Esta historia que parece sacada de una película de sobremesa, se remonta al 2020. Tres años antes de la entrada en vigor de la Ley Trans, una mujer, que ya aparecía en el Registro Civil de Córdoba como hombre, con el cambio de género de femenino a masculino, había decidido ser madre al mantener sus órganos reproductores femeninos. Sabiendo, que con este cambio no podría acceder a un programa de fertilidad en la Sanidad Pública, ocultó que ya era un hombre a todos los efectos legales y utilizó su antiguo DNI en el que rezaba como mujer para acceder a este tratamiento de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Reina Sofía de Córdoba, por la Sanidad Pública.
Con esa documentación que no correspondía ya a su nueva identidad en la que aparecía aún como mujer, sin declarar que realmente que ya su género había cambiado llamándose Carlos (nombre ficticio), y así constaba en el Registro Civil, se convirtió en madre y dio a luz en el propio hospital con todas las revisiones médicas a las que siempre se presentó con el DNI con nombre de mujer. Pero no fue hasta el momento del registro del bebé cuando, el propio Carlos, ya convertido en madre, reconoció los hechos ante la propia Autoridad Judicial, cuando hubo discrepancias a la hora de inscribir a su hijo con su nueva identidad.
En el Registro Civil, se presentó el principal problema, y es que este hombre trans, se presentó esta vez con su identidad masculina, y exigió a los funcionarios que su hijo fuese inscrito como suyo pero que él apareciese en el apartado de padre, no de madre, con su nombre legal (Carlos).
Ante esta situación tan ‘peculiar’, los responsables del Registro Civil de Córdoba le explicaron que sólo podían poner el nombre de la madre en el apartado que correspondía en dicha inscripción “tal y como rezaba en la hoja de la matrona del Hospital Universitario Reina Sofía donde había dado a luz y que aparecía su nombre como madre en femenino, tal y como le había mostrado ella durante todo el proceso de inseminación, seguimiento del embarazo y el parto”.
En el apartado de madre pero con nombre masculino
La Autoridad Judicial del Registro Civil, dio como solución que apareciese en el apartado de madre pero con su nombre masculino, ya que por mucho que se empeñase no era el padre del niño sino su madre, un hecho objetivo e irrefutable.
Esta rocambolesca historia acabó con un recurso por parte de Carlos (madre del niño) porque insistía en que debía aparecer en el apartado de padre y no de madre del bebé en la inscripción de nacimiento. El hombre trans recurrió esta decisión del Registro Civil de Córdoba exigiendo que quería aparecer como el padre y no como la madre del bebé ante la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública (DGSJFP) quien finalmente ha desestimado la petición de esta madre, para aparecer como padre del bebé, aunque sí mantiene el nombre masculino (Carlos) actual en el apartado de madre en su hoja de inscripción.
La Ley Trans
La situación de este hombre trans hubiera sido diferente porque no tendría que haber ocultado su verdadera identidad ante el SAS a finales del año 2021, ya que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, firmaba la Orden Ministerial que hacía posible el acceso a estas técnicas de fecundación en el Sistema Nacional de Salud (SNS) a unas 8.500 mujeres en todo el país, entre las que se incluían las trans.
El Registro Civil de Córdoba recibe una decena de peticiones de hombres de este tipo que causan suspicacias El Gobierno devolvía lo que entendía el derecho a las mujeres sin pareja, lesbianas y bisexuales al acceso a las técnicas de reproducción humana asistida (RHA) en el Sistema Nacional de Salud y lo ampliaba para las personas transexuales con capacidad de gestar.
Sin_Perdon
Nuevo caso de persona enferma que debería ser atendida psiquiatricamente. Por supuesto que los Servicios Sociales no actuarán pero me imagino que esa pobre criatura va a pasar una infancia infernal con una madre/padre obsesionado en decidir cual es su sexo independientemente de lo que diga la Biología.
Tracsim
Creo que lo que ocultó fue su sexo. Hablemos con propiedad.