Con el sistema financiero levantino neutralizado por las intervenciones (CAM y Banco de Valencia) o las integraciones (Bancaja en Bankia), el resto de entidades han convertido la comunidad valenciana en un caladero de captación de nuevos clientes. Desde que se inició la crisis en el Banco de Valencia, el Sabadell ha captado una media de 9.000 clientes a la semana en la capital del Turia. Un esfuerzo comercial que la entidad que preside Josep Oliu ha venido desarrollando en los últimos meses en el área de influencia de la CAM. Sin embargo, en la última semana, a la red de oficinas del Sabadell llegó un mensaje claro: desactivar la captación de clientes de la caja alicantina, signo evidente de la inminente entrada de la CAM en el banco catalán.
La razón no es otra que la soledad del Sabadell en la puja por la CAM. "Hay que captar a los clientes de otras entidades y dejar tranquila a la CAM", explican desde una de las sucursales del Sabadell en Alicante, que recibió la orden el pasado lunes. Como todo indica, el banco catalán se convertirá oficialmente en el nuevo dueño de la CAM. Así debe confirmarlo a lo largo de la próxima semana el Banco de España, tras una semana de conversaciones entre el supervisor y el Sabadell para terminar de cerrar los flecos de la operación. "Son operaciones muy complejas y, por esa razón, las decisiones necesitan su tiempo", explican fuentes del supervisor.
La entrada de la CAM en el Sabadell supondrá un alto coste para todos los contribuyentes. Por esa razón, el Gobieno aprobó el pasado viernes que el la banca doble su aportación al Fondo de Garantía de Depósitos para minimizar el peso de los ciudadanos en los rescates financieros. Aún así, la venta de la caja alicantina seguirá siendo un duro lastre para las cuentas públicas y los contribuyentes. Según fuentes conocedoras del proceso, la factura para cubrir las minusvalías de la caja alicantina podría superar los 16.000 millones de euros, de los que sólo los primeros 4.000 milllones están cubiertos por la CAM. A partir de esa cantidad, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) cubriría el 80% de las pérdidas y el comprador, el 20% restante. A estas cifras hay que sumar los 2.800 millones de inyección pública tras la intervención, el pasado julio.
Para comprar la CAM, el banco presidido por Josep Oliu necesitará realizar una ampliación de capital de hasta 2.000 millones de euros, con los que asumirá los activos de la caja alicantina, además de cubrir ese 20% de las pérdidas que afloren en los números de la caja.
"Todo lo que no sea la integración con el Sabadell sería una sopresa para nosotros por las informaciones que manejamos", confirma un directivo de la CAM. En el interior de la propia caja alicantina asumen ya la entrada del Sabadell e incluso algún representante sindical asegura que el plan laboral expuesto por la entidad catalana es el más "cerrado y de rápida implantación" de los que han presentado todos los bancos que aparecían en la puja.
En la CAM pujan por el Sabadell
Desde la caja alicantina esperan que se dé por conluído el proceso de venta cuanto antes, tras el retraso del pasado viernes, adelantado por Vozpópuli. "Todo lo que no fuera así sería muy negativo para la entidad. Ni el Banco de España, ni el nuevo gobierno del PP ni la imagen del sector puede permitirse otro retraso en la solución de la CAM", razonan en la zona noble de laentidad alicantina.
"Hasta que no se resuelva la subasta de la CAM, el proceso de reestructuración del sistema financiero está frenado. Hay que quitar ese freno para imprimir velocidad a la transformación del panorama", explican desde un par de entidades. "Tenemos que empezar a pensar en la venta de Unnim cuanto. El proceso de la CAM hay que cerrarlo cuanto antes", se asegura desde un banco que pujará por la pequeña entidad catalana.
Esta misma entidad no duda de la concesión de la CAM al Sabadell. "Su proyecto (refiriéndose al banco catalán) está tan articulado como el de la BBK cuando ganó la subasta por Cajasur", aseguran las fuentes consultadas. En aquella subasta, la caja vasca desembarcó con su personal en la entidad cordobesa, dirigida por la Iglesia antes de su intervención, al día siguiente de la comunicación del Banco de España. El proceso puede volver a repetirse con la CAM. Las maletas de muchos responsables del Sabadell están ya preparadas para recalar en Alicante.