La campaña para las aún no convocadas elecciones autonómicas catalanas se puede decir que ya ha empezado, y no con buenas maneras.
Joan Tardà ha publicado un artículo en el Periódico —Más 'junquerisme' y menos 'torrisme'— que no ha sentado nada bien en la presidencia de la Generalitat. Si recordamos que en otro momento se dijo que «junquerismo es amor», ya tenemos servido un silogismo que nos invita a concluir que el torrismo es lo contrario.
Uno de los obstáculos que debe superar el junquerismo, es decir ERC, para poder ser profeta en su tierra, es decir gobernar la administración autonómica, lo constituye, dice Tardà —alguien tenía que decirlo—, "el terraplén nacionalista post-convergente que no duda en pactar la Diputación de Barcelona con Núria Marín [PSC] para impedir que un republicano la dirija, pero que a la vez se ancla en el conflictivismo simbólico estéril y en el conservadurismo, ignorando la realidad del país y la perentoria necesidad de conseguir en el próximo ciclo electoral un avance significativo de apoyo popular".
¿Conservadurismo? ¿Está llamando conservador a un movimiento, un gobierno y una presidencia tan angustiados por aplicar políticas sociales? ¿Conflictivismo simbólico estéril? ¿Cómo van a ser estériles ese quita y pon de pancartas, los discursos salpimentados de insultos, tanto descrédito de la democracia española?
En los próximos días veremos seguramente réplicas airadas, procedentes del partido de Waterloo, contra quien ha acuñado el término "torrismo", que sin duda ha venido para quedarse.
Tardà completa su invectiva con un extraño paralelismo: "Más 'junquerisme' y menos 'torrisme' (…) trasladado al ámbito español podría ser leído como “más pablismo y menos sanchismo”". Debe ser su manera de pedir el voto al votante de izquierda que está descontento del PSOE y prefiere a Podemos.
Aquí le ha servido en bandeja la réplica, al presidente Torra, que en un tweet afirma: "No acostumbro a ver la vida en clave española. Fácil, yo quiero la independencia. ¿Y tú?" Tú, Tardà, ves la vida en clave española y no quieres la independencia.
Estimat amic, estic acostumat a gairebé totes les teves pirotècnies verbals, però això del “torrisme” m’ha deixat bocabadat. I equiparar-lo al “sanchisme” supera els límits de la meva imaginació. No acostumo a veure la vida en clau espanyola. Fàcil, jo vull la independència.I tu? https://t.co/5NLFv2lx9p
— Quim Torra i Pla (@QuimTorraiPla) May 25, 2020
El tema central de los próximos debates entre independentistas será determinar quién es realmente independentista y quién sólo lo parece, quién pone obstáculos a la independencia y quién los allana, quién es coherente y quién sólo aspira a vivir de la política, quién trabaja por Cataluña y quién trabaja por España. Será tan apasionante como siempre.
El infame Pérez de los Cobos
Siempre viendo señales del inminente apocalipsis, Vicent Partal aprovecha la destitución del "infame coronel Diego Pérez de los Cobos" para advertirnos de que el huevo de la serpiente ya ha estallado.
"Las terribles sombras que dibuja esta trayectoria vital no sólo no han preocupado nada al gobierno español, hasta ayer, sino que ni siquiera han impedido en ningún momento el ascenso de Pérez de los Cobos hasta la cúpula de la Guardia Civil. Y ahora, de repente, ¿qué demonios ha pasado? Pues ha pasado que bajo su dirección sus hombres investigaron nada menos que al gobierno español, y emitieron unos informes que han derivado en una investigación judicial contra la Moncloa por haber autorizado la manifestación del Ocho de Marzo".
En esa actuación percibe ni más ni menos que "el alcance del conflicto ya evidente entre el poder profundo de España y el actual gobierno". E insiste en que «el golpe de estado del 20 de septiembre del 2017 [el día que la Guardia Civil, por orden judicial, llevó a cabo registros en varias consejerías de la Generalitat] consiguió frenar momentáneamente el proceso de independencia de Cataluña pero tuvo un efecto, un precio, devastador para España, que a la larga será mucho más determinante que el primero. Ese día se destruyeron las estructuras institucionales, se dio la vuelta a las normas de funcionamiento y a las cadenas de mando y responsabilidad, y se dejó al estado entero, no sólo al Principado de Cataluña, a merced de la serpiente».
La mayoría de la gente lo vio y lo vivió de otra manera, no como un golpe de estado sino como la investigación en torno a un golpe de estado sobradamente anunciado. Pero Partal encuentra allí la explicación de por qué España se irá al carajo muy pronto.
