El multimillonario Elon Musk ha confirmado a través de su cuenta de Twitter la compra de la red social. "El pájaro ha sido liberado", así ha confirmado el magnate el acuerdo de por 44.000 millones de dólares con el que se ha hecho con el control de la empresa en vísperas de la fecha límite dada por un tribunal estadounidense para evitar ir a juicio.

Según algunos de los principales medios de prensa de Estados Unidos, la primera medida de Musk tras hacerse con las riendas de la compañía ha sido despedir a algunos de sus máximos directivos, entre ellos el consejero delegado, Parag Agrawal; el director financiero, Ned Segal, y la máxima responsable de políticas y asuntos legales, Vijaya Gadde. Este último fue el funcionario que guio las políticas de la compañía sobre discursos dañinos y cuyo equipo prohibió a Trump después de los disturbios del Capitolio del 6 de enero.

El hombre más rico del mundo ya ha empezado a enseñar sus cartas. Y ahora la pregunta es qué más planea hacer con la plataforma de redes sociales en las próximas semanas y meses. El multimillonario no ha sido tímido acerca de sus ambiciones, aunque se ha abstenido de dar detalles al respecto, según detalla The Guardian.

Libertad de expresión

Este es uno de los puntos más polémicos que han aplazado la venta de la compañía. Musk se ha declarado, públicamente, como "absolutista de la libertad de expresión", es decir, el millonario está en contra de que la plataforma minimice ciertas publicaciones con sus algoritmos que seleccionan lo que ve un usuario. En una entrevista mostró su preocupación por "que los tweets se promocionen y rebajen misteriosamente sin tener idea de lo que está pasando" y habló de impulsar un algoritmo de código abierto.

Musk defiende un caché más abierto: "proporcionaré consejos, que pueden elegir seguir o no", comentó en una entrevista. El empresario también ha dicho que está en contra de la censura "que va mucho más allá de la ley". No obstante, admitió que la plataforma no puede convertirse en un "infierno de todos contra todos". "Además de adherirse a las leyes del país, nuestra plataforma debe ser cálida y acogedora para todos", escribió.

Reincorporar a Donald Trump

Una de las defensas de Musk era que las personas prohibidas en la plataforma podrían recuperar sus cuentas. El expresidente estadounidense fue destituido de la red social en enero de 2021, tras los disturbios en el Capitolio. El dueño de Tesla confesó que "revertiría la prohibición permanente", y comentó que Twitter está "sesgado a la izquierda".

Reducir costes

Según medios de prensa, Musk tiene planes para reducir costes, deshaciéndose del 75% de la plantilla que trabaja en Twitter, que actualmente asciende a unas 7.500 personas, hasta dejarla en unos 2.000 trabajadores.

En junio, les dijo a los empleados de Twitter que la empresa "necesita mejorar su salud" financiera y reducir costos. "En este momento, los costos superan los ingresos", dijo Musk , y agregó: "Esa no es una gran situación".

Aumento de ingresos

El multimillonario ha reconocido que quiere quintuplicar los ingresos anuales de Twitter a 26.400 millones de dólares para 2028, según el New York Times. La publicidad representa el 90% de los ingresos de Twitter y Musk ha planteado una serie de sugerencias para generar facturación por otros medios.

Entre los cambios que plantea estaría aumentar la popularidad del servicio de suscripción prémium de Twitter al hacerlo sin publicidad; hacer crecer el negocio de pagos de Twitter; cobrar una tarifa "ligera" a los usuarios comerciales y gubernamentales; y encontrar nuevas formas de ganar dinero con los tuits que contienen información importante o se vuelven virales.

La 'aplicación de todo'

Musk tuiteó el pasado 4 de octubre que si conseguía comprar la plataforma sería "un acelerador para crear X, la aplicación de todo". No se sabe qué sería esta X, aunque, según recoge The Guardian, Musk dijo que la plataforma debería parecerse más al WeChat chino, una aplicación que permite la mensajería instantánea, las redes sociales y el pago móvil.

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