Faunia te acoge este verano en un espectáculo nocturno de figuras gigantes de animales que brillan en medio de la oscuridad. Desde las 21.00 h hasta medianoche, disfrutarás de un agradable paseo a la luz de 200 animales repartidos por todo el parque. Mientras estas esculturas te alumbran el camino, puedes visitar también a los propios animales del parque y, aunque hay tres pabellones cerrados a esas horas y la mayor parte de los inquilinos están ya dormidos, es un recorrido que merece la pena hacer.
Con amigos, en pareja o con la familia, “Brilla Faunia” es la cita perfecta para volver a ser un niño y dejarse sorprender por la grandiosidad de las esculturas con luz, sonido y movimiento. Un espectáculo que te aleja de lo cotidiano y te acerca a la belleza de la naturaleza. Y, si te has quedado con ganas de más, siempre puedes volver a empezar el camino, de esta forma te fijarás en detalles en los que antes no habías reparado.
El recorrido para ver mejor "Brilla Faunia"
Desde la entrada vas a ver figuras iluminadas y el recorrido comienza en la zona de los reptiles. Aunque en ‘La Granja’ no hay esculturas, no dejes de visitarla, ya que puedes perderte las ovejas, los asnos o las gallinas. Además del dragón de Komodo, que ahora en verano suele estar al aire libre disfrutando de la suave brisa nocturna.
En el lago observarás figuras de animales típicos del desierto, como los dromedarios o las serpientes. Una vez que dejas esta parte atrás, atraviesas una puerta custodiada por un simpático camaleón que mueve la cabeza, invitándote a continuar, y llegas al ‘Teatro lago’, donde nadan despreocupados los mamíferos marinos. Aquí podrás encontrar figuras sonrientes de dos focas que vigilan las gradas.
Continuando el camino, te encuentras con unos pavos reales resplandecientes y muy coloridos. Justo al lado se encuentran unos cocodrilos muy ruidosos y una serpiente gigante que casi parece que te va a comer. Fíjate bien en la boca de uno de los reptiles, tiene a su bebé en ella. Aprovecha, y entra en el ‘Mangral de los cocodrilos’, aquí verás a los verdaderos reptiles durmiendo o gozando de un refrescante baño.
Al salir, puedes entrar en ‘La Jungla’, donde atraviesas un túnel en el que nadan diversos peces y manatíes. Además, encontrarás muchos titís, tortugas y perezosos. Si tienes suerte, verás a los guacamayos y loros despiertos. Pero cuidado al salir, puedes perderte las ‘Sombras Silenciosas’. Este es uno de los pabellones más entretenidos. Al albergar animales nocturnos y estar completamente a oscuras, tienes que esforzarte al encontrarlos, lo que puede ser un juego muy divertido si vas acompañado. Antes de llegar a esta última parte (y si no has atravesado ‘La Jungla’), cruzarás un puente bordeado por unos monos luminosos y unos enigmáticos búhos que te miran a través de la penumbra de la noche.
Andando, llegas al ‘Lago de los Pelícanos’, pero antes saludas a las figuras que vienen del océano, tiburones que mueven sus aletas y amables ‘pececillos’ que te acompañan hasta que te encuentras con un gran pulpo de colores que te explica la importancia de cuidar el medio ambiente. Después, notarás que baja la temperatura cuando te acercas a ‘Los Polos’, hábitat de los pingüinos. Antes de pasar a visitarles (aunque a esas horas de la noche la mayoría están descansando), puedes hacerte una foto con los zorros polares y los pingüinos gigantes que custodian la entrada.
En el camino hacia los ‘Misterios bajo tierra’ te acompañan las figuras de los canguros y sus bebés, las nutrias y algunos de los animales que ya están extintos, como los dodos. Después, entras en la cueva donde vas a encontrar serpientes, lagartos y rata topos, entre muchas otras especies. A la salida, unos elefantes gigantes te iluminan la entrada al ‘Cañón de los dinosaurios’. Aquí no solo verás las estatuas y esqueletos de las más grandes bestias prehistóricas, también las figuras de los peligrosos animales de la sabana, tales como leones o guepardos.
Finalmente, llegas a la última parte del camino, ‘Veneno’, donde se encuentran las especies más venenosas y peligrosas del reino animal: arañas, serpientes y escorpiones, entre muchos otros. Al salir, unos graciosos flamencos te acompañan al punto inicial, el lago, donde puedes volver a empezar.
Recomendaciones
Lo mejor es ir sin prisas, el recorrido está pensado para durar aproximadamente una hora. Sin embargo, si quieres disfrutar con tranquilidad, es probable que te lleve más tiempo. Además, las horas en las que tiene lugar esta experiencia coinciden con el momento de la cena, por lo que es recomendable llevar algo para comer o aprovechar los restaurantes del parque y cenar el menú especial de “Brilla Faunia”.
Asimismo, es aconsejable llevar un calzado cómodo para aguantar con comodidad todo el camino. También hay varios bancos o sitios donde parar a descansar si te encuentras muy cansado. Asimismo, hay que planear la vuelta a casa, ya que los horarios del transporte público son diferentes a estas horas de la noche, y puedes tardar mucho más tiempo en el camino de vuelta.
Un paseo para disfrutar
Gritos de sorpresa y mucha emoción, esta experiencia inmersiva es perfecta para los más pequeños, podrán adquirir muchos conocimientos sobre los animales y a la vez disfrutar de las luces. Y aunque has podido leer un resumen de lo que supone este paseo, la realidad supera a lo escrito, y es una experiencia mágica que merece la pena ser vivida y dejarse sorprender por el camino.
En un mundo donde se ha perdido la capacidad de asombro, asediados constantemente por mil tipos de estímulos, la exposición "Brilla Faunia" es una invitación a centrarte en el momento y en la belleza del paseo. En un camino custodiado por figuras luminosas, uno puede volver a experimentar la admiración ante lo excepcional y retornar a la más tierna infancia, donde cada suceso es motivo de felicidad, sorpresa y alegría.