La familia de Javier Biosca llevaba varios meses en la más absoluta de las penumbras. Tenían su residencia en Estepona (Málaga) pero ocultaban su paradero y se movían entre diferentes puntos de la península desde que salió a la luz la presunta estafa con criptomonedas cometida por el grupo empresarial Algorithmics. La salida de prisión de Javier Biosca, hace menos de un mes, incrementó la cautela y las tensiones entre los miembros de la familia que tenían que afrontar una gran cantidad de deudas.
El empresario falleció este martes por la mañana tras tirarse por la ventana desde un quinto piso de un hotel de Estepona (Málaga), según fuentes policiales consultadas por Vozpópuli. Los primeros indicios apuntan a un suicidio y la Policía Nacional tendrá que confirmar este extremo con una investigación. Sin embargo, no hay causas externas que inviten a pensar en la participación de terceras personas.
Javier Biosca estaba alojado en ese complejo en compañía de su mujer y su hijo. Fue un trabajador el que dio la voz de alarma al ver caer su cuerpo y su esposa salió a la ventana tras escuchar un fuerte estruendo. Nada se pudo hacer por la vida del empresario de las criptomonedas.
Se tiró desde el quinto piso de un hotel
Biosca se precipitó sobre las 11:15 horas desde el balcón del hotel Ona Valle Romano del citado municipio, en la calle Flaminio. Un establecimiento de tres estrellas y con la presencia de varios testigos que habrían relatado lo ocurrido al abogado de este bróker de las finanzas.
La Audiencia Nacional está pendiente de acreditar la muerte de Javier Biosca en Estepona. Tras ello continuará las diligencias contra su mujer e hijo, aunque su implicación en los hechos es mucho menor, según las fuentes judiciales consultadas por este medio.
La vida de la familia Biosca dio un giro en junio de 2021. La entrada en prisión del empresario supuso un duro golpe para su mujer Paloma Gallardo y su hijo Sergio Biosca, también investigados por haber participado supuestamente en la estafa de las criptomonedas, que asciende a 250 millones de euros. En marzo de este año la Sala Penal Sección 3 de la Audiencia Nacional decretó su libertad provisional previo pago de una fianza.
Desde ese momento, el empresario presentó varios inmuebles, como un palacete en Llanes (Asturias), para pagar esta cantidad pero todos sus intentos fueron tumbados por la justicia, que le impuso una cantidad de un millón de euros para salir a la calle. Una cantidad que consiguió a finales de octubre.
Coches blindados y expertos escoltas
Los más de 750 perjudicados por sus supuestas estafas son un amplio abanico de la sociedad. Hay desde pequeños inversores hasta mafias internacionales que buscaban en las criptomonedas una forma fácil de poder blanquear sus beneficios de los delitos. Las amenazas recibidas por todos ellos reforzaron sus sistemas de seguridad.
Un coche blindado de alta gama y un equipo de escoltas para la seguridad de su familia. También se reforzó la vigilancia en prisión por miedo a las represalias entre internos. Todo transcurría con cautela y con normalidad a pesar de las circunstancias extremas del inversor.
Este equipo de escoltas era expertos en situaciones de riesgo y acompañaron a la familia desde que Javier Biosca entró en prisión. Tenían que estar en alerta permanente las 24 horas del día. También continuaron a su lado cuando, a finales de octubre, pagó la fianza de un millón de euros y quedó en libertad. Ocultaron el paradero de su mujer y su hijo con viajes frecuentes a diferentes puntos de España. Todo pensado para que no siguieran sus pasos.
Muerto en plena negociación
"Es conocido, relatado en varias ocasiones, el cúmulo de amenazas que ha recibido el señor Javier Biosca provenientes de organizaciones criminales que habrían invertido con él, por lo que deberán investigarse estos hechos de la muerte y practicarse una autopsia antes de sepelio o la incineración, para averiguar la identidad de la persona fallecida y la causa del fallecimiento. Por lo que interesamos se prohíba cualquier incineración del cadáver hasta que se haga la autopsia", reza el escrito remitido al juzgado por la defensa de los perjudicados.
Las más de 800 víctimas, que litigan bajo el paraguas de la Asociación de Afectados por Inversiones en Criptomonedas, piden a la Audiencia Nacional que se investigue "con carácter prioritario" los motivos que rodean a este suceso. Según sostienen, han tenido conocimiento de que en el lugar de los hechos se encontraba uno de los fiadores del bróker y que estarían "negociando formas de pago".
Uno de los detonantes de su suicidio podría ser las numerosas deudas que tenía a sus espaldas. Una galáctica cantidad que no podría ser solventada. Esa circunstancia unida a las amenazas a su familia podrían haber sido el cóctel para su repentina muerte.