Economía

Un tribunal condena a la antigua cúpula de Vestas España por una estafa millonaria

Punto y final al millonario caso de fraude en Vestas España. La Audiencia Provincial de Barcelona ha dictado una sentencia en conformidad en la que condena a la antigua cúpula

  • Oficinas de Vestas -

Punto y final al millonario caso de fraude en Vestas España. La Audiencia Provincial de Barcelona ha dictado una sentencia en conformidad en la que condena a la antigua cúpula de la compañía por una estafa millonaria. Fue la propia empresa la que emprendió acciones legales contra sus ejecutivos para depurar responsabilidades tras detectar un fraude que inicialmente estimó en 12 millones de euros y que finalmente ha sido superior.

Román Fabra, exvicepresidente senior y director financiero de Vestas Mediterranean, ha sido condenado por un delito continuado de apropiación indebida en concurso con otro delito continuado de falsedad en documento mercantil a una pena de un año y cinco meses de prisión.

Por su parte, Ebbe Funk, expresidente de Vestas Mediterranean y exCEO de Vestas Eólica, ha sido condenado por un delito continuado de administración desleal con una pena de nueve meses de cárcel. La responsabilidad penal de la causa ha quedado circunscrita a ambos, mientras que la civil se ha extendido también a otras sociedades que se beneficiaron de forma ilícita de estas operaciones. En total, todos han abonado 17,5 millones de euros a la compañía.

La sentencia a la que ha tenido acceso Vozpópuli considera probado que Fabra “ideó y ejecutó un plan para, en beneficio propio y perjuicio de Vestas Eólica, apoderarse de buena parte del patrimonio de dicha sociedad”. Respecto a Funk, el tribunal señala que “participó parcialmente en la ejecución del plan”. La sentencia se ha dictado después de que el Ministerio Fiscal, los abogados de los exdirectivos y Vestas presentasen un escrito de conformidad conjunto antes de la celebración del juicio.

En la sentencia dictada este verano se explica cómo entre 2006 y 2008 Fabra facturó a Vestas Eólica “servicios inexistentes, nunca prestados o duplicados”, sin que existiera ningún tipo de contrato marco de prestación de servicios. “Dichas facturas fueron emitidas a través de sociedades instrumentales de nueva creación directamente controladas por él o de sociedades de terceros comisionistas, los cuales recibían un porcentaje de las cantidades conseguidas ilícitamente”. Este “entramado de facturación falsa” le permitió apropiarse de 7,6 millones de las arcas de la compañía.

Pocos días después de cobrar esas facturas, siempre según la sentencia, las sociedades que controlaba el exdirectivo transferían la práctica totalidad de esas cantidades obtenidas de forma ilícita a otra sociedad patrimonial que también controlaba él.

Los dos exdirectivos también llevaron a cabo la venta de parques eólicos por debajo del precio de mercado a sociedades participadas por ellos, “valiéndose para ello de los fondos expropiados previamente mediante la ilícita facturación anteriormente relatada”. Estas operaciones, que terminaron dejando a Vestas como garante y avalista de la financiación obtenida para la construcción de los parques vendidos, hicieron un roto de 5,9 millones a la compañía. La tercera y última parte de la estafa se corresponde con otra tanda de facturas falsas valoradas en 1,9 millones de euros.

Vestas destapó el fraude

Cabe recordar que fue la propia Vestas, de origen danés, la que anunció públicamente a comienzos de 2009 que había detectado un fraude en su filial española y que lo había puesto en conocimiento de las autoridades judiciales.

En concreto, la compañía apuntaba a "algunas irregularidades en la contabilidad interna" cometidas por "por parte de empleados y exempleados con puestos de responsabilidad". La empresa detectó el fraude gracias a una suerte de programa de 'compliance' interno puesto en marcha antes de que la ley introdujese la responsabilidad penal de las personas jurídicas.

La investigación de la querella presentada por la compañía, asesorada por Uría Menéndez, la ha llevado el Juzgado de Instrucción nº 1 de Barcelona, que posteriormente elevó la causa a la Audiencia Provincial de Barcelona. Antes de celebrarse el juicio, todas las partes llegaron a un acuerdo que ha permitido que se dictase una sentencia en conformidad, por lo que ya es firme.

En total, el proceso ha durado más de una década, una dilatación que el tribunal admite que ha sido excesiva y descarta que la paralización pueda atribuirse a los exdirectivos. Las diligencias previas de la causa fueron incoadas en 2009.

Vestas es una compañía danesa dedicada a la fabricación, venta, instalación y mantenimiento de aerogeneradores. La empresa opera en Dinamarca, Alemania, India, Italia, Rumanía, Estados Unidos, Reino Unido, España, Suecia, Noruega, Australia y China con una plantilla que supera las 20.000 personas.

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