Cataluña

Alejandro Fernández, el único barón díscolo de Feijóo: la apuesta para atraer los votos de Vox y CS en Cataluña

Dolors Montserrat dirigirá la campaña en un movimiento diseñado para "cerrar filas" y mostrar "unidad". El PP insistirá en su papel como "punto de refugio" frente a Sánchez y Puigdemont

  • Alejandro Fernández, líder del PP catalán y candidato el próximo 12-M, interviene en el Parlament. -

Era la tarde del 13 de marzo, hacía poco más de una hora que Pere Aragonès había anunciado el adelanto electoral en Cataluña y un dirigente del PP en la región –uno de esos a quien Alberto Núñez Feijóo ha escuchado estas semanas durante su particular casting para elegir líder en una comunidad hostil– vaticinaba la continuidad de Alejandro Fernández con una frase elocuente: "Salvado por la campana". La sensación era prácticamente unánime: no había "margen de maniobra" ni tampoco "consenso" para activar una alternativa exprés. Aún así, y bajo la coartada de que primero habría que cerrar la absorción de Ciudadanos (a la postre, fallida), Génova exploró todas las posibilidades hasta acabar, este martes, en el punto de partida.

Mucho ruido y pocas nueces. La crónica de una candidatura anunciada. No había alternativa. Sólo el líder del PP y Carmen Fúnez, vicesecretaria de Organización y encargada de pilotar el entuerto (como reveló Vozpópuli, reunión secreta con Fernández incluida), conocían el minuto a minuto de la negociación y lo comprobaron de primera mano. La misma fuente que tan convencida se mostraba al principio sucumbió, como todos en el PP catalán, al "ruido mediático" e "interno" desatado durante dos semanas. La decisión de Feijóo se convirtió en una apuesta como de hipódromo donde los caballos –Dolors Montserrat, Manu Reyes, Dani Sirera, Ignacio Martín Blanco– subían y bajaban su cotización por momentos.

Un ejercicio de gatopardismo que ha terminado con Alejandro Fernández (Tarragona, 1976) como candidato y jugando el partido de vuelta contra sí mismo; es decir, contra las elecciones de febrero de 2021 que se saldaron, en un contexto de auge de Vox y resistencia de Ciudadanos, con el peor resultado histórico del PP en Cataluña (tres diputados).

Alberto Núñez Feijóo y Alejandro Fernández durante un acto del PP catalán en Barcelona, en octubre de 2022.

La encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat de Cataluña, publicada hace escasos días, no obstante, prevé un ascenso del PP en el Parlament hasta los 9-13 diputados. Un empate técnico con la candidatura de Vox que encabeza Ignacio Garriga y que en las últimas semanas, a tenor de la demoscopia, habría recortado significativa distancia con un PP más distanciado cinco meses atrás. "Podemos y debemos recuperar esos votos", estima otro dirigente catalán. "Todos los datos indican que tira la marca", insiste más de uno. "La marca la ha trabajado Alejandro estos años", defienden desde su entorno.

Pero, y al final... "¿para qué tanto ruido?", se pregunta más de un dirigente popular consultado por este periódico. "La negociación ha servido para que todo el partido cierre filas en torno a él", justifican fuentes cercanas al líder del PP. "Se le arropará con toda la intensidad orgánica y formará un buen tándem con Dolors Montserrat", la favorita de Feijóo y quien dirigirá la campaña del PP para el próximo 12-M. "Alejandro se ha enfrentado a Aragonès esta legislatura en Parlament y Dolors a Puigdemont en Bruselas", reparten los papeles en el 13 de Génova.

Dos pulsos públicos a Feijóo

Desde el entorno de Alejandro Fernández celebran con genuina sinceridad el nombramiento de Montserrat. "Lo vemos bien: es una forma de cerrar filas y mostrar unidad", aseguran. ¿El objetivo del PP? Abanderar en el Parlament una derecha nacional liderada los últimos tres años por los 11 diputados de Vox y, antes, por el ciclón Inés Arrimadas y el fenómeno Ciudadanos. Ése era el pasado triunfal que quería adherir Feijóo a su proyecto. Una formación centrista cuya absorción, aún famélica de apoyos (1-2% en Cataluña, según las encuestas) y de la que no quedan ni las pavesas, dotaba al partido de mayor transversalidad en el imaginario del líder del PP. "Aunque no saliera, hemos evidenciado nuestra vocación de ocupar ese espacio, y ese es un mensaje político en sí mismo", defienden en Génova.

"Después de telefonear a nuestros principales alfiles en el territorio, Alejandro es el mejor candidato para ello", siguen desde la dirección nacional sobre el elegido para cumplir el propósito. "Somos un punto de refugio frente al procès, los últimos leales a la Constitución frente a un PSC que abraza las tesis independentistas", añaden. Porque son los votos de de quienes apoyaron a Ciudadanos o Vox quienes buscará principalmente Alejandro Fernández, pero también el de los votantes "moderados" de un PSC "entregado a un nuevo procès".

¿El mensaje que trasladarán en la campaña? Ése, precisamente, coinciden los populares en Madrid y Barcelona. "Lo que dijo Alejandro el mismo 13 de marzo", se remiten desde su entorno. "Abrir una nueva etapa en Cataluña y acabar, por fin, con el procès y el sanchismo. Todo a la vez, el mismo día", según tuiteó el único barón díscolo de Feijóo... ¿Díscolo? "Bueno, dice lo que piensa pero, siempre, desde la lealtad al partido", aseguran fuentes de su equipo sobre un líder territorial capaz de oponerse públicamente a ciertos movimientos de Feijóo. Lo hizo cuando el PP se sentó a escuchar a Junts tras el 23-J y, antes, cuando se negó a encabezar la lista al Congreso por Tarragona.

Lo cierto es que Feijóo tomó buena nota de todo aquello. Pero el líder gallego, en más de dos años, nunca encontró el momento para convocar un congreso para renovar la cúpula del PP catalán con Alejandro Fernández al frente. Una "apuesta personal" de Pablo Casado –recuerda un dirigente cercano al defenestrado presidente del PP– y a quien "siempre defendió de toda crítica".

"Feijóo no hizo el congreso en Cataluña no sólo porque el calendario no se lo permitiera, sino porque no había un liderazgo alternativo claro, como se ha demostrado estos días", expone una de las fuentes sobre el único líder territorial no revalidado por la actual dirección del partido. Un candidato con un swing más parecido al de Cayetana Álvarez de Toledo –su principal apoyo público, ambos portadores de una brillante oratoria– y cuyos referentes políticos son Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Demasiados decibelios, quizás, para el bilingüismo o catalanismo cordial pretendido por Feijóo.

"En 15 días veremos de verdad cuáles son nuestras perspectivas. Alejandro ha sido la opción ganadora porque, al final, el resto de los candidatos hablaba de sus intereses personales y no de los intereses electorales del partido", estima alguien que se subirá al escenario con él en las próximas semanas. "El PP catalán es un partido que suele cerrar filas cuando se toma una decisión", confían desde su entorno.

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