El Gobierno ha dado el pistoletazo de salida al nuevo curso este miércoles, con dos claros objetivos en el horizonte cercano: presentar antes del día 30 de septiembre los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022 en el Parlamento –algo que, confía, será fácil de acordar en el seno de la coalición dado el tinte social de las cuentas- y subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de forma inmediata.
Así lo ha recalcado el presidente, Pedro Sánchez, quien ha congregado en el Palacio de Linares de Madrid esta mañana a sus ministros, empresarios, agentes sociales y demás representantes de la sociedad civil para volver a presumir de los logros de su Gobierno, enumerar todo el trabajo que tiene por delante y comprometerse -él personalmente- a llevar a cabo gestas sociales como subir el Salario Mínimo –algo que hace unos meses no veía tan claro, cuando se dejó aconsejar por la ministra de Economía, Nadia Calviño, más que por la de Trabajo, Yolanda Díaz-.
Su discurso, el primero de este tipo que corre a cargo de su nuevo secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés, buscaba ser más conciso que los anteriores y centrar la atención en una única cosa: la recuperación económica se hará en clave “justa y social”, mensaje importante dado el malestar que se está instalando entre la sociedad por el elevado precio de la luz.
Una de las palancas que Sánchez quiere utilizar para lograrlo es mejorar el poder adquisitivo de la población, para lo que ha garantizado la subida de las pensiones -con la primera pata de la reforma del ministro José Luis Escrivá, de la que ha presumido este miércoles- y se ha comprometido a subir el SMI de forma “inmediata”. En concreto, el Ejecutivo propone un alza de 15 euros hasta los 965 euros en catorce pagas.
Ambas políticas servirán para reforzar la capacidad de compra de los que menos ganan ante la subida de precios –no sólo de la luz, sino también de la cesta de la compra-.
En ello trabaja el Ministerio de Trabajo, que se ha llevado el gato agua en la pelea con el de Economía para subir el SMI este año y que intentará convencer a la patronal de empresarios para que la subida se haga con acuerdo.
Hacienda confía en tener los Presupuestos listos este mes
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, liberada ya de sus funciones como portavoz del Ejecutivo, centra todos sus esfuerzos en preparar las cuentas del próximo año. Por el momento está dedicada a trabajos internos y todavía no se ha sentado con su socio de Gobierno, Unidas Podemos, para analizar los detalles.
Aunque ese momento no ha llegado aún y ambos partidos sólo han consensuado los “números gruesos”, en el Ministerio se respira confianza en que la negociación sea más sencilla de lo que lo fue el año pasado, dado que no hay cuestiones tan espinosas como las que se planteaban en el ejercicio anterior -como el incremento del impuesto al diésel, por ejemplo- y muchas de las líneas generales han sido ya acordadas en las promesas que ha tenido que hacer el Ejecutivo a Bruselas.
En su programa para poder acceder a los fondos europeos, los dos partidos en el Gobierno tuvieron que acordar las reformas que llevará a cabo el país en los próximos años y pactar un calendario para ir alcanzado hitos y metas. Parte de ellos tendrán reflejo en los Presupuestos del próximo año.
Éstos seguirán teniendo un fuerte componente social y expansivo, entre otras cosas porque la recuperación todavía no está asentada y porque la Comisión Europea considera todavía necesarias las medidas de estímulo para salir de la crisis. De hecho, mantendrá activada el próximo año la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, permitiendo a los países incurrir en déficits públicos abultados.
Una vez consensuado un proyecto de PGE en el seno del Ejecutivo, la ministra lo presentará en el Congreso y entonces las cuentas iniciarán su tramitación parlamentaria a lo largo del último trimestre para intentar estar aprobadas antes del 1 de enero. Aunque es durante la tramitación cuando se producen las negociaciones con los distintos grupos, Montero está abierta a reuniones sobre las cuentas antes de que éstas lleguen al Parlamento.
Más presencia de Sánchez a nivel territorial
Mientras sus ministros trabajan para alicatar las medidas sociales, Sánchez reforzará a partir de ahora su presencia nacional, dejando mucho más hueco en su agenda para viajes por el país. Esta misma semana visitará Guadalajara, Valencia y Jaén y sólo será el principio de una gira a lo largo de los próximos meses por distintos lugares de la geografía española.
Hasta la fecha, Sánchez había priorizado sus salidas al exterior pero ahora intensificará sus actos públicos en el país en lo que queda de año y especialmente en 2022, el último año completo previo a las elecciones de 2023.
En su lista de tareas pendientes figura también la renovación del Consejo General del Poder Judicial, encallada por el conflicto con el Partido Popular, y la mesa bilateral de diálogo con Cataluña, aunque este asunto ha quedado relegado por el momento, como contábamos en Vozpópuli.
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