Se esperaba este 2021 un año de clara recuperación de un sector maltratado por la crisis del coronavirus en 2020, que como otros muchos sectores tuvo que cerrar durante meses tanto concesionarios como fábricas con un importante freno en un ejercicio que se confiaba iba a mejorar los buenos datos de 2019 cuando se superó de forma holgada el millón de unidades. Pero la crisis de la covid-19 en 2020 unida este 2021 a la de la escasez de chips ha llevado a un ejercicio que retrocede a cifras de hace siete años.
Y en medio de tanta crisis originada por causas ajenas al sector, llegó el año pasado la nueva normativa de emisiones WLTP que modificaba de forma significativa los niveles de emisiones homologados de los coches y, por ende, los tramos de impuestos, que implicaban una generalizada subida de precios. Y aunque tras las muchas presiones de marcas y fabricantes para que el Gobierno los revisara para adaptarlos como han hecho otros países europeos y evitar una subida -que al menos logaron una paralización temporal hasta este mes de diciembre-, finalmente a partir de enero entrarán en vigor sin ajuste ni modificación alguna lo que va a llevar un alza de los precios.
Y es que cerca del 40% de los coches nuevos que se matriculen en España a partir del 1 de enero próximo subirán de precio debido a que, este próximo 31 de diciembre, finaliza la moratoria que se aplicaba a los tramos impositivos del impuesto de matriculación que lleva en vigor desde junio pasado, y que el Gobierno no ha querido modificar para no dejar de ingresas millones de euros.
Actualmente, solo están obligados a pagar el impuesto de matriculación los turismos que emitan más de 144 gr/km de CO2. Pero a partir de 2022, este tope se volverá a reducir hasta los 120 gr/km lo que hará que muchos de los que ahora están exentos dejen de estarlo. Y es que como consecuencia de la aplicación del sistema de homologación de vehículos WLTP, mucho más exhaustivo en la medición de las emisiones que el anterior NEDC, el tramo más alto de gravamen para el impuesto (14,75 %) también bajará, pasando de los 240 g/km de CO2 actuales a 200 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.
De acuerdo con los cálculos del portal Idoneo.com, esto provocará que casi cuatro de cada diez de los vehículos nuevos que se matriculen se vean afectados por una subida de precios que oscilará entre los 200 y los 1.000 euros, dependiendo del modelo y emisiones. Cuando acabe la moratoria del Gobierno el impuesto de circulación afectará según sus estimaciones a nueve de cada diez conductores que adquieran un vehículo nuevo, cuando actualmente el 60% del mercado está exento de abonarlo.
En 2022 esta situación cambiará por completo, pues solo el 7% de los nuevos vehículos estará por debajo del tope establecido por la normativa, y muchos son los expertos que ven en la modalidad de renting una opción alternativa a la compra para reducir costes. Y es que esta modalidad de “compra” está creciendo mucho en los últimos años, no sólo por la crisis en sí sino también por los constantes cambios en los mensajes sobre el automóvil que llegan desde las diferentes administraciones y que no hacen sino generar muchas dudas en la compra y que está también provocando la caída de ventas que está sufriendo el sector.
El peor noviembre en siete años
Una subida de precios que llega en uno de los peores ciclos del sector en los últimos siete años, no en vano las matriculaciones de noviembre muestran los peores datos desde 2014, cuando se vendieron poco más de 65.000 unidades frente a las casi 66.500 del pasado mes. Cifras que también se retrotraen en lo que al acumulado se refiere al mismo ejercicio 2014, en el que hasta noviembre se habían comercializado 781.000 turismos frente a los 773.000 de este año.
Unas cifras que suponen que las matriculaciones de turismos se hayan reducido un 12,3% en el undécimo mes del año respecto de noviembre de 2020, pero que resultan todavía más alarmantes si se comparan con el mismo mes de 2019, con una caída que llega hasta el 28,7%. Y aunque entre enero y noviembre de este año se han vendido casi 774.000 unidades, un 4% más que en los once primeros meses de 2020, supone todavía un notable descenso del 33% respecto al periodo enero-noviembre de 2019.
Por canales, el de alquiladores registra la peor caída con un descenso de las entregas del 23%, hasta las 3.230 unidades, mientras que el canal de particulares es el que menos desciende en esta ocasión, un 11,1% y entrega 34.436 unidades.