El viernes pasado, el Ayuntamiento de Madrid inició la recogida de alimentos para donarlos a Valencia tras la catástrofe de la DANA. En una lista que empezó a circular con profusión en redes sociales ese mismo día, el consistorio especificaba los 22 puntos distribuidos en la capital en los que los ciudadanos podían acudir a donar comida, qué productos se precisaban con más urgencia y en qué horario era posible realizar entregar los alimentos (de 9h a 21h). Y, al día siguiente, se amplió esta red incorporando a las comisarias de Policía Municipal en los distritos. Ese mismo sábado por la tarde, ya se habían hecho acopio de 300 toneladas de ayuda lista para remitirla a la comunidad valenciana.
Ese mismo día, fueron muchos los internautas barceloneses que, al ver la lista madrileña, preguntaban dónde se encontraban puntos equivalentes en la Ciudad Condal. Sin embargo, cualquiera que buscase información pudo comprobar que no existía ninguna lista oficial. Ante lo cual, distintos particulares publicaron recopilaciones de los lugares en los que hasta ese instante se recogían alimentos, todos ellos organizados por entidades no gubernamentales —entre ellas, la asociación de Castellers de Barcelona, el Ateneu del Raval, la Casa de Valencia de Gavà o el RCD Espanyol—. Compilaciones la mayoría incompletas y con el hándicap de que los centros incluidos tenían distintos horarios de apertura y cierre.
Y es que, hasta ayer lunes, casi una semana después de la tragedia y una vez concluido el puente de Todos los Santos, el Ayuntamiento de Barcelona no se ha encargado de centralizar la ayuda alimentaria y habilitar puntos de recolección oficiales. En este caso, el consistorio barcelonés, en coordinación con el Banco de Alimentos, ha elegido servirse de 14 bibliotecas municipales repartidas por toda la ciudad para recabar las donaciones, que se podrán realizar hasta el próximo viernes 8 de noviembre. Eso sí, los horarios son los correspondientes a cada equipamiento, con lo que los ciudadanos deberán consultar la web de la librería pública escogida antes de desplazarse a ella.
El consistorio ha concretado que los productos que se necesitan con más urgencia son leche; conservas y platos precocinados; alimentos infantiles y pañales; y productos de higiene femenina. En cualquier caso, ha informado de que la "donación más efectiva sigue siendo la económica", que se puede efectuar por transferencia bancaria al Banco de los Alimentos de Valencia (ES86 2100 2806 6402 0009 8998) o por Bizum al número 38400 (concepto: donativo). Una vez almacenados los productos, ambos bancos —el barcelonés y el valenciano— se ocuparán de gestionar los envíos de productos a los damnificados "según las prioridades de cada momento y la evolución de la emergencia".
La tardanza en orquestar el dispositivo por parte del Ejecutivo de Collboni contrasta con la presteza de otras localidades metropolitanas, como Sant Adrià del Besos. Allí, el consistorio habilitó ya el fin de semana la biblioteca del barrio de la Mina —uno de los más precarios y necesitados de Cataluña— para asumir la ingente cantidad de productos recibidos, que llenó dos tráileres. Es cierto que el gobierno barcelonés sí ha gestionado con eficacia ayudas de otra índole en relación a la DANA. El domingo mandó un convoy a la comunidad vecina para colaborar en tareas de limpieza y retirada de vehículos. Y un día antes, partieron otros dos con el mismo destino: uno centrado en trabajos físicos y de seguridad, y el otro con un equipo de médicos y psicólogos.