Los Mossos sospechan que Puigdemont lleva días oculto en Barcelona antes de la investidura de Illa

Carles Puigdemont ha reaparecido este jueves en Barcelona tras más de siete años prófugo de la Justicia, con el objetivo de reventar la sesión de investidura del candidato socialista, Salvador Illa. El expresidente catalán, hasta su llegada al Arco del Triunfo, ha estado escoltado por su equipo de confianza. Fuentes de seguridad consultadas por Vozpópuli revelan las sospechas de los Mossos d’Esquadra sobre su posible presencia en territorio español desde hace varios días.

En una jornada llena de incógnitas, la única certeza se sustentaba en la orden de detención dictada por el Tribunal Supremo: si Carles Puigdemont reaparecía públicamente, debería ser detenido de inmediato, atendiendo al fuerte dispositivo de los Mossos d’Esquadra.

Una multitud ha arropado a Puigdemont en su alocución bajo el Arco del Triunfo. Tras el discurso, las autoridades políticas allí congregadas han emprendido el camino hasta el Parque de la Ciudadela, donde se ubica el hemiciclo. Sin embargo, Carles Puigdemont no estaba entre ellos.

Los Mossos d’Esquadra han desplegado un fuerte dispositivo en torno al Parlament de Cataluña. Agentes de la BRIMO y la ARRO han cortado todos los accesos del Parque de la Ciudadela, donde se ubica el hemiciclo, permitiendo únicamente el acceso por la puerta que da a la Avenida de l’Argentera. Desde ahí accederán diputados, periodistas y trabajadores.

El objetivo del dispositivo es doble: detener a Carles Puigdemont ante su previsible reaparición pública en Barcelona -tras siete años prófugo de la Justicia- y evitar desórdenes públicos. Sin embargo, no se ha producido su detención, tras desaparecer inmediatamente después de su discurso.

Uno de los interrogantes es dónde se encontraba Puigdemont antes de reaparecer en Barcelona, habida cuenta de que su último paradero conocido era Bélgica. Aunque su seguimiento correspondía principalmente a los Mossos d’Esquadra, fuentes de seguridad consultadas por este diario sospechan que el expresidente podría llevar días en Cataluña, esquivando así cualquier control policial.