"Todo esto que vemos ahora, y prepárense para cosas mucho más gordas que veremos pronto, tiene que ver con aquellos hechos".
El empadronamiento sin domicilio
Sabido es que el padrón municipal es el coladero de todas las irregularidades concebibles. Por extraño que parezca no lo es bastante en opinión de la izquierda extrema. El padrón debería ser capaz de incorporar también a todos los que viven a salto de mata.
Nos lo ilustra la Directa, en El empadronamiento sin domicilio fijo:
"La ausencia de un contrato de alquiler o vivir en régimen de ocupación así como en condiciones de infravivienda en asentamientos, barracas o espacios ocupados hacen mucho más difícil el acceso al padrón, que debe facilitarse por parte de la administración local, con el objetivo de tener un registro real de las personas que habitan en cada municipio. Según la normativa, en ningún caso el consistorio entrará a valorar la cantidad de personas ya empadronadas ni las condiciones de las mismas para permitir el empadronamiento".
Y citan la "Resolución de 17 de febrero de 2020"(…) por la que se dictan instrucciones técnicas a los Ayuntamientos sobre la gestión del Padrón municipal (BOE del 2 de mayo de 2020), según la cual «el Padrón debe reflejar el domicilio donde realmente vive cada vecino del municipio y de la misma manera que la inscripción padronal es completamente independiente de las controversias jurídico-privadas sobre la titularidad de la vivienda, lo es también de las circunstancias físicas, higiénico-sanitarias o de otra índole que afecten al domicilio. En consecuencia, las infraviviendas (chabolas, caravanas, cuevas, etc. e incluso ausencia total de techo) pueden y deben figurar como domicilios válidos en el Padrón".
Los ayuntamientos se han de limitar a dar por buenos los datos y las referencias que presenten los empadronables sin preocuparse de si han invadido una propiedad privada —una simple "controversia"— o si afirman residir bajo una farola.
Es comprensible que en algunos municipios haya ciertas reticencias a convertir el padrón en un pozo sin fondo: "Parece que nadie quiere ser el primero en respetar el derecho a empadronarse sin domicilio fijo por un hipotético efecto llamada. Nos parece aberrante este argumento".
A otros nos parece aberrante que el empadronamiento y los beneficios que conlleva no estén regulados por otra ley que la ley de la selva.
La patronal reacciona contra el Ayuntamiento de Barcelona
Manifiesto de la patronal catalana, Foment y, contra los disparates del Ayuntamiento de Barcelona: Por una ciudad de consenso y de futuro.
La cruzada contra el vehículo privado que ha emprendido el consistorio de la capital de Cataluña es el motivo central del manifiesto: "La bicicleta no puede ser el vehículo principal en el cual el Ayuntamiento de Barcelona base esencialmente la movilidad en la ciudad. Es poco realista. Es irreal".
Y se detecta una cierta hostilidad: "El Ayuntamiento está obligado a dar soluciones y no a dar problemas como parece que se obceca el gobierno de Ada Colau".
El diagnóstico de la patronal es terminante:
"La política y normativa de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona constituye un obstáculo para la recuperación económica e impone cargas adicionales a los trabajadores por cuenta ajena y autónomos, dificultando el acceso a su puesto de trabajo, en un momento en el que ha aumentado el número de trabajadores afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Ocupación. Muchos autónomos no podrán volver a abrir sus empresas y el paro ha aumentado de forma exponencial por la parada obligada de la economía que ha paralizado sectores capitales de la ciudad y de su área metropolitana".
Cuando todo el mundo estaba preocupado por el parón de la economía provocado por la pandemia, dijo Janet Sanz, titular de Urbanismo, Ecología y Movilidad, que hay que evitar que se vuelva a reactivar el sector automovilístico. Y ya el año pasado, la gerente de Movilidad, Rosa Alarcón, ordenó: Caminemos. Eso es lo realmente sostenible. La inmovilidad provocada por el confinamiento parece ser una ilustración del paraíso sostenible al que pretenden llevarnos estos irresponsables.
Entre otras cosas, la patronal advierte que en estos momentos "el vehículo privado está destinado a asumir un nuevo protagonismo mientras dure la pandemia del covid-19" y que "el transporte público se enfrenta a un riesgo de saturación al verse obligado a llevar menos pasajeros ante la necesidad de tener que garantizar una distancia mínima entre las personas para evitar los contagios".