La consellera d'Educació cede a la presión de los sindicatos y da un volantazo a la medida enviada por el Departament a las escuelas, donde se decía que no habría pruebas de expresión oral de catalán en primaria y la ESO en las competencias básicas por el exceso de trabajo que esto supone para los centros. La medida se había atrasado un curso, después de que se impusiera el año pasado, y ha sido tal el descontento generado, especialmente en sindicatos educativos y en defensa de la lengua catalana, que Simó anunció este miércoles una "revisión inmediata", contradiciendo a las pautas marcadas por el Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo que ahora tiene un nuevo presidente transitorio, Joan Cuevas.
Ante el anuncio, la Intersindical de Educación en Cataluña y la Plataforma per la Llengua (o la 'ONG del catalán') encendieron todas las alarmas y criticaron duramente a Simó de haber echo un paso atrás en la defensa de la lengua en la escuela. "El sindicato considera que la decisión de poner la cabeza bajo el ala y evitar cualquier evaluación oral demuestra, una vez más, una falta de compromiso que es especialmente preocupante después de que los resultados del año anterior mostraran un bajo dominio del catalán en comparación con otras lenguas", decía la Intersindical en un comunicado.
Por su parte, la 'ONG del catalán' ha criticado a Simó, diciendo que esconde "debajo de la alfombra un problema conocido y reconocido". "Para poder certificar competencia lingüística debe tenerse una buena expresión oral. Si no se evalúa, ¿cómo saber que se domina?", han dicho, y también pidieron una reunión urgente con la consellera.
"Muestra" a parte de 130 centros
El Departament ha anunciado que hará una "muestra" en 130 centros entre primaria y secundaria para hacer compatible la monitorización del estado de la lengua catalana en los centros y descargar así las tareas de evaluación a los docentes, que se encuentran "saturados" por la implantación de las pruebas diagnósticas por la LOMLOE en cuarto de primaria y segundo de la ESO, además de las pruebas de cierre de etapa de sexto de primaria y cuarto de la ESO, que se celebran en abril. Como explicó este medio, estas pruebas diagnósticas están estrechamente relacionadas con el informe PISA de 2025 al ser un 'termómetro' del rendimiento escolar.
Como ha comunicado la Plataforma per la Llengua este jueves después de reunirse con Simó, la evaluación de esta "muestra" es un acuerdo de mínimos que implica un retroceso a lo que ya se hacía pero cuyo propósito es poner un "termómetro" para tener una idea general del sistema vistos los malos resultados de los últimos informes. De esta forma el Departament hace su propio seguimiento de la expresión oral, que se aleja del "seguimiento exhaustivo" como la "censal del conocimiento para poder actuar centro por centro".
Por su parte, la Intersindical ha celebrado la "rectificación" de Simó: "Reivindicamos unas pruebas orales bien organizadas, externas, objetivas y que no supongan una sobrecarga para los docentes", han explicado. En todo momento, el Departament ha defendido que retirar la prueba oral del catalán no estaba relacionado con los malos resultados de las pruebas de PISA sino con la "sobrecarga de trabajo de los centros". El compromiso del Departament con la inmersión lingüística en el sistema educativo catalán es la hoja de ruta de la consellera, y los sindicatos también van en este sentido. Han pedido que se refuerce el sistema y han avisado que "vigilaran" la acción del Govern. Hay una gran preocupación extendida en este sentido desde que en octubre el Consell Superior de Evaluación presentara los últimos resultados de competencias básicas del alumnado en catalán. En sexto de primaria el castellano sacaba mejores resultados que el catalán y en general las competencias orales eran más bajas en catalán mientras que las escritas estaban más equilibradas entre ambas lenguas.