El Santander nunca puso cifra a la reestructuración de su plantilla con la integración de Banesto y Banif. Los sindicatos, sí. Sus estimaciones se movían en un ajuste de entre 3.000 a 3.500 trabajadores en el territorio nacional. Finalmente, la realidad ha superado a cualquier proyección. La fusión ha significado un ajuste de 4.364 empleados en apenas 18 meses, después de que, entre enero y junio pasado, Santander haya reducido su plantilla en España en 2.206 trabajadores, según datos a los que ha tenido acceso Vozpópuli que confirman desde la propia entidad.
Tras estas bajas, la plantilla en España se sitúa en el entorno de los 25.350 trabajadores. Según datos públicos de la propia entidad, la plantilla del grupo en España ascendía a 29.714 trabajadores, a 31 de diciembre de 2012, días después de anunciarse la integración entre todas las tres sociedades del grupo con sede en Boadilla.
Desde entonces, el recorte no ha dejado de crecer. El censo estaba compuesto por 29.609 trabajadores en marzo de 2013. A cierre del pasado ejercicio, la cifra se había reducido ya a 27.406 empleados. En marzo de 2014, el descenso se concretaba en otras 1.079 personas (26.327). En los tres últimos meses, el ajuste ha sido de 1.127 trabajadores, según los datos que maneja el banco. Por el contrario, en este semestre, la entidad ha registrado 143 altas (7 nuevas contrataciones, 18 reingresos –excedencia, maternidad o enfermedad- y 118 reincorporaciones).
El adelgazamiento de plantilla del Santander se acerca al que ha tenido que efectuar Bankia, fruto de las imposiciones de Bruselas por el rescate bancario. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri prescindió de 4.613 trabajadores en 2013, lo que supone un recorte del 23,1%, y cerró 1.119 oficinas el año pasado, la tercera parte de las que tenía.
El volumen de bajas que se ha producido en este primer semestre era el inicialmente previsto para todo el ejercicio. La mayoría de estas salidas, como ocurrió en el ERE de 2013, se han producido mediante prejubilaciones. Entonces, fueron 650 empleados, la mayor parte de ellos integrantes de la plantilla de Banesto, los prejubilados. En este ejercicio, la cifra ha aumentado hasta los 1.774 trabajadores, principalmente del Santander.
La principal vía del ajuste laboral han sido las prejubilaciones. En 2013, se prejubiló a más de 700 trabajadores de Banesto; en estos primeros seis meses, a un total de 1.774 empleados del Santander
El resto del ajuste se completa mediante dimisiones (59), despidos (110) y causas vegetativas (263). En este último aparato se incluye la plantilla de Altamira traspasada por el Santander al fondo Apollo, tras la venta de su plataforma inmobiliaria.
La única variación adicional a estas cifras que puede producirse en lo que resta de ejercicio se refiere al devenir de una bolsa de 40 oficinas repartidas por todo el territorio. Santander aún no ha decidido si las mantendrá abiertas o, finalmente, las clausurará. “La decisión aún no está tomada”, confirman desde la entidad. La fusión de las entidades del grupo con sede en Boadilla ha significado el cierre de más de 700 oficinas en el territorio nacional. Hasta marzo de este año, Santander había reducido 611 sucursales frente al nivel previo a la integración. Si se tiene en cuenta, la reducción adicional de plantilla efectuada en el último trimestre, esos 1.127 trabajadores, el cierre final de sucursales podría acercarse a 800.
Curiosamente, el número de oficinas (40) sobre el que deben decidir los responsables de recursos humanos de Boadilla coincide con la bolsa de sucursales (43) fuera de Cataluña que el FROB decidió mantener ‘vivas’ de cara a la subasta de Catalunya Caixa. El resto de oficinas que aún permanecen abiertas de la entidad catalana, poco más de 100 en todo el territorio, se clausurarán antes de septiembre.
El plan del Santander, tras la integración de Banesto y Banif, suponía el cierre de unas 700 sucursales de ambas redes antes de finales de 2014 y el ahorro de 520 millones en costes en tres años.