El PP presentará un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC) para denunciar el voto delegado de los diputados de Junts Carles Puigdemont y Lluís Puig, mientras que Vox ha anunciado querellas contra dos miembros de la Mesa de Edad en la sesión constitutiva del nuevo Parlament.
La Mesa de Edad, presidida por el diputado de Junts Agustí Colomines, ha decidido este lunes admitir el voto delegado de Puigdemont y Puig, en contradicción con el criterio del Tribunal Constitucional y pese a las protestas de PP y Vox.
La semana pasada, el TC estimó el recurso interpuesto por PSC-Units en contra de los acuerdos de la última Mesa del Parlament que permitieron el voto telemático del exconseller Lluís Puig, que permanece en el sur de Francia, huido de la justicia española.
Sin embargo, la Mesa de Edad -encabezada por Agustí Colomines, que con 66 años es el diputado de más edad de la cámara- ha acordado aceptar que Puigdemont y Puig puedan delegar su voto en el también diputado de Junts Albert Batet.
También forman parte de la Mesa de Edad las dos diputadas más jóvenes: Júlia Calvet (Vox), que se ha opuesto a la decisión, y Mar Besses (ERC), que ha apoyado el criterio de Colomines.
Desde su escaño, el presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández, ha anunciado que su partido presentará un recurso de amparo ante el TC para denunciar la delegación de voto de los diputados de Junts que no han asistido presencialmente al pleno.
Posteriormente, el diputado de Vox Joan Garriga ha avanzado que su partido interpondrá una querella "por prevaricación y desobediencia" contra Colomines y Besses, por haber aceptado la delegación de voto de Puigdemont, Puig y también Ruben Wagensberg, diputado de ERC que se encuentra en Suiza, aunque dispone de una baja médica para justificar su voto delegado.