Los analistas hablan de pinchazo en toda regla. Alemania ha fracasado en su objetivo de colocar 6.000 millones en bonos a 2 y 10 años en la subasta celebrada hoy, en la que el Tesoro alemán se ha tenido que conformar con colocar 3.600 millones. La cifra prevista era de 6.000 millones y prueba que no sólo hay mucha cautela con los países periféricos. También la hay sobre una locomotora económica que, como las demás naciones, entierra problemas bancarios y de endeudamiento excesivo.
El Tesoro alemán colocó la rentabilidad de los bonos a 10 años en el 1,98%, por debajo del 2,09% de la anterior colocación. Por su lado, los activos a 2 años se adjudicaron a un testimonial 0,4%.
El Bundesbank, además, cubrió cerca del 40% del total de los bonos solicitados, con lo que la demanda real no ha llegado a cubrir la oferta ni de lejos. El dato oficial habla de una tasa de cobertura mínima de 1,1 veces más títulos pedidos que vendidos, cifra que se queda sobre 0,6 veces al descontar la demanda del Bundesbank, insuficiente para cerrar la subasta con éxito.
En los últimos tiempos, el dinero ha salido de los bonos periféricos de manera acusada, llevando las rentabilidades de referencia españolas e italianas al entorno del 7%, cota de intervención, según han alertado numerosos expertos. Alemania, país que se ha negado a implementar planes de rescates concretos a Grecia hasta que aplique nuevos y más duros recortes y que hoy mismo se ha mostrado en contra de los Eurobonos, se ha beneficiado del efecto refugio.
El dinero que se ha marchado de todos los bonos europeos se ha refugiado en el bund, lo que le ha provocado un rallye alcista en precios (y bajista en rentabilidad) en los últimos meses.
Su deuda está por debajo del 2%, lo que supone una amplísima ventaja competitiva a la hora de acudir a los mercados. Incluso Francia se ha visto penalizada en los tiempos recientes y ha colocado su deuda por encima del 3,6%. Pero la falta de demanda indica por un lado que estos tipos son artificilmente bajos y que los mercados le aplican, realmente, una tasa mayor de riesgo a la principal economía de la Eurozona.
Fuertes pérdidas
En el mercado secundario, el bund acusaba el golpe y se convertía, poco antes de la apertura de las plazas estadounidenses, en el peor bono de la Eurozona. En esos momentos, el 10 años se colocaba de nuevo por encima del 2%, después de elevar su rentabilidad en 15 puntos básicos, equivalentes a un descenso en precio del 7,6%.
La presión era fuerte también para Francia, que incrementaba su tipo en 12 puntos, mientras Italia lo hacía en 9 puntos y España sólo en tres puntos, hasta el 6,63%. La prima de riesgo doméstica se colocaba en 458 puntos básicos. Ayer superó en determinados momentos los 460 puntos.