El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha reclamado mecanismos para evaluar, revisar y controlar los proyectos que se financien con los fondos europeos. Durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Senado este martes, ha alertado del impacto negativo que tendría en la economía española un retraso en la ejecución de los Next Generation o una selección inadecuada de los proyectos.
Hernández de Cos ha advertido que el éxito de estos fondos "dependerá crucialmente de una cuidadosa y rigurosa selección de proyectos, de forma que estos se alineen con los objetivos de transformación estructural en el medio y largo plazo". Para ello, "la selección debería basarse en una evolución rigurosa previa y en un seguimiento en tiempo real que permita corregir a tiempo las posibles desviaciones con respecto a los objetivos establecidos".
Hernández de Cos ha incidido en que "los proyectos son muchos y la posibilidad de cometer errores es elevada". Además, a posteriori, "debería facilitarse la evaluación del impacto por parte de la comunidad investigadora y de organismos independientes", según el gobernador. Finalmente, Hernández de Cos ha añadido que los fondos deben acompañarse de las reformas estructurales adecuadas, como la laboral y la de las pensiones.
Los fondos condicionan la recuperación
El Banco de España lleva semanas alertando de que en la práctica, el ritmo de utilización ha sido inferior al incorporado en las distintas proyecciones realizadas. "La incertidumbre continúa siendo muy elevada tanto en relación con el momento de ejecución de los proyectos como respecto a su efecto multiplicador sobre la actividad y el empleo, lo que condicionará de manera decisiva la evolución económica en los próximos años", ha recordado este martes.
Según las proyecciones del Banco de España, la puesta en marcha de proyectos con cargo a estos fondos europeos por 40.000 millones de euros entre 2021 y 2022 tendría un impacto sobre el crecimiento del PIB de algo más de medio punto este año y casi dos puntos porcentuales el año que viene. Y en este sentido, ha advertido que "el retraso en su ejecución tendrá consecuencias muy significativas sobre el crecimiento económico".
Hernández de Cos ha reiterado que la actualización de sus proyecciones económicas -su última estimación es de septiembre y la nueva se dará a conocer en diciembre- incluirá una "revisión a la baja significativa" que rebajará el crecimiento de España, que hasta ahora cifraba en el 6,3% para 2021 y del 5,9% para 2022.
En un informe publicado la pasada semana, la Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión Europea también alertó de que "la absorción efectiva de los 69.500 millones de euros de subvenciones de la UE para 2023 podría estar menos adelantada de lo previsto, posponiendo así parte de su impacto económico".
El Ejecutivo comunitario percibe que "existen riesgos relacionados con la velocidad y el impacto" de los fondos europeos. Por un lado, porque la absorción del dinero europeo puede ser más lenta de lo previsto; y, por otro, porque "los desajustes en el mercado laboral podrían retrasar la ejecución de las inversiones verdes y digitales previstas en el Plan".
Igualmente, Bruselas avisó al Gobierno de que "las reformas cruciales en ámbitos como el mercado laboral, las pensiones, la educación, las cualificaciones y las pyme podrían tener un mayor impacto en el crecimiento potencial". La aprobación de las dos primeras en tiempo y forma es condición sine qua non para que España sigue recibiendo dinero de los fondos europeos.