Economía

Más allá de las fresas: casi la mitad de la miel importada de terceros países ha sido adulterada

Se habla mucho de los tomates, de las fresas y de las judías, pero casi cualquier producto es susceptible de no adaptarse a las normas de la UE; uno de ellos, menos conocido, es la miel

  • Una panel de miel -

Aunque los reclamos del campo hayan 'caído en el olvido' las últimas semanas, el problema estructural no ha quedado, "ni de lejos", solucionado. Una de las polémicas que sigue dando mucho de qué hablar es la de la "competencia desleal", que en ocasiones ha provocado la entrada de alimentos que no cumplen con las normas de la UE. Se ha hablado mucho de los tomates, de las fresas y de las judías verdes, pero casi cualquier producto es susceptible de no adaptarse a las exigencias comunitarias; uno de ellos, sin tanto protagonismo, es la miel: al menos el 46% de la miel importada de terceros países ha sido adulterada en algún momento.

Así se desprende de los datos de un informe emitido por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y el Centro de Investigación Conjunta de la UE, y recopilados por Sicpa, la mayor multinacional de soluciones y tecnologías contra la falsificación, fraude y piratería.

Según estos datos, "el 46% de la miel importada de países de fuera de la Unión Europea ha sido alterada mediante la adición de agua o jarabes de azúcar artificial, con el fin de aumentar su volumen. Además, en España, uno de los principales importadores de la UE, más de la mitad de los productos analizados han resultado sospechosos, con empleo de aditivos, colorantes y estrategias para encubrir el origen geográfico y la trazabilidad del producto".

Si se observan los datos por país de origen de la miel, sorprende la realidad de Reino Unido, donde el 100% de la miel que llega a la UE ha sufrido alguna adulteración. En el caso de las importaciones de China la alteración llega al 74% y en el de Turquía al 93%. La investigación se basó en el análisis de 320 muestras, de las cuales el 46% mostraron indicios de no cumplir con la Directiva de la Miel.

Pese a que tengamos una autosuficiencia del 60%, según los datos de la propia UE, en Europa dependemos para esta melaza de las importaciones de terceros

"El mercado de este producto en la UE, que, según datos de Euromonitor, está en pleno crecimiento (2.000 millones de euros en 2019, 2.200 millones de euros en 2020 y 2.300 millones de euros en 2021) se encuentra seriamente amenazado por el fraude. Con una producción anual de 218.000 toneladas (el 12% de la producción total de miel en el mundo), la UE es el segundo productor mundial después de China. Sin embargo, también el segundo importador mundial de miel después de EE.UU., con 175 000 t/año", cuentan desde Sicpa.

Pese a que tengamos una autosuficiencia del 60%, según los datos de la propia UE, en Europa dependemos para esta melaza de las importaciones de terceros. Concretamente, el 90% de las importaciones vienen de Ucrania, China, México, Argentina, Cuba, Brasil, Uruguay y Turquía. Por el otro lado, Alemania, Polonia, Bélgica y España son los destinos principales de esas importaciones. "Esta dependencia hace que España se una de las "víctimas primarias del fraude que podría afectar a la mitad de la miel importada".

Un bote de miel

La UE se compromete a proteger la miel

Desde hace años, cuando los casos de fraude de la miel comenzaron a salir a la luz, la Unión Europea se ha comprometido con este producto y ha tratado de realizar leyes para protegerlo. Por ejemplo, el pasado 12 de febrero de 2024 se alcanzó un acuerdo provisional del Consejo y el Parlamento Europeo sobre la revisión de las Directivas Desayuno, aprobado por el Comité Especial de Agricultura, que incluye a la miel entre los productos a proteger en la Unión Europea.

Según este acuerdo, las etiquetas de la miel deberán hacer constar los países de origen, en orden decreciente en función del peso, así como el porcentaje que cada país representa en la mezcla, en beneficio de la transparencia para el consumidor.

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