¿Qué quieres ser cuando seas mayor? La mítica pregunta que generación tras generación se hace a niños y a niñas pocas veces tiene "emprendedor" como respuesta. Los que ya han emprendido y han logrado levantar con éxito un proyecto coinciden: es difícil, especialmente para las mujeres. De ahí que 144 países reconozcan, desde hace tres años, el 19 de noviembre como el Día Internacional de la Mujer Emprendedora. ¿Un día para celebrar? No todavía.
"Aquí tenemos la imagen de que ser emprendedor es una locura, y que no se puede conciliar aún más siendo mujer", asegura Andrea Barber, mujer, emprendedora y fundadora y consejera delegada de Rated Power, una startup española que desarrolla softwares para el diseño y la optimización de placas solares. Ella será una de las tres representantes que España enviará a la India el próximo 28 de noviembre para la Cumbre Global de Emprendimiento (Global Entrepreneurship Summit), organizada por Estados Unidos.
Este año, el encuentro pondrá foco en la mujer: "Las mujeres primero, prosperidad para todos". ¿Por qué? Los organizadores sostienen que aunque ellas representan "una tremenda promesa para el crecimiento económico y la prosperidad", tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados "enfrentan enormes barreras para la creación de empresas".
Las mujeres son el 49,55% de la población mundial: 3,6 mil millones. En el caso español, de lo macro a lo micro, sería algo así: las mujeres representan el 50,93% de la población, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) a 2016. De los nacionales con título de educación superior, 52,66% son mujeres. Y como fuerza laboral representan el 45,47%, de acuerdo a los datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
¿Cuántas mujeres emprenden?
Las cifras del informe del Global Entrepreneurship Monitor reflejan que el 44,3% de la población emprendedora española es femenina, frente al 55,7% de la población compuesta por hombres. La brecha resulta mayor entre los empresarios consolidados, cuya participación masculina en 2016 fue del 59,4%, mientras que en el caso femenino fue del 40,6%, según datos del informe del monitor global.
Laura Hochla, consejera adjunta para asuntos económicos de la Embajada de Estados Unidos en España, reitera los datos: "Fue difícil encontrar mujeres emprendedoras de éxito con presencia internacional" al momento de seleccionar a las representantes españolas a la Cumbre Global del Emprendimiento.
El 44,3% de la población emprendedora española es femenina, según el informe del monitor global del emprendimiento
Además de Barber, por España asistirán Lucía Iborra, fundadora consejera delegada de VisualNaCert (startup dedicada a la gestión de información y la toma de decisiones en explotaciones agrícolas); y Marta Plana, fundadora consejera delegada de la plataforma de servicios financieros Digital Origin.
Las tres representantes coinciden en su visión sobre la participación de la mujer en el ecosistema emprendedor: son una minoría, sobre todo en sus áreas de trabajo (energías renovables, agricultura y fintech).
¿Por qué las mujeres son menos propensas a emprender?
Existen al menos dos perspectivas teóricas que explican por qué las mujeres son menos propensas a emprender. El monitor global del emprendimiento repasa ambas en su informe.
En el caso del feminismo liberal se dice que hombres y mujeres son igual de capaces para actuar y decidir, de manera que la brecha a la hora de emprender responde el acceso a oportunidades en igualdad de condiciones.
El informe en sus conclusiones subraya que las mujeres a menudo carecen de contacto con modelos empresariales exitosos a los que puedan recurrir. Ya lo decía en un reportaje previo Paloma Mas, de la aceleradora Plug and Play: "Nos hacen falta más referentes; no solo a nivel de CEO, sino de inversoras". De ahí que la consejera delegada de VisualNaCert y representante por España en la Cumbre Global del Emprendimiento aplauda la labor de puente que realizan las aceleradoras e incubadoras. "Son espacios en los que no te sientes discriminada y ayudan a que haya más mujeres emprendedoras", agrega.
El feminismo socialista también evalúa las razones. Sostiene que hombres y mujeres tienen comportamientos emprendedores distintos debido a las estructuras sociales. Insiste así que, como resultado de una realidad construida socialmente, las mujeres desempeñan roles con valores, motivaciones y expectativas que les hacen elegir "ocupaciones menos ambiciosas o arriesgadas en comparación con los hombres".
La consejera delegada de Rated Power admite que, en ocasiones, "las mujeres nos infravaloramos y nos ponemos un techo; pensamos que no se nos va a apoyar tanto, pero no es verdad". Asimismo, asegura que es posible conciliar el trabajo y la vida familiar, dado que "tener hijos no nos hace menos capaces". Marta Plana, cofundadora de Digital Origins, coincide y subraya que "el cambio se consigue con la educación".
El éxito, insiste Plana, radicará en la formación del emprendedor y no en su género, por lo que exhorta a reunir esfuerzos para fomentar la educación y la cultura emprendedora. En este sentido, estas empresarias animan a las mujeres a perder el miedo a fracasar -que no es lo mismo que asumir que no hay posibilidad de fracaso- e insisten en que "es parte del proceso" sin importar el género.
La pregunta principal, por ahora, queda en el aire: ¿cuántos días de la Mujer Emprendedora tendrán que pasar para abatir estos miedos?
