El Instituto de Estudios Económicos (IEE) analiza en un reciente informe lo que considera ‘Las trampas de los fundamentos económicos de la independencia catalana’, título del que parte el documento para llegar a la conclusión de que, “atendiendo a la experiencia de otros procesos recientes de desintegración en Europa, es lógico asumir que romper los lazos políticos con España tendría un impacto muy negativo en la economía de Cataluña”.
El organismo recopila y publica en inglés parte de los estudios realizados sobre el impacto económico para Cataluña que traería consigo una hipotética secesión, además de estudiar si Cataluña está bien o mal financiada, queja recurrente de los nacionalistas catalanes.
El maltrato fiscal de Cataluña: “mucho ruido y pocas nueces”
“No hay base para mantener que Cataluña esté siendo maltratada fiscalmente”
El informe tilda de “mito” el supuesto saqueo que la Generalitat afirma sufrir en política fiscal dentro del Estado español. “Cataluña ha recibido en los últimos diez años una financiación cercana a la media y, prácticamente igual a la de las otras dos comunidades con una economía y una población similares, Madrid y Andalucía. No hay base para mantener que Cataluña esté siendo maltratada fiscalmente”, asegura el documento después de comparar las cifras valoradas. Conslusión que ya alcanzaba Ángel de la Fuente, uno de los autores del informe, el pasado julio.
En conclusión, añade el IEE, “mucho ruido y pocas nueces”. El informe reconoce que la situación económica de España pasa factura a sus cuentas y a la financiación autonómica, pero considera que este hecho no demuestra la existencia de una política fiscal anticatalana: “Cataluña está donde debe en comparación con otras regiones con niveles de ingreso similares en relación con la media nacional”.
El impacto económico e la independencia
“Los hogares y las empresas pagarán los costes y buscarán lugares más seguros para sus activos”
El IEE califica Cataluña como una de las regiones más prósperas de España, pero asegura que la declaración unilateral de independencia “tendría importantes consecuencias económicas y para el bienestar de los ciudadanos” y que si el Estado no toma “medidas para restablecer el orden constitucional, Cataluña se convertiría en un Estado fuera de la UE y las organizaciones internacionales”. Añade el informe que “Cataluña sería la gran perdedora del juego, mientras que los daños a otros países comunitarios, incluida España, serían relativamente pequeños y fácilmente reversibles”.
“Los hogares y las empresas pagarán los costes y buscarán lugares más seguros para sus activos”, advierte el IEE y subraya que “la experiencia histórica demuestra que los procesos de secesión son aventuras muy arriesgadas: uno sabe cuándo empiezan pero no cómo y cuándo terminan. Los catalanes tienen mucho que perder y nada que ganar".
