La decisión de TV3 de cubrir la Mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat ha hundido la audiencia de la cadena, y ha logrado que Telecinco batiera un nuevo récord en esa franja horaria. La cumbre bilateral, que se inició a las 15 de la tarde tras el encuentro entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès, obligó a la emisora a suspender la serie 'Com si fos ahir' y avanzar el programa de actualidad 'Tot es Mou' para hacer un especial sobre el acontecimiento político. Pero el cambio de parrilla no ha tenido el éxito esperado.
Según lo datos de El Món de la tele, la cadena pública autonómica tuvo un 11,6% de share durante la emisión del especial de 'Tot es Mou' sobre la Mesa de diálogo, de las 16 a las 20.15 horas. Es decir, un total 137.000 espectadores frente al televisor que quedaron lejos de la cuota de pantalla del 19,3% que obtuvo el culebrón de la cadena ('Com si fos ahir') el pasado lunes, pero que ayer decidieron suspender para dar seguimiento a la Mesa.
Por contra, el gran ganador fue Telecinco. 'Sálvame Naranja' reunió frente al televisor a 212.000 personas, el 18,0% de share y, posteriormente, 'Sálvame Limón' fue seguido por 225.000 espectadores, un 16,6% de cuota de pantalla. Se trata de un nuevo récord de la televisión dirigida por Paolo Vasile en Cataluña, y se debe exclusivamente al cambio en la programación de la cadena catalana.
También Antena 3 superó el registro de TV3 de este miércoles: 'Amar es para siempre' obtuvo un 12,2% de audiencia (155.000 espectadores). Asimismo, la serie 'Tierra Amarga' obtuvo un 13,5% de share y 160.000 espectadores. Es decir, entre los catalanes despertó más interés el entretenimiento de las dos emisoras privadas que las conversaciones entre los dos gobiernos.
No obstante, en su parte diario de audiencia, TV3 optó por remarcar que el telediario de la noche volvió a ser el más seguido en la región, con una cuota el 15,2% y evitaron reflejar el hundimiento de la tarde debido en gran parte a la cancelación de su habitual culebrón y al poco interés que suscitó la cobertura de la Mesa.
¿TV3, líder de audiencia?
La condición de líder de audiencia de TV3 en Cataluña ha provocado que los debates sobre un nuevo modelo de televisión pública que busque más pluralidad cayeran en saco roto. Pero como informó en su momento Crónica Global, el hecho de que sea la cadena más vista por los catalanes también responde a la distribución desigual de los audímetros que miden la audiencia en las viviendas de la región.
La mayoría de estos aparatos se hallan en casas de catalanoparlantes, y aunque han variado la ubicación en distintos momentos, muchas de las cadenas afectadas siguen denunciando que hay una "sobrerrepresentación" en los hogares de familias que tienen el catalán como primera lengua. Además, se observa que las personas que tienen el catalán como idioma habitual deciden en mayor grado informarse en medios que utilizan su misma lengua, y viceversa. Aquellos que tienen la lengua de cervantes como lengua principal también se inclinan por consumir productos audiovisuales en el mismo idioma.
Kantar Media es la empresa que mide la audiencia televisiva en toda España. Para hacerlo coloca sus audímetros siguiendo unos criterios de edad, sexo, condición económica y estado civil con el fin de tener una muestra fiable de la sociedad española y sus consumos televisivos. No obstante, a veces el criterio elegido ha generado tensiones dentro del comité técnico -formado por miembros de cada autonomía así como representantes de las televisiones públicas y privadas- sobre si el criterio era del todo equitativo.
Diada sin helicóptero
Esta decisión de cubrir la Mesa de diálogo viene poco después de que optaran por no sobrevolar con ninguno de sus helicópteros la manifestación de la Diada, del pasado 11 de septiembre. Se trató de una decisión insólita, ya que desde antes de 2013, cuando estas concentraciones se convirtieron en masivas, llegaron a volar hasta tres helicópteros para hacer una amplia cobertura del acontecimiento.
La Diada de esta edición, además, tuvo la peor cifra de asistencia de los últimos diez años. La división entre los principales partidos independentistas y el desgaste social del movimiento han mermado en la capacidad de afluencia que, según los organizadores, fue de 400.000 personas y de 108.000, según la Guardia Urbana de Barcelona.