Los economistas ya empiezan a hacer estimaciones sobre el impacto que la guerra en Ucrania tendrá en la inflación y, por consiguiente, en la recuperación económica de España. Caixabank Research y el Instituto de Estudios Económicos calculan que el conflicto restará cerca de un punto al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) estimado para este año por el efecto que la subida de precios tendrá en la producción y el consumo.
"El crecimiento del PIB de España probablemente acabaría siendo algo más de un punto inferior al que se preveía antes del estallido del conflicto si el precio del petróleo y el del gas cierran el año con un precio promedio similar al que apuntaban los mercados de futuros a finales de febrero y principios de marzo, y que la inflación podría situarse alrededor del 7% si se mantienen los precios de los futuros de la energía", señala Caixabank Research este viernes.
La última previsión de Caixabank para la economía española antes del conflicto era de un crecimiento del 5,5% este año, lejos del 7% que estima el Gobierno en los Presupuestos. Es decir, que la guerra podría rebajar aún más esa cifra, situándola en torno al 4,5%, más de dos puntos por debajo del cálculo oficial del Ejecutivo.
Hace unos días, en declaraciones a Vozpópuli, Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y presidente del INE entre 2011 y 2018, ya apuntaba que la subida del precio del petróleo tendría un impacto de dos décimas por cada 10% de aumento en el precio del petróleo.
De esta forma, si se mantienen los niveles actuales todo el año, la economía española podría perder cerca de un punto de PIB este año respecto al escenario alternativo de crecimiento (que los analistas ya habían rebajado por debajo del 6%) sólo por el encarecimiento de esta materia prima. No obstante, Izquierdo destaca que hemos mejorado nuestra dependencia energética y en el pasado el impacto habría sido aún mayor.
Por su parte, Funcas también ha alertado de que la guerra en Ucrania puede elevar hasta dos puntos la inflación media en España este año, pasando del 4,6% estimado hasta ahora a entre el 5,6% y el 6,5%, por el efecto del incremento de los precios energéticos. «Una inflación más elevada erosionaría la capacidad de compra de los hogares y por tanto restaría fuelle a la recuperación del consumo privado, con una incidencia muy importante en el crecimiento», advierten, sin hacer estimaciones de ese impacto por el momento.
Finalmente, el Consejo General de Economistas (CGE) ya ha rebajado su previsión de crecimiento para 2022 en cuatro décimas por el conflicto Rusia-Ucrania. Hasta ahora estimaba un repunte en el PIB para este año de entre el 5,6% y el 5,8%, pero «dado el alto nivel de incertidumbre existente», ahora calcula que se podría situar en torno al 5,2-5,4%. «Estamos en un momento muy complejo», lamentan los economistas.
El Gobierno omite el impacto de la guerra
El Gobierno, por su parte, ha omitido el impacto que la crisis en Ucrania podría tener en la economía española en el último informe presentado a los inversores internacionales. El documento, publicado en los prolegómenos de la guerra, no sólo no hace mención al riesgo que supondría un conflicto entre Rusia y Ucrania para la recuperación de España, sino que mejora la perspectiva económica para este año.
Tras la invasión de Rusia, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha reconocido que el impacto económico en el escenario macroeconómico será inevitable, pero se resiste a modificarlo, pues en él se sustentan sus Presupuestos. Se espera que lo haga ya en el Programa de Estabilidad que enviará actualizado a la Comisión Europea el próximo mes de abril.
No obstante, en el informe del Tesoro Público de febrero el Gobierno rebaja ya el crecimiento de 2021 a cerca de un 5%, frente al 6,5% defendido en anteriores presentaciones pese a las advertencias de los distintos expertos y analistas, que ya apuntaban un rebote mucho más moderado a la vista de los datos avanzados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sin embargo, mantiene intacto el Producto Interior Bruto (PIB) esperado para 2022. Esto, unido a un menor crecimiento en 2021, hace que el crecimiento este año sea, necesariamente, cerca de un punto porcentual superior al 7% que había calculado. Es decir, que según las últimas previsiones publicadas por el Tesoro, la economía crecerá en 2022 incluso más de lo esperado por el Gobierno hasta ahora, una proyección que ya se consideraba optimista.
Antes incluso de que la guerra estallara en Ucrania, el pronóstico del Gobierno de que la economía repuntará un 7% tampoco parecía acertado. El pasado 10 de febrero, la propia Comisión Europea (CE) calculaba que la economía española crecería un 5,6% este año, 1,4 puntos menos de lo que contempla el Gobierno en su cuadro macro.
Otros organismos económicos internacionales como el Fondo Monetario Internacional o la OCDE también han ido rebajando sus expectativas acerca de la economía española. El primero sitúa el crecimiento en el 5,8%, no recuperando los niveles previos a la pandemia hasta finales de este año. La OCDE es aún más pesimista, rebajándolo al 5,5%. Se espera que los organismos económicos nacionales e internacionales vuelvan a revisar sus previsiones con el impacto de la guerra en los próximos meses.