El Presidente del gobierno comunicó personalmente a Mariano Rajoy la aprobación del indulto del banquero Alfredo Sáenz en su reunión del miércoles 23, según han confirmado a Vozpópuli fuentes tanto del PSOE como del PP. En aquella reunión “no hubo una oposición de Rajoy” lo que ha sido interpretado por Moncloa como “un acuerdo tácito con la decisión”. Fuentes de Moncloa aseguran que la comunicación a Rajoy ha sido la tercera que el PP ha recibido sobre este asunto. Antes fue el ministerio de Justicia y en la primera semana de octubre también se consultó con el entorno popular la posibilidad de tramitar ese indulto. “En ninguna de esas ocasiones hubo oposición popular”, aseguran fuentes de Moncloa.
El equipo de Mariano Rajoy critica, sin embargo, que el gobierno no ha querido transmitir al PP información por escrito. Soraya Sáenz de Santamaría pidió explícitamente la lista de indultos previstos a la comisión de traspaso de poderes. Ante su petición, el gobierno se negó a entregarle los documentos con el argumento de que “no forman parte de los asuntos de gobierno”, aseguran fuentes populares.
El ministro portavoz, José Blanco, ha insinuado que fueron consultados al afirmar que “el gobierno informa a través del ministro de la presidencia de los asuntos que son objeto de consideración por el consejo de ministros”.
Zapatero marca la decisión y el calendario
Zapatero planteó la posibilidad de llevar el indulto al consejo de ministros hace casi un mes pero el Presidente optó también personalmente por posponer la decisión hasta después del 20-N para no convertirla en una baza política.
Moncloa no quiso perjudicar al candidato Rubalcaba, que había hecho de su presión a los bancos uno de sus ejes centrales. El propio Rubalcaba trasladó a Zapatero su reticencias, tal como informó en su día Vozpópuli.
Según argumentan fuentes conocedoras del proceso, Zapatero consideró que una fecha posterior al 20N también evitaba salpicar la imagen de un futuro gobierno Rajoy cuya primera decisión debería ser la de conceder un indulto que ambos partidos consideran “razonable”. Ante ese escenario, el Presidente optó personalmente por posponer la decisión a después del 20N, con el ejecutivo ya en funciones, tal y como adelantó en exclusiva Vozpópuli el pasado 10 de octubre.