El Parlamento de Portugal aprobó hoy los duros presupuestos del Estado para 2012, con los que espera cumplir las exigencias del rescate financiero que obtuvo en mayo gracias a la mayoría absoluta del Gobierno conservador.
El Partido Socialista, principal grupo de la oposición tras perder las elecciones anticipadas de junio pasado, se abstuvo en la votación y las tres formaciones de la izquierda marxista rechazaron la propuesta en medio de fuertes críticas a su impacto social y a la recesión y desempleo que puede generar.
Los presupuestos recogen fuertes recortes del gasto e inversión del Estado, rebajas de salarios para funcionarios y pensionistas, que en muchos casos perderán una o dos de sus pagas extra, y aumentos generalizados de impuestos que en el caso del IVA pasará del 13 al 23 por ciento en diversos servicios y alimentos.
La deuda roza el 14%
Los mercados no cejaron hoy en su presión sobre la deuda de Portugal y llevaron su interés a rozar el 14 %, una cifra que supone un nuevo récord desde la entrada en vigor del euro y que duplica la rentabilidad de estos bonos hace sólo un año.
Las obligaciones lusas a diez años volvían a subir hasta sobrepasar el 13,9 por ciento, cuando en la última semana de noviembre de 2010, estos mismos títulos eran penalizados con una tasa que rondaba el 7 por ciento.
El bono alemán, utilizado habitualmente como referencia, se vendía hoy con una rentabilidad del 2,2 por ciento, lo que situó el diferencial con los títulos portugueses por encima de los 1.100 puntos base.
Después de varios meses de relativa estabilidad desde que en julio superaran por primera vez el 13 por ciento, los intereses que penalizan la deuda soberana de Portugal en el mercado secundario -donde se compran y venden los títulos adquiridos en subasta pública- se han vuelto a disparar.