España

La Armada española hunde, con misiles y bombas, un buque y dos lanchas cerca de Canarias

El 'Juan Carlos I', dos fragatas y cuatro buques de la Armada se despliegan en el Océano Atlántico para poner a prueba sus capacidades en el Sinkex-23

El objetivo es alcanzar el blanco con misiles Harpoon, Penguin y Maverick, y con las bombas JDAM y MK-82. La primera fase del Sinkex-23 ha culminado con éxito. La Armada española se ha propuesto hundir en aguas del Atlántico -cerca de Islas Canarias- un antiguo buque que tenía a su servicio, el Martín Posadillo, y dos viejas lanchas de instrucción, así como una serie de blancos desarrollados con este objetivo. De este modo, la Armada pone a prueba sus capacidades de ataque con estas municiones en un ejercicio que por el momento se está desarrollando según lo esperado.

Según detallan desde la Armada, el ejercicio Sinkex-23 se trata de "un lanzamiento de armas contra blancos de superficie" que tiene lugar en el Océano Atlántico esta misma semana, los días 29 y 30 de junio: "Consiste en la ejecución de lanzamientos desde unidades de la Armada, orientados principalmente al adiestramiento táctico, en escenarios realistas, aunque siempre limitados por las obligadas precauciones de seguridad".
Se trata de un ejercicio especialmente exigente. Prueba de ello son los medios desplazados para su participación, entre los que figuran el buque Juan Carlos I, las fragatas Méndez Núñez y Canarias, aviones AV-8B de la 9ª Escuadrilla y helicópteros SH-60F de la 10ª Escuadrilla. También se cuenta con la colaboración de los buques de acción marítima Relámpago y Rayo, el patrullero de altura Centinela y el buque auxiliar Mar Caribe, así como un avión de media velocidad Cessna Citation de la cuarta escuadrilla y un avión de vigilancia marítima del Ejército del Aire y del Espacio D-4.

Así, la Armada pone a prueba sus capacidades de combate con las citadas municiones: los misiles Harpoon -antibuque, desarrollado por Estados Unidos-, Penguin -también antibuque y de origen noruego- y los aire-superficie Maverick. También con las bombas JDAM, con sistema GPS incluido, y MK-82, que no tienen ningún tipo de guía.

Los 'blancos'

Quizá el objetivo más llamativo de este ejercicio es el buque de transporte Martín Posadillo, que fue dado de baja de la Armada en el 2020 tras veinte años de servicio. Es un buque de 75 metros de eslora y 13 de manga, al que Navantia le ha instalado un transceptor AIS para facilitar la monitorización de su posición durante el ejercicio. La Armada lo ha remolcado con el buque Mar Caribe desde Cartagena hasta el océano Atlántico para emplearlo como blanco en este ejercicio.

Además se han empleado como 'diana' otros dos buques, dos antiguas lanchas de instrucción bautizadas con los nombres Guardiamarina Rull y Guardiamarina Godínez, cada una de ellas con un desplazamiento de 90 toneladas. Ambas se trasladaron desde Ferrol hasta Rota, y desde ahí hasta Canarias a bordo del buque Juan Carlos I.

La Armada también ha dispuesto otra serie de blancos con los que afinar su puntería y examinar sus capacidades de combate con las citadas municiones. Destacan los blancos de superficie teledirigidos Spayk, "remolcadores de Sub-blancos IR, que actuarán como blancos para la ejecución de los lanzamientos de misiles Maverick. Estos blancos serán transportados, desplegados y controlados desde la fragata Canarias", detallan desde la Armada.

Igualmente habrá un blanco de superficie experimental geoestacionario, desarrollado entre el Real Observatorio de la Armada y la Universidad de Cádiz, y el blanco de superficie a la deriva tipo 'Killer Tomato', a desplegar como blanco para los ejercicios de lanzamiento de bombas de caída libre.

Los objetivos de la Armada

Tras las primeras horas del día de hoy 29 de junio, momento en el que se ha procedido al largado de los blancos, comenzó la secuencia de lanzamientos desde las distintas unidades de la Armada. Está prevista la finalización del ejercicio en la tarde del día 30 de junio. La Armada manifiesta su intención de comprobar que los buques-blanco "han quedado hundidos para que no constituyan peligro para la navegación": "En caso de ser necesario, se detonarían explosivos colocados por buceadores en el casco".

Según detalla la Armada, los objetivos del Sinkex-23 es elevar el adiestramiento de las dotaciones, comprobar los procedimientos, el alistamiento y eficacia de los sistemas de armas de las unidades participantes y comprobar la eficacia de los métodos de tiro y tácticas o procedimientos de lanzamiento en vigor de las distintas clases de municiones, mediante la ejecución de ejercicios de forma lo más aproximada posibles a acciones tácticas reales.

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