Se está produciendo un curioso fenómeno en el mercado laboral: baja el número total de horas efectivas trabajadas en las Administraciones Públicas mientras aumenta espectacularmente el empleo. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en el último trimestre de 2019, previo a la pandemia, había 3.253.300 empleados públicos que hicieron 101,1 millones de horas efectivas totales semanales.
Sin embargo, en el mismo trimestre de 2021, había 3.475.500 asalariados que hicieron casi 97,4 millones de horas cada semana. Es decir, se ha producido un descenso de 3,7 millones de horas cada semana (-3,7%) entre estos periodos, mientras que la población laboral pública ha aumentado en 222.000 personas (6,8% más). Lo que supone que si en 2019 cada empleado público realizaba una media de 31,1 horas, ahora esa media es de 28 horas. Se trata de algo inaudito hasta ahora. Y no parece que haya una causa objetiva para que se haya producido esta reducción ya que en las Administraciones no se ha producido un solo ERTE y prácticamente no hay trabajo a tiempo parcial.
Mientras, en el sector privado también bajan las horas trabajadas en este periodo (-3,9%) pero hay menos empleo que en 2019 (4.200 menos). Este descenso de horas efectivas trabajadas (se excluyen las vacaciones, festivos o regulaciones de empleo) se debe sobre todo a que más de 200.000 de ocupados (asalariados y autónomos) seguían en ERTE en esas fechas (se les considera empleados y no parados en la estadística) y al aumento de la contratación a tiempo parcial. Todo esto deja en manos del empleo privado la productividad y la competitividad de la economía española, que también se convierte en la diana de los efectos de las crisis y de la flexibilidad laboral.
Según la EPA, los 16,7 millones de ocupados del sector privado de finales de 2021 (-0,03% respecto al último trimestre previo a la pandemia) trabajaron 518,2 millones de horas semanales (casi 45 millones las hicieron empleados a tiempo parcial) frente a las 538,8 millones antes de la pandemia con una media individual de algo más de 31 horas semanales efectivas. Lo que supone que en el sector privado se trabaja un 10% más de horas que en las Administraciones Públicas.
Todo esto significa que el sector público da empleo (incluidas las cohortes de políticos y asesores) al 17,2% del total de ocupados en España (20.184.900), pero sólo realiza el 15,8% de las horas efectivas trabajadas. Mientras tanto, el 82,8% restante de los ocupados (privados) desempeña el 84,2% de las horas totales del país. Estas cifras evidencian que no aumenta el número de horas de trabajo en el ámbito público cuando más crece el empleo sino que se produce un sorprendente efecto contrario, precisamente cuando las plantillas de las Administraciones llegan a cifras de récord.
No parece que haya una causa objetiva para que se haya producido esta reducción ya que en las Administraciones no se ha producido un solo ERTE y prácticamente no hay trabajo a tiempo parcial
Esas 28 horas semanales de media trabajadas en el cuarto trimestre representan la cifra histórica más baja desde que hay series estadísticas. Hace un año, esas horas medias individuales eran 31,4 (en plena pandemia y en el proceso de vacunaciones) mientras que en 2019 se situaban en 31,1. Este sector alcanzó el mayor número medio de horas por persona en 2013 (32,8) cuando el PP decidió temporalmente no seguir ampliando las plantillas y no sustituyó a quienes se jubilaban.
En todo caso, no es este el trimestre (coincide con las fiestas navideñas) que menos horas se han hecho en el sector público ya que en el tercer trimestre de 2021 la media se quedó en 23,7 horas semanales (coincide con el verano y es el periodo habitual de vacaciones) cuando, sin embargo, el empleo público llegó al récord histórico de 3.484.000.
Mientras tanto, los casi 13,5 millones de asalariados privados trabajaron una media de 30,3 horas de media frente a 29 horas en 2020 y 32 horas en 2019. Por su parte, los ocupados por cuenta propia (autónomos) trabajaron algo más de 34 horas en este periodo frente a las 33 de hace un año y las casi 40 en el último trimestre de 2019. En términos anualizados, la estadística de horas semanales efectivas no es muy distinta a la del último trimestre.
Empleo real del sector privado
En todo caso, esta evolución de la las horas trabajadas confirma que el empleo real en el sector privado no ha vuelto aún a los niveles previos a la pandemia aunque que el Gobierno sigue insistiendo en que ya se han superado las cifras de 2019 gracias al alza del empleo público. La prueba es que, por ejemplo, en el último trimestre de 2021 se trabajaron en España 24.000 horas semanales totales menos (sumando horas privadas y públicas) respecto al mismo periodo de 2019 (615,6 millones de horas frente a 640 millones). Lo que supone una media por ocupado de 30,5 horas frente a las 32,1 horas antes del coronavirus.
En todo caso, el empleo privado registra aún una enorme brecha respecto a la gran depresión que se produjo a partir de 2007 ya que hay todavía 1,1 millones menos de empleos mientras que el público supera todas las estadísticas (hay casi medio millón más de asalariados que hace 15 años).
¿Por qué se hacen menos horas en el sector público que en el privado? Aunque hay excepciones (algunas autonomías han reducido por su cuenta el número de horas semanales), el cómputo normativo es de 37,5 horas mientras que en el sector privado la mayoría de los convenios determinan una media de 40 horas y los autónomos no tienen horario alguno. Es evidente que las diferencias de las condiciones laborales entre ambos sectores son sustanciales. Cristóbal Montoro intentó la equiparación en 2012, pero a partir de 2015 el PP volvió a reconocer la situación de partida para el sector público.
Por ejemplo, como norma general los trabajadores públicos computan sus vacaciones por días hábiles (23 días hasta los 15 años de servicios que se amplían a 26 con más de 30 años de servicio) y cuentan además con un corolario de días libres para asuntos propios (conocidos como moscosos), que se amplían según la antigüedad.
Se tiene derecho a seis días iniciales más otros dos días más al cumplir seis trienios, y otro más por cada trienio a partir del octavo (con diez trienios se consiguen 11 días añadidos). Y también existen los canosos, que son también días libres adicionales por años de servicios (un día más con 15 años de servicio y otro más a partir de 20 y 25 años).
n todo caso, la diferencia de horas medias trabajadas entre ambos sectores se debe sobre todo a la irrupción de la contratación a tiempo parcial en el sector privado (por sólo unas horas en lugar de una jornada completa de ocho horas), lo que significa que se está repartiendo el empleo existente y que no hay empleo nuevo, y también a la utilización en los últimos años de los ERTES (de suspensión o de reducción de jornada).
Todo esto confirma que las Administraciones, amparadas además en la generalización del teletrabajo no presencial, están siendo menos productivas a pesar del importante aumento de efectivos y que es el sector privado el que tira del carro pese a que son distintas las condiciones laborales.