El problema de la inflación se agrava en España, donde los precios suben casi el doble que en Francia. El diferencial entre el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) es de 3,4 puntos, con un repunte del 7,5% en nuestra economía en febrero frente al 4,1% del país vecino. Y eso teniendo en cuenta que el impacto de la guerra entre Ucrania y Rusia apenas ha impactado en la última semana del mes, pero todo apunta a que la energía se seguirá encareciendo en los próximos meses si el conflicto se alarga, continuando con el efecto contagio al resto de productos y alargando la crisis de precios más tiempo de lo previsto.
El principal motivo de este mayor impacto en España respecto a Francia es el componente energético, tal y como explica Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y presidente del INE entre 2011 y 2018. Por un lado, Francia es menos sensible a la subida de precios de la energía importada al tener su propia producción nuclear. Por otro, el Gobierno de Emmanuel Macron decretó dos medidas regulatorias para topar el impacto sobre el consumidor de la subida en el precio del gas y la electricidad, el denominado "escudo tarifario".
"En definitiva, son menos dependientes del exterior y han tomado medidas para contener los precios. Ambas razones explican por qué la inflación en Francia es menor que en España", detalla Izquierdo. Para el director del IEE, esto tiene efectos positivos a corto plazo, pero también "enmascara las señales del sistema de precios a la economía, posponiendo los ajustes" necesarios.
Además, hay otro riesgo añadido en este sistema: como las medidas regulatorias no se pueden mantener de manera ilimitada en el tiempo, si la crisis de precios se alarga, es posible que Francia tenga un IPC mayor el año que viene. Esta asimetría entre la inflación de España y Francia podría ser contraria en 2023", añade el presidente del Instituto de Estudios Económicos.
"Existe un diferencial desfavorable a nuestro país por nuestra dependencia del gas para producir electricidad"BBVA Research
Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas, reconoce que "existe un diferencial desfavorable a nuestro país" por "nuestra dependencia del gas para producir electricidad, así como la rápida transición de los mercados mayoristas a la factura de la luz". Por su parte, "Francia tiene una dependencia reducida gracias a la electricidad que suministran a precios estables las centrales nucleares". Además, "el efecto vaivén de los mercados en la factura de la luz se diluye en el tiempo".
No obstante, Raymond Torres apunta que la brecha entre España y Francia se está reduciendo. En términos intermensuales, en febrero los precios crecieron un 0,7% en Francia, una décima más que en España; y en enero lo hicieron un 0,4%, mientras que en España cayeron un 0,4%. Además, el director de Coyuntura de Funcas destaca que "lo que tienen en común ambos países es una dependencia del gas significativamente menor que en Alemania e Italia".
La crisis energética se alarga
Los expertos coinciden en que la crisis energética en España se vislumbra ahora más larga que a inicios de año, cuando se esperaba que remitiese a partir del verano. "El dato de hoy no es bueno porque confirma que los efectos de segunda ronda se están materializando y la guerra hará que soportemos más inflación, afectado negativamente al crecimiento económico en el corto plazo", afirma Camilo Ulloa, economista de BBVA Research.
Ulloa reconoce su "sorpresa" porque la inflación subyacente en España, más difícil de revertir, está ya en el 3%, por encima del objetivo del Banco Central Europeo (BCE), cuando los modelos de corto plazo señalaban que debería estar en torno al 2,6%. "La presión es más fuerte de lo que preveíamos y la guerra supone un nuevo shock", alerta Ulloa.
"Este shock geopolítico y la considerable filtración de las tasas altas de inflación a buena parte de los componentes de la cesta de consumo nos obligarán a revisar al alza nuestras previsiones de IPC para 2022 y 2023. Los elevados precios de la energía afectarán a España tanto por su impacto directo (a través del gas, el petróleo, el trigo y otras materias primas) como indirecto (intensificación de la filtración a los demás componentes de la cesta de consumo)", reconoce Caixabank Research.
Funcas ya ha advertido que la guerra en Ucrania puede elevar hasta dos puntos la inflación media en España este año, pasando del 4,6% estimado hasta ahora al 6,5%, por el efecto del incremento de los precios energéticos que se está registrando en los mercados como consecuencia del conflicto. Esto erosionaría la capacidad de compra de los hogares, restando fuelle a la recuperación del consumo privado y con una importante incidencia en el crecimiento económico.