos que vive la corporación, que ha hecho aflorar algunos de los puntos más polémicos de la redacción de Torrespaña.
Todos estos aspectos, unidos a las dificultades financieras que han denunciado los últimos presidentes de RTVE, han provocado que la televisión pública cada vez tenga una posición más débil con respecto a las privadas. De hecho, el mes pasado Telecinco tuvo más audiencia que todos los canales de RTVE. Y las mañanas de Radio Nacional de España marcaron su mínimo histórico en la última ola del Estudio General de Medios (EGM).
La posición de RTVE
Todas estas razones hicieron que RTVE no fuera la referencia informativa de los españoles durante el momento más crítico de la pandemia. De hecho, según el seguimiento llevado a cabo por la Unión Europea de Radiodifusión (UEB/UER) durante las primeras semanas del confinamiento, en el que se detallan los resultados de audiencia que han registrado las televisiones públicas del continente durante la crisis del coronavirus, el resultado de Televisión Española menguó el 0,2% durante el primer trimestre de 2020, frente al 3,8% que mejoró el de la BBC (Reino Unido), el 3,2% de la NPO (Países Bajos), el 2,7% de la RAI (Italia) y el 2,3% de la ARD & ZDF (Alemania).
Sólo las televisiones públicas de Suecia (-0,3%) y Bulgaria (-0,8%) empeoraron más durante este período de tiempo.
El informe que maneja esta organización también toma como referencia la audiencia máxima que ha registrado el noticiario nocturno de todas las televisiones públicas europeas. La lista la encabeza la islandesa (79,2%) y la cierra la rumana (2,7%). La 1, de TVE, ocupó la cuarta posición por la cola, con el 15,2%; sólo por delante de Bulgaria (10%), Turquía (3,6%) y Rumanía.
