Distintas voces del sistema financiero plantearon a Rajoy, siendo aún candidato, la necesidad de crear un banco malo según el modelo alemán con el fin de sanear la banca española. Sin ir más lejos hace dos días en declaraciones a Onda Vasca, el presidente de BBK y de Kutxabank, Mario Fernández apostó abiertamente por la creación de un banco malo según el esquema alemán. “Al candidato Rajoy le sonó bien este modelo cuando se le propuso”, aseguran fuentes conocedoras de este encuentro.
La propuesta también se le propuso al gobierno de Zapatero, pero la proximidad con las elecciones del 20-N evitó que se pudiera estudiar la idea. “Con este modelo, se pretende, además de ayudar a sanear el sistema financiero, encontrar el rápido consenso de la canciller Merkel. Si en Alemania fue eficiente, ahora la canciller no podía poner ningún pero a la propuesta”, explican las fuentes consultadas.
La presión del sistema financiero sobre el futuro gobierno de Rajoy para que cree un banco malo es cada vez mayor. Durante las últimas semanas han ido apareciendo distintas propuestas sobre cómo podría instrumentar el nuevo gobierno de Rajoy un banco malo para sanear la banca española. En este medio ya detallamos por un lado la propuesta de Aristóbulo de Juan, y, por otro, lo que supondría a las arcas del Estado, según cálculos de Morgan Stanley, un banco malo siguiendo el ejemplo irlandés. La última ocurrencia del sector financiero es replicar el modelo alemán.
Cómo funciona el banco malo alemán
En el esquema de banco malo alemán el riesgo de los activos transferidos en última instancia se mantiene en la banco, de manera que los accionistas existentes en ese momento seguirán siendo los responsables últimos de las pérdidas. Se haría un banco malo por entidad como entidad jurídica separada.
Las entidades financieras domiciliadas en Alemania que quisieron pasar los activos dañados a un banco malo, debían solicitarlo a la Agencia de Estabilización del Mercado Financiero. A aquellos bancos autorizados se les permitió transferir al banco malo los productos estructurados, no los préstamos normales, que habían sido adquiridos con anterioridad al 31 de diciembre de 2008.
Los activos fueron comprados por el banco malo al mayor precio entre el 90 por ciento del valor en libros según se recogía en las últimas cuentas auditadas y el valor económico a largo plazo. La deducción del 10 por ciento del valor en libros podía ser inferior, en caso de que el core capital del banco cayera por debajo del 7 por ciento. A cambio, el banco recibía valores garantizados por el Estado alemán. Además, se determinaba el valor fundamental de los activos transferidos. El banco tenía que proporcionar información sobre el valor actual confirmado por expertos independientes y las autoridades de supervisión bancaria.
El banco tenía que pagar una compensación anual al banco malo por la diferencia entre el valor de transferencia y el valor fundamental, dividido por el número de años hasta el vencimiento, veinte concretamente, para asegurarse de que el banco malo no termina con una perdida. La restricción de esta indemnización al banco malo es el dividendo a los accionistas del banco. Si los dividendos en un año se encuentran por debajo de la cantidad de compensación requerida por el banco malo, las compensaciones serían mayores en los años posteriores.
Ventajas del modelo alemán
Las ventajas de la participación en el esquema de banco malo alemán - a pesar de la disposición de los riesgos en el sistema bancario - es el alivio temporal de los balances de los bancos que libera capital desde el momento en el que el riesgo se reduce significativamente, por lo que permite al banco otorgar nuevos préstamos.
Las pérdidas corren totalmente a cargo del banco, pero se extienden en el tiempo. Además, los bonos garantizados por el Estado alemán pueden ser utilizados como garantía en re refinanciación operaciones con el eurosistema. El grado de incertidumbre se reduce significativamente desde el momento en el que los pagos por las compensaciones son fijos y el banco no se someterá a depreciaciones adicionales sobre los activos transferidos.