"Querido ministro. Te envío esta información que ha sido elaborada como consecuencia del repliegue militar de Irak. Como puedes apreciar, seguimos manteniendo capacidad informativa aunque estamos pensando en un despliegue después del próximo 30 de junio. Un saludo. Alberto S. C. [Saiz Cortés]".
Con ese escrito, de su puño y letra, el entonces director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) informó al titular de Defensa, José Bono, de los trabajos efectuados por los servicios secretos para seguir explotando la información procedente de Irak una vez se habían retirado las tropas sobre el terreno. Ocurrió en un momento difícil para la institución, cuando se desarrollaban las investigaciones para determinar quién y bajo qué circunstancias asesinó a varios de sus agentes sobre el terreno.
Los papeles revelados por el exministro José Bono, cedidos a la Fundación Pablo Iglesias, recogen algunos documentos inéditos sobre la gestión de la retirada de las tropas españolas en Irak. Vozpópuli ya informó de las tensas cartas que se cruzaron José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar sobre la materia. Entre ellas hay, además, una nota informativa redactada por el CNI en la que el director del centro aborda la situación que afrontan los servicios secretos tras el repliegue de sus agentes sobