La Mesa de diálogo entre gobiernos no solo ha causado un cisma entre ERC y JxCat, sino que parte de la bases de la formación republicana también discrepan fuertemente de la estrategia abanderada por la dirección. El 'Col·lectiu Primer d'Octubre, formado por la militancia, ha emitido un comunicado donde sostiene que la "estrategia es extremadamente perdedora".
El hecho de que los de Oriol Junqueras fíen el resultado de la Mesa a una posible condena del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH), tal y como relató Vozpópuli, no genera confianza entre los suyos. Recuerdan que el Estado español "acumula 62 sentencias del TEDH y no se ha abierto nunca ninguna ventana de oportunidad". Y añaden que aunque pueda producirse esta hipotética sentencia, "la actual dirección de ERC no dice cuál será su propuesta de actuación".
En este sentido, inquieren de forma retórica, si "levantarán la declaración unilateral de independencia" o "pedirán el ingreso a las Naciones Unidas". "¿Esperarán a que el Estado español automáticamente reconozca el resultado del 1 de octubre cuando ni tan siquiera nuestros representantes la defienden? ¿Cuál es la propuesta? No dicen nada de nada".
Esta corriente de ERC también hace referencia a un artículo publicado recientemente por Oriol Junqueras y Marta Rovira en un rotativo catalán donde consideran que el informe del Consejo de Europa a favor de los indultos fue clave para forzar al Gobierno de Pedro Sánchez al diálogo. La tesis de Junqueras y Rovira es que, cada victoria internacional, favorece a las tesis independentistas en su negociación con Moncloa.
'Vía autonomista'
No obstante, desde este colectivo son más ambiciosos y aseguran que estos organismos internacionales deberían, por "coherencia", ofrecerse a colaborar y a "hacer la intermediación en un proceso de negociación que requiere necesariamente de unos relatores neutrales". Y lamentan que desde la dirección de su partido no responden si han hecho esta tarea.
Precisamente, una de las críticas desde los sectores nacionalistas a la Mesa entre gobiernos es que es una forma encubierta que tienen ERC y PSOE de arrinconar a Carles Puigdemont y de volver, paulatinamente, a la vía autonomista. Es decir, lo enmarcan en la lucha entre estas dos formaciones independentistas por mantenerse en el poder.
Unidad independentista
Por este motivo, estos militantes organizados sostienen que "antes de ir a una negociación bilateral con España, es necesario tejer las máximas complicidades y consensos dentro de nuestro país". "Echamos de menos el establecimiento de un ámbito de consenso con visión de Estado donde participen tanto las entidades soberanistas como partidos independentistas. Y como consecuencia de una estrategia consensuada, enviar una representación de país (no de gobierno) a la Mesa de negociación donde el punto central sea la materialización del derecho a la autodeterminación de Cataluña.
En este punto, se muestran más favorables a las posiciones de JxCat, que propuso a los ex presos Jordi Sánchez y Jordi Turull como parte de la delegación catalana en la cumbre bilateral. ERC vetó esta opción alegando que se trataba de una mesa de gobiernos.
En paralelo, Aragonès busca ganar tiempo con este diálogo y hacer ruido si finalmente, y como prevén, hay una condena de Estrasburgo al Estado por el juicio del procés en el Tribunal Supremo. Su estrategia pasa por trata de "internacionalizar" este diálogo bilateral con el fin de que la Unión Europea no dé por zanjado sus aspiraciones secesionistas.
Se trata, en definitiva, de repetir lo que en su momento se hizo con el procés independentista: llamar la atención de la comunidad internacional. Desde el partido no niegan de que es una estrategia arriesgada y sin garantías de éxito, con factores externos que no dependen exclusivamente de los integrantes de la Mesa, pero es a lo que se agarra la dirección para neutralizar los intentos de Carles Puigdemont y sus afines de boicotearla.