Los funcionarios de las cárceles catalanas sufren agresiones a diario. Así lo refleja el nuevo informe del CSIF, que denuncia que las agresiones sexuales a los trabajadores se han triplicado respecto a 2022, con un total de 17 frente a las 6 que hubo ese año. El sindicato también denuncia que un total de 582 trabajadores penitenciarios fueron agredidos a lo largo del año pasado, lo que supone que 1,6 trabajadores sufren incidentes a diario. Las cárceles más conflictivas continuan siendo los centros de Brians 1, Brians 2, Jóvenes y Quatre Camins.
"Llama la atención el peligroso aumento de incidentes en el CP Jóvenes dado que es el centro con el menor número de internos de toda Cataluña pero que, dadas las cifras,podemos afirmar que es, sin duda, de los más inadaptados y violentos de todo el sistema”, concluyen desde CSIF. El sindicato penitenciario explica que se ha incrementado la violencia en las agresiones y que los incidentes graves se han incrementado un 54,4%. "Se registran un total de 86 incidentes graves en los que 105 trabajadores resultan agredidos de consideración grave o muy grave. El 20% de las agresiones suceden en los Departamentos Especiales y/o de Sancionados".
Las agresiones aumentan un 285% en 8 años
CSIF da la voz de alarma de la extrema gravedad de las condiciones con las que trabajan los funcionarios de las cárceles poniendo en valor el ascenso de la violencia desde que se tienen datos. El incremento respecto a 2026 es de más de 431 agresiones, lo que en porcentaje aumenta a un 285% en 8 años. En cuanto a perfil de los agresores, un total de 60 internos agresores se encontraban en primer grado, es decir considerados de alto riesgo, en el momento de cometer el acto violento. Estos encarcelados han causado que 105 empleados hayan sido derivados a la mutuo o a los servicios médicos del propio centro.
Agresiones en Unidades de Salud Mental
Desde CSIF, hace años que denuncian la gran cantidad de internos con patologías psiquiátricas que conviven en módulos ordinarios con el resto de la población. Aseguran que “la ausencia de inversión en unidades de salud mental por parte de los departamentos de Justicia y el Instituto Catalán de la Salud es evidente. Cabe recordar que muchos centros de nueva creación tienen estas unidades cerradas o destinadas a otros perfiles de internos.
Además, se debería retomar la administración diluida de la medicación que se le administra a los presos que son especialmente peligrosos para la seguridad del centro, ya que se evitaría el tráfico de estas sustancias y favorecería que la medicación la tomara quien realmente la necesita”. Explican que en las Unidades de Salud Mental y Unidades Hospitalarias Psiquiátricas Penitenciarias (UHPP) se han producido un total de 16 incidentes con resultados de agresión con un total de 19 trabajadores agredidos.
123probando
Habéis metido a medio millón de marroquíes para evitar a los hispanohablantes ¿y ahora qué? Todos aquellos que sean víctimas de esta gente sin filtrar, es víctima del nacionalismo. El nacionalismo mata.
CAYMAN
Ser funcionario de prisiones, en Cataluña, como en el resto de España, es una profesión de riesgo, como lo era el ser telegrafista en el Oeste. La violencia se recrudece en las prisiones, cuando hay una "clientela" de personas procedentes de civilizaciones muy agresivas, del este de Europa y del Magreb, sabedores que en España las leyes están hechas para reinsertar y no para castigar. Por si fuera poco los funcionarios de las prisiones, creo, que no se les reconoce como agentes de la autoridad. Los funcionarios de prisiones en España, no tienen que ir a misa, tienen el cielo ganado.