Vox se fundó en 2013, justo un año después que Fratelli d'Italia. En 2018, cuando la formación italiana liderada por Giorgia Meloni solo arañaba un 4,3% de los votos, los de Santiago Abascal estaban en pleno auge. Para sorpresa de las casas demoscópicas, en diciembre de aquel año, el partido español irrumpió por primera vez en una institución: el Parlamento de Andalucía. Después llegó la doble ración de elecciones generales en 2019. Vox entró en el Congreso con 24 escaños y escaló a los 52 con la repetición de noviembre. En total, cosechó un 15,2% de las papeletas y logró convertirse en tercera fuerza parlamentaria.
Abascal y Meloni comparten el grueso de sus programas en torno a la familia, la inmigración ilegal, sus críticas al eje París-Berlín de la UE y las políticas en torno al género y el cambio climático, pero no coinciden en el ritmo de crecimiento. El primero convenció a cerca de cuatro millones de votantes mucho antes, mientras que el salto de la segunda llegó el pasado domingo al captar el 26% de los votos y multiplicar por seis el resultado de los anteriores comicios. Eso sí, con la posibilidad de convertirse en primera ministra de Italia. ¿Podría el presidente de Vox ganar unas elecciones? ¿Ha tocado techo la formación o aún hay margen para seguir creciendo?
El profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) Matteo Re explica a 'Vozpópuli' que, a pesar de las similitudes a nivel programático, las circunstancias para el crecimiento de Meloni eran y son más favorables. "Para entender su victoria hay que remontarse a las elecciones generales de 2018. No hubo un claro ganador, sino un equilibrio de fuerzas. Italia empezó a encadenar gobiernos de muy breve duración y con alianzas insospechadas como la del Movimiento 5 Estrellas, de corte antisistema y asistencialista, y La Lega, que son populistas de derecha", recuerda.
"Gobernaron tan solo un año. Después se formó otro Ejecutivo entre Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático, la izquierda tradicional. En febrero de 2021 caen y se forma un Gobierno liderado por el tecnócrata Mario Draghi. Le apoyan todos a excepción de Fratelli d'Italia", subraya. Según Matteo Re, Meloni se ha visto beneficiada por no haberse acercado al área de Gobierno en los últimos años. "El 26% que ha logrado se debe a una baja participación y al castigo contra el resto de fuerzas que sí se han alternado en el poder. Se trata de un voto protesta contra la ineficiencia de la clase política actual", sostiene el también profesor del Máster en Análisis y prevención del terrorismo.
El desplome de La Lega
Por otro lado, explica, en el bloque de la derecha también se han cambiado los equilibrios. "En 2013, el primer partido era Forza Italia con Berlusconi; en 2018, La Lega con Salvini y ahora Fratelli d'Italia. Si los demás no hubiesen sufrido tal batacazo en las urnas, Meloni tampoco habría alcanzado esas cuotas", indica.
En este sentido, dice, Vox lo tiene más complicado. "En España el bipartidismo está arraigado, no hay tantos partidos fuertes, y el PP de Feijóo parece estar atrayendo más votantes que en la era Casado. A no ser que los 'populares' caigan, Abascal tiene más difícil crecer en España", asegura. Por otro lado, advierte, la "demonización" de partidos como Fratelli d'Italia o Vox puede crear un "efecto boomerang". "Que el 26% de los italianos hayan votado a Meloni no quiere decir que haya vuelto el fascismo. La gente está harta. No existe un culto en torno a un único líder como pasaba con Mussolini. Si Meloni no funciona será olvidada y se irá a su casa como los demás", defiende.
Que el 26% de los italianos hayan votado a Meloni no quiere decir que haya vuelto el fascismo. La gente está harta
La doctora en Comunicación y vicepresidenta de ACOP, Paloma Piqueiras, ve "francamente difícil por no decir imposible" que Vox gane las elecciones generales como ha sucedido con Fratelli en el país transalpino. "Es sencillo hacer un símil porque los tintes en sus discursos son muy parecidos, pero hay elementos que en términos electorales les hacen diferenciarse", considera.
"Italia lleva años instalada en la inestabilidad política. Desde la Segunda Guerra Mundial, hace 70 años, los gobiernos italianos han durado una media de 400 días, poco más de un año y esto, aunque la incertidumbre también sea patente, en España no pasa", comenta.
Un bipartidismo "instalado"
En segundo lugar, señala Piqueiras, el bipartidismo está instalado. "En Italia hay más alternativas políticas y más opciones. En España, en cambio, no hay nada que apunte a que esta situación vaya a cambiar. De hecho, cuando pudo haber sorpassos, al final no los hubo", insiste. Además, explica la experta en Comunicación Política, la coalición de derechas en Italia tiene a día de hoy un líder definido: Fratelli d'Italia y Giorgia Meloni. "Aquí, el PP está recuperando terreno y parece que Vox ha dejado de crecer", compara.
Según Piqueiras, la victoria de la dirigente italiana se debe a varios factores. "Ha jugado a dos bazas. La primera la del populismo. Ha hecho de la cuestión identitaria y nacionalista su eje de campaña y, además, lo ha adornado con un halo de supuesto coraje, respaldado por su forma de comunicar. Todo ello lo ha hecho apoyándose en el descontento de una ciudadanía que lleva años viendo al país estancado", determina.
