El traspaso de los Rodalies de Cataluña, una de las cesiones del Ejecutivo de Pedro Sánchez a la Generalitat para que facilirara el Gobierno, se va a convertir en un tiro en el pie. El motivo es que Cataluña, por sí sola, perderá poder de negociación en el ámbito ferroviario.
Es el caso de la compra de trenes y también del mantenimiento o reparación de infraestructuras, tal y como explican a este diario fuentes del sector. Y es que el plan de renovación de trenes de la flota de Renfe superó los 5.400 millones de euros a principios del año pasado, un proyecto que supondrá la llegada de 519 trenes nuevos de todo tipo: Alta Velocidad, Cercanías, Media Distancia y Ancho Métrico, así como locomotoras de Alta Velocidad y Mercancías... Son cifras que Cataluña no maneja por sí sola.
"No es lo mismo comprar centenares de trenes que solo unas decenas. Y eso es lo que le va a pasar a Cataluña. Al final perderán poder de negociación y tendrán que pagar más. También por el mantenimiento de las infraestructuras o todo aquello que se necesite subcontratar, como el tendido de vías, dado que el volumen siempre será menor que en el caso de que los productos y servicios se negocien para una empresa pública con muchos más kilómetros de vía, regiones y necesidades", explican a Vozpópuli fuentes del sector.
Estas mismas fuentes son conscientes de que el poder negociador de Adif o Renfe se verá también mermado, si bien en menor medida. "Es cierto que España perderá también fuerza a la hora de negociar porque no contará con Cataluña, pero le afectará mucho menos que a esa región. Perdemos todos, pero ellos un poquito más por los volúmenes de trenes e infraestructuras que se mueven en uno y otro lugar", concluyen.
La pérdida de poder negociador es algo que tendrá incidencia en el precio de los billetes de tren para los catalanes. "Al final, el contribuyente sale perdiendo porque es de quien sale el dinero para pagar las infraestructuras. Si al final todo sale más caro, ya sabemos quién pagará el pato, y eso tendrá su reflejo en los billetes", aseguran.
La compra de trenes no ha sido el único gesto de Sánchez con la Generalitat. Desde que alcanzó el sillón presidencial en 2018 se han licitado un total de 2.781 millones de euros para la mejora de las infraestructuras de los Cercanías de Cataluña
El Gobierno reforzó hace meses los Rodalies
Meses antes de que Pedro Sánchez consiguiera formalizar un acuerdo con Junts para conseguir sacar adelante Gobierno, el Ejecutivo tuvo un generoso guiño con los Rodalies de Cataluña. Así, Renfe firmó la compra de nada menos que 97 trenes para los servicios públicos de Cercanías y Media Distancia de la región.
Esta adquisición supuso en su día una inversión de 858,4 millones de euros. Las empresas encargadas de fabricarlos son Alstom, con 49 trenes de 100 metros cada uno por un importe de 367,6 millones de euros. Por su parte, Stadler se encargará de desarrollar 20 trenes de 200 metros con una inversión de 307,7 millones de euros. Por último, CAF fabricará 28 trenes de Media Distancia por 183 millones de euros.
La compra de trenes no ha sido el único gesto con la Generalitat. Desde que Sánchez alcanzó el sillón presidencial en 2018 se han licitado un total de 2.781 millones de euros para la mejora de las infraestructuras de los Rodalies.
El traspaso de Rodalies en cifras
El traspaso de competencias de los Rodalies de Cataluña desde el Ejecutivo a la Generalitat afectará a 2.500 trabajadores, que pasarán a formar parte del Gobierno de la región.
De igual forma sucederá con los cerca de 275 trenes que circulan por la red de Rodalies, además de otros 101 más que ya han sido encargados, según información de EFE.
De ese centenar, 56 sustiturán trenes ya obsoletos y otros 44 aumentarán la flota, que rondará cuando finalicen las entregas las 320 unidades.
