Este lunes arranca el juicio del caso financiero más mediático: las 'tarjetas black' de Caja Madrid. Se trata de la investigación que más titulares ha dado iniciada a raíz del rescate europeo a las cajas. Pero es sólo la punta del iceberg, ya que la cantidad reclamada es de apenas 15 millones, frente a los 53.500 millones de ayudas públicas inyectadas al sector, de las que se dan por perdidas 26.300 millones.
La realidad, al margen del caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid, es que la mayor parte de los casos financieros han encallado en los tribunales y se encuentran en un punto muerto de la fase de instrucción. Se han atascado por distintos motivos: la sobrecarga de trabajo de los tribunales y la Fiscalía; las trabas puestas por las defensas, ya que los imputados de estos casos cuentan con el respaldo de los mejores bufetes; y la falta de especialización de jueces y fiscales.
En este sentido, fuentes involucradas en las investigaciones consultadas por este medio explican que los únicos casos que han llevado rápido al banquillo a los antiguos responsables de las cajas son aquellos en los que resulta más o menos palpable que se sustrajo dinero. Como el caso de las tarjetas black, en el que los 66 procesados presuntamente usaron plásticos de la entidad para gastos personales, sin pagar a Hacienda y sin aprobar dicha remuneración por parte del consejo de administración.
Los únicos casos financieros que han conseguido llegar rápido a juicio oral son aquellos en los que se sospecha que hubo apropiación indebida
Otros casos similares son los de Caixa Penedès, cuyos principales responsables fueron condenados a 2 años de cárcel -evitaron ir a prisión- por el cobro de 28 millones en remuneraciones irregulares; y los exdirectivos de NCG Banco, con una condena similar por unas prejubilaciones declaradas ilegales.
Todo ello refleja que los jueces y fiscales se sienten más cómodos y aceleran aquellos casos en los que el delito es más claro y tiene un carácter menos financiero. Mientras, se atascan en las mesas de los magistrados decenas de casos sobre créditos presuntamente irregulares, adjudicaciones de suelos a precios irreales o falsedad contable.
"Los jueces no saben qué hacer con estos casos, deberían fiarse más de los informes forensic elaborados por el Frob o las instrucciones no se resolverán nunca", señala un financiero próximo al fondo público, encargado de gestionar el rescate europeo al sector bancario.
Sólo el Frob ha enviado cerca de 50 casos de presuntas irregularidades a la Fiscalía Anticorrupción en los últimos años, a los que se suman las investigaciones internas llevadas a cabo por los nuevos gestores de las entidades rescatadas -el de las tarjetas black surgió a raíz de un análisis interno del equipo de José Ignacio Goirigolzarri- y las demandas de acusaciones particulares y populares, como en su día UPyD.
Sólo el Frob ha enviado cerca de 50 casos con presuntas irregularidades a la Fiscalía, a las que se suman denuncias de los nuevos gestores de los bancos y acusaciones como UPyD
Sin embargo, toda esta avalancha de demandas e investigaciones han dado sólo fruto a tres sentencias condenatorias -Penedès, NCG Banco y CCM-, una absolución -en una pieza separada de CAM- y varios casos archivados, como el de Miguel Blesa, con el que el expresidente de Caja Madrid llegó a estar en prisión provisional durante la instrucción del polémico juez Elpidio José Silva.
Por magnitud de ayudas públicas recibidas -considerando también las del Fondo de Garantía de Depósitos-, estos son los principales casos financieros abiertos y su situación en los juzgados:
Caso Bankia
El juez Fernando Andreu se encuentra en la fase final del caso, el más importante que ha habido a nivel financiero en la Audiencia desde el de Banesto. La dificultad para cerrar este caso radica en la oposición que está encontrando por parte de todas las instituciones -Banco de España, Frob y la propia Bankia, principalmente- frente a los informes de los peritos, que indicaron que la salida a bolsa fue irregular. Esta causa se ha convertido en una nueva cuestión de Estado, como lo fue en su día la Oferta Pública de Suscripción (OPS) de julio de 2011.
El magistrado ha recibido esta semana el documento que esperaba de Bankia que avala las tesis del Banco de España, Frob y Deloitte. Sostienen que la entidad tenía provisiones genéricas suficientes antes de salir a bolsa. Ahora, Andreu tendrá que decidir si quita validez a los peritos o se aferra a otras de las tesis de sus informes. Frente a este argumento contrario a que se llegue a juicio oral, están los correos internos del Banco de España que demuestran que en el regulador había serias dudas sobre la situación de Bankia antes de la salida a bolsa.
Junto a la pieza principal, hay varias causas más de Bankia bajo investigación de las que no ha trascendido hasta ahora si se han quedado en un cajón de la Fiscalía o están ya bajo instrucción judicial.
Bancaja y Banco de Valencia
El caso Bankia tiene a su vez las ramificaciones de Bancaja y su antigua filial Banco de Valencia. Los administradores que entraron en estas entidades tras el rescate financiero descubrieron innumerables irregularidades que fueron puestas en conocimiento de asesores legales, el Frob y la Fiscalía. Muchos de ellos están atascados en el juzgado de Santiago Pedraz, quien ha reclamado en más de una ocasión ayuda a la admnistración (á través de peritos) para analizar muchos de los casos.
La causa que más visos tiene de seguir adelante es la de Grand Coral, por la que se investigan el desvío de fondos y las pérdidas millonarias de las dos entidades valencianas en proyectos inmobiliarios y hoteleros en México.
CAM
La pieza principal del caso ya está camino del juicio oral y sentará en el banquillo a los principales exdirectivos de la caja por falsedad contable y remuneraciones irregulares. Además hay una pieza separada muy parecida a la de Grand Coral, con algunos protagonistas compartidos, conocida como caso Valfensal.
Catalunya Banc
El grupo catalán es a su vez el que más ayudas públicas sobre activos recibió y en el que la investigación de irregularidades está más atascada. Hay dos grandes frentes abiertos: por la gestión de la cúpula liderada por Narcís Serra y por la política de concesión de hipotecas. Esta entidad refleja lo que ha sido, a grandes rasgos, la depuración de responsabilidades por el agujero de las cajas: mucho ruido al comienzo de las investigaciones y pocas nueces con el paso del tiempo.