La negativa del PP a que la Casa Real explique su presupuesto en el Congreso ha echado más leña al fuego en el debate sobre la transparencia de la monarquía en España. Tras una petición del PSOE para que un representante de Zarzuela compareciera en la Comisión de Presupuestos para explicar en qué emplearán los 7,78 millones asignados para 2014, la vicepresidenta primera de la Cámara, Celia Villalobos, zanjó que la Ley de Transparencia todavía no está aprobada y que, hasta que no se apruebe, no habrá una "apoyatura legal" a esta petición.
Por el momento, la única mención ‘legal’ a las cuentas de Zarzuela se encuentra en el artículo 65 de la Constitución, que establece que “el Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y Casa, y distribuye libremente la misma”. De hecho, esta es la frase que encabeza el pequeño desglose que la Casa Real hace de sus presupuestos anuales en su web.
El resumen se limita a señalar la cantidad asignada para el año en curso (en estos momentos, la última asignación disponible es la de 2013) y la distribución de cantidades para Familia Real, gastos de personal, gastos corrientes en bienes y servicios, fondo de contingencia e inversiones reales. El desglose incluye un gráfico de barras comparando el gasto en estos cinco apartados con el ejercicio anterior, del que no da las cifras exactas.
Además de los 7,93 millones de euros asignados en 2013 a la monarquía, hay gastos de la Corona que escapan a este presupuesto. Se trata del gasto que hacen otros organismos e instituciones del Estado en prestar servicios a la Casa Real. Es el caso de Patrimonio Nacional, organismo encargado de, entre otras funciones, los actos oficiales.
Los ministerios también prestan estos "servicios a la Corona". Así, por ejemplo, Presidencia incluye una partida de casi seis millones de euros para pagar a los funcionarios de Zarzuela y Defensa se encarga del mantenimiento de los caballos de la Guardia Real (destina 632.675,30 al año a pienso, heno y viruta), además de otros ministerios, como Exteriores o Interior.
La monarquía británica, la más transparente de Europa
¿Realmente tenemos una monarquía transparente? Incluso con la entrada en vigor de la nueva Ley de Transparencia, la monarquía de Juan Carlos I aún estaría muy lejos de la de la reina británica Isabel II, considerada la más transparente de Europa.
Mientras nuestra Casa Real únicamente explica la distribución del presupuesto del año en curso, la soberana británica hace público al cierre de cada ejercicio un informe detallado de sus cuentas en comparación con el año anterior. Tan detallado, que el último disponible (el de 2011-2012) tiene 136 páginas, más la ‘civil list’, otro documento de 46 páginas.
Ingresos, gastos, cuentas corrientes, gastos de personal (con sus correspondientes apartados, como pagos a la seguridad social y aportaciones a fondos de pensiones), propiedades… todo aparece debidamente detallado en las cuentas de Isabel II, incluso gastos en peluquería, calefacción, catering, limpieza, bebidas alcohólicas, papelería, agua o gas.
Pero Isabel II no es la única que pone todas sus cuentas a disposición de sus súbditos. Las casas reales danesa y noruega también están obligadas a especificar en sus presupuestos incluso los gastos más triviales. Electricidad, facturas de teléfono o mantenimiento de parques y jardines son algunas de las partidas declaradas en los presupuestos.
