Los conductores españoles disfrutan desde el 1 de abril de descuentos estatales cuando van a echar gasolina. Una medida que durará hasta el próximo 30 de junio. El Ministerio de Hacienda cifraba en 1.423 millones el impacto presupuestario de esta bonificación a los derivados del petróleo. Un coste que tiene amortizado, ya que gracias a la recaudación del impuesto especial de hidrocarburos el Estado ha ingresado hasta marzo el doble de lo que cuesta la ayuda.
Según el informe mensual de recaudación, la Agencia Tributaria ha recaudado en el primer trimestre de 2022 un total de 2.854 millones de euros por el impuesto especial de hidrocarburos. Esta tasa, donde también se incluye en la factura del gas, ha aumentado en un 19,2% su rentabilidad para las arcas públicas respecto al mismo período de 2021. El 58% de lo que se recauda lo reciben las comunidades autónomas.
Sólo en el mes de marzo, la recaudación del impuesto creció un 17,1%, en parte por la comparación con meses con limitaciones en la movilidad. "No obstante, el nivel alcanzado sigue siendo reducido (está por debajo, por ejemplo, de los ingresos medios mensuales del segundo semestre de 2021 o del primer trimestre de 2020)", explica la Agencia Tributaria en su informe. "Las fuertes subidas de precios que están registrando los productos sujetos al impuesto explican que la expansión no sea mayor", añaden.
El precio de los carburantes en los primeros tres meses del año muestra este incremento. El último Boletín Petrolero de la Unión Europea refleja un precio medio de la gasolina 95 de 1,84 euros el litro, impuestos incluidos, frente al 1,31 euros que se pagaba el litro en la misma semana de 2021, un 40% más caro. Con respecto al diésel, la subida es de 1,17 a 1,82 euros el litro en la última semana de marzo y que evidencia una subida del 55%. El impulso del Brent, la referencia petrolera europea, tiene gran parte de la culpa. El precio medio de marzo de 2021 alcanzaba los 56,42 euros por barril frente a los 103,17 euros que se registraron en el mismo mes de 2022.
Los carburantes no se tocan
El Gobierno ha apostado por dar bonificaciones y no tocar ningún impuesto tanto de la factura de los carburantes como del gas. Una decisión que sí ha adoptado con la electricidad. La práctica totalidad de facturas domésticas se beneficia de la rebaja del IVA de la luz, el Impuesto Especial sobre la Electricidad cumplirá un año en el 0,5% (el tipo mínimo que permite la normativa de la Unión Europea), y mantiene suspendido desde el pasado verano el Impuesto del Valor de la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE).
Como informaba Vozpópuli, el sector energético estima que, con la recaudación de IVA y el impuesto especial de hidrocarburos, las arcas del Estado han aumentado en cerca de 4.000 millones de euros con respecto a 2021: 1.000 millones de euros de ‘extra’ por la factura del gas y 3.000 millones por los carburantes.
En el mismo día en que se publicaba la recaudación de marzo, cuando los ingresos del primer trimestre han crecido un 20,2% respecto al mismo periodo del año anterior, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha negado que el Gobierno tenga margen para rebajar impuestos como demanda el PP. Por un lado, blande los buenos resultados de recaudación, pero desde que los populares lo esgrimen para decir que tiene margen, con mucha más cautela. Y aunque ya no puede negar el impacto de la inflación en los ingresos, dice que es muy pequeño, que la mayor parte del alza se debe a los buenos resultados del mercado de trabajo y a la recuperación económica.