Ha hecho de la cuestión identitaria y nacionalista su eje de campaña y, además, lo ha adornado con un halo de supuesto coraje
Y añade que, a su juicio, Meloni ha jugado a la baza de la "ambigüedad". "El elemento visual ha sido la llama con los colores de la bandera de Italia, el mismo elemento que tenía el Movimiento Social italiano, de corte fascista. Además, está en contra de los derechos LGTBI y tiene un discurso racista. Sin embargo, ella se ha desmarcado de todo esto y ha tildado el fascismo de algo antiguo y ha defendido que apoya la democracia. Ha desplazado el marco ideológico para enmarcarse en el centro derecha", opina Piqueiras.
Preguntada por si la victoria de su gran aliada italiana fortalece a Vox en España, la vicepresidenta de ACOP apunta que "aún quedan meses para las elecciones y el contexto actual no ayuda a elucubrar". "Externamente hay que ver el papel de Meloni en Italia y en Europa. A nivel interno hay que ver cómo evoluciona la política nacional y cómo se recompone la derecha, así como el rol que adopta Vox en esta recomposición", apunta.
Vox asegura no tener techo
José Pedro Marfil, experto en Comunicación Política y también miembro de ACOP, señala el "descontento" como el principal factor que ha movido a los italianos a la hora de votar en estas elecciones. "Los partidos de Italia han generado históricamente descrédito y se ha traducido en apatía", dice.
"Ceteris paribus, teniendo en cuenta las condiciones actuales, no creo que Vox pueda ganar las próximas elecciones. Son contextos totalmente diferentes. Las circunstancias son irrepetibles en el espacio-tiempo, con lo cual, las circunstancias que han llevado a Meloni a la victoria en Italia son irrepetibles en España", afirma.
La victoria de Meloni puede fortalecer a Vox a nivel mediático, como percha informativa, pero no en intención de voto
A juicio de Marfil, el centro derecha en España goza de buena salud. "El PP sería el equivalente a Democracia Cristiana en Italia y aquí goza de una percepción social que mina las aspiraciones de Vox por seguir creciendo. Las tendencias son opuestas. Mientras que España tiende a una vuelta al bipartidismo, en Italia continúa ese proceso de atomización del voto", comenta. Y opina que la victoria de Meloni puede fortalecer a Vox a nivel mediático puesto que pueden encontrar en ella una "percha informativa", pero no en intención de voto.
El propio vicepresidente primero de Acción Política de Vox y eurodiputado, Jorge Buxadé, fue consultado este lunes sobre el crecimiento de su partido en relación al despegue de sus homólogos italianos. Para Buxadé no existe comparación posible entre la política italiana y la española, pero aseguró que Vox no tenía techo y que esperaban obtener "mejores resultados que Meloni". No obstante, reconoció que en España existe "un férreo control bipartidista del sistema en las instituciones y en los medios de comunicación". Y celebró los resultados de la vecina Italia, Suecia, Hungría y República Checa. En las filas de Vox, el triunfo de Meloni sí es entendido como "un impulso político" para su crecimiento en España, además de una constatación de que "el futuro pertenece a los patriotas".
comecome
"Periodistas" os inventáis cosas para manipular. Meloni no está contra LGTBI, lo que dice es que un matrimonio normal tiene que tener más ayudas por colaborar con la sociedad aportando hijos. Tampoco es racista. Lo que dice es que ningún canadiense, indio o marfileño puede entrar ilegalmente en Italia. No se trata de raza, sino de ilegalidad. Harto de los mantras injustos. ¿Os podéis leer el programa antes de babear?
BEJOTA
Te Recuerdo , Ortega Smith, Que En Este PaÍs Hay Un MillÓn De Mujeres MÁs Que De Hombres.no EstÁ Vox En Condiciones De Ningunear A Macarena Olona Que Vale Mucho Y No Vive De La Politica.
riodanubio
El PP de Feijoo se desinflará cuando el electorado se dé cuenta de que Feijoo no va a cambiar nada importante, que es un progre nacionalista y muy soso.
Quinto
Yo creo que lo tienen muy difícil teniendo casi el 100% de los medios tradicionales en contra. Día y noche son etiquetados de ultraderecha, fascistas, misóginos, racistas, son denigrados, se miente abiertamente sobre lo que dicen, etc. Se persigue y señala a sus votantes, se montan escraches a sus dirigentes. Es un ambiente muy hostil para superar a un PP o PSOE. Pero no se puede descartar que a futuro lo hagan, los medios tradicionales han perdido su credibilidad y la gente empieza a hacer como los jóvenes, a informarse por otras vías.
Alexander
Desconozco cual es el programa económico y social de Giorgia Meloni pero estoy convencido que si VOX quiere tener un respaldo popular similar al que ha conseguido Fratelli d'Italia debería elaborar un programa con propuestas económicas y sociales que atraigan a un gran número de españoles de la clase trabajadora que están perdiendo poder adquisitivo día tras día.
RAFA PEREZ
Lo de Meloni y Vox son las consecuencias. Las causas están claras. No ataquemos las consecuencias, sino las causas. En Italia la Administración Publica está impermeabilizada, los politicos no pueden manipularla. Los politicos no pueden cambiar o sustituir a los altos cargos de la administración. Por eso, allí no se ha instalado el bipartidismo. Los partidos no han creado una estructura estable dentro de la Administración. Los politicos se limitan a representar al ciudadano en unas concretas instituciones. Esa es la razón por la que, cuando los politicos se vana casa, nada cambia e Italia no se resiente como otros países. En España es distinto, cuando el Gobierno cambia de partido politico, la mayorias de los altos cargos de la Administración son sustituidos. Es la colonización de las instituciones, por eso está más asentado el bipartidismo. Los politicos, descartando y despreciando a los cuerpos superiores de la Administración, se han incrustado en la estructura administrativa como garrapatas y dan continuidad al bipartidismo para sobrevivir.