El Gobierno mantiene sus previsiones de crecimiento del 4,3% para este año y rebaja las de 2023 del 3,5% al 2,7%. Así lo ha anunciado la vicepresidenta primera de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
El Ejecutivo ha decidido revisar a la baja su cuadro macro de forma sorpresiva, en el día en que ha aprobado el techo de gasto, pistoletazo de salida de los Presupuestos de 2023, y cuando el INE va a publicar el viernes el PIB del segundo trimestre y el IPC adelantado de julio, con un dato de junio del 10,2%.
El Gobierno no ofrece previsiones de inflación, pero estima que el deflactor del consumo, el indicador que más se le parece, se situará en el 7,8% este año desde el 6,1% que calculaba el 29 de abril. Asimismo, eleva el de 2023 del 2,1% al 2,9%.
Esto implica que estima una inflación media del 7,8% en 2022, con la que se calcula el alza de las pensiones en la reforma que acaba de entrar en vigor. El gasto en pensiones rebasará así los 14.000 millones extra en 2023 por la reforma, según los cálculos del Banco de España, que estima que cada punto de inflación supone 1.800 millones.
El pasado 29 de abril, el Gobierno realizó su primera y profunda reducción de previsiones en más de un año cuando remitió a Bruselas el Programa de Estabilidad, ya que para las Cuentas de 2022 no modificó el cuadro a pesar de que lo venían haciendo el resto de organismos, en plena escalada de la inflación y de los precios de la energía.
El pasado 14 de julio, Calviño sugirió que el cuadro macro se estaba revisando a la baja en la elaboración de los Presupuestos, pero que se haría público ya para la presentación de los Presupuestos. Pero finalmente ha adelantado la revisión a finales de julio.
Revisiones a la baja
El Gobierno se suma hoy también organismos nacionales e internacionales que vienen rebajando sus previsiones. Hoy mismo, el FMI ha rebajado su previsión de 2022 ocho décimas, al 4%, y la de 2023 del 3,3% al 2%.
La Comisión Europea ha mantenido este julio el crecimiento previsto para 2022 del 4%, pero ha recortado 1,3 puntos el de 2023, hasta el 2,1%, retrasando aún más la recuperación económica. Asimismo, ha revisado al alza la inflación prevista en España para este año, que en mayo situó en el 6,3% y ahora en el 8,1%. Asimismo, Bruselas ha alargado la crisis de precios al elevar del 1,8% al 3,4% la subida media prevista para 2023.
La OCDE ha hundido este junio el crecimiento de España al 4,1% del 5,5% que estimaba a finales de 2021 y prevé un 2,2% para 2023. Calcula que España cerrará este año con una inflación media del 8,1% y que en 2023, aunque se moderará, seguirá en el 4,8%.
El Banco de España (BdE) ha vuelto a recortar en junio su previsión de crecimiento económico de este año otras cuatro décimas, tras reducirla en 9 décimas el pasado mes de abril. De esta forma, pasa del 5,4% pronosticado en diciembre al 4,1%. También alarga la crisis inflacionista, y aunque recorta tres décimas la media de 2022, al 7,2%, aumenta en 6 décimas el de 2023 y eleva la inflación subyacente en ambos años.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha rebajado este mes su previsión de crecimiento del PIB al 4,2%, una décima por debajo de lo que estimó en abril (4,3%) y eleva 1,3 puntos la inflación esperada hasta el 7,8% (frente al 6,5% estimado en mayo, hace sólo dos meses).
El Panel de Funcas, que agrupa las estimaciones de una veintena de organismos económicos, rebajó la semana pasada sus previsiones de PIB para 2022 al 4,2% y las de 2023 al 2,5%. En el caso de este año, rebaja sus proyecciones una décima, cuando son varios los organismos que las mantienen. Hasta cinco servicios de estudios prevén ya un crecimiento por debajo del 4% este año.
En julio, también se ha publicado la rebaja de previsiones de BBVA Research, que ha hundido 1,5 puntos el crecimiento del PIB en 2023 y no descarta ya la recesión. La entidad financiera espera dos trimestres negativos seguidos, con una caída de tres décimas en el cuarto trimestre de 2022 y dos décimas en el primero del próximo año.
