La familia de Ángel, el menor de 11 años hallado muerto en el vertedero del Ecoparque de Toledo, cree que el cuerpo del menor fue desmembrado antes de llegar a la planta de reciclaje, donde la Policía ha ido encontrándolo por partes a lo largo de las últimas semanas, según ha conocido EFE.

Lo ha comunicado el secretario de la Sociedad Gitana Española, Ángel Benedicto, quien sostiene que los restos del menor se hallaron en la zona donde los camiones depositan en primer lugar la basura, por lo que asegura que no podrían haber pasado por una trituradora o tolva. "Se deduce que alguien lo metió en un contenedor en ese estado".

Una segunda autopsia

Todos estos indicios que ha recogido la familia les hace sospechar que tiene que haber varias personas implicadas. Los allegados de Fernando y Ángel han autorizado a los forenses para que, una vez que terminen los especialistas judiciales, tomen "cartas en el asunto y hagan su trabajo". El objetivo es que no pasé como con el mayor de 17 años que fue entregado a la familia y no pudo haber una segunda opinión.

Las familias han solicitado a los investigadores que practiquen más registros de viviendas porque hay pruebas documentadas de estas vinculaciones. Entre ellas, el piso de dos chicas que al parecer pueden haber sido testigos de este suceso.

Los allegados de los primos han destacado que existe un vídeo en el que se ve a los niños con un móvil en la mano y en ese día que viajaron a Toledo, la expareja de Fernando volvía a este municipio desde Alcalá de Henares. Los especialistas de la familia están a la espera de que se levante el secreto del sumario para que se sepa toda la verdad. No se dará sepultura a Ángel hasta que no se sepan todos los detalles de su muerte.

La muerte del primo menor fue violenta

Con estas conclusiones, la familia sospecha que al menos la muerte de Ángel fue violenta, aunque solo el Instituto de Medicina Legal de Toledo podrá esclarecer este extremo en la autopsia. Su tesis la refuerza, además, que el cadáver de Fernando, el primo de 17 años junto al que desapareció Ángel el pasado 10 de diciembre, fue descubierto "de una sola pieza" en una cinta transportadora, en teoría tras pasar por la misma zona de depósitos en la que se encontraron los restos de Ángel.

Benedicto ha reiterado que "nadie se cree" la hipótesis de una muerte accidental que barajan los investigadores de la Policía, todo pese a que la autopsia al cadáver de Fernando reveló que la causa de su muerte fue una asfixia no mecánica.

La familia de los menores espera que "cuanto antes" se levante el secreto de sumario para conocer los detalles del caso y que los investigadores y forenses contratados de forma privada puedan trabajar sobre las pruebas que obren en la causa. En concreto, se han hecho con los servicios del médico forense Francisco Etxeberria y el criminólogo Manuel Alameda, además de contar con un investigador privado. 

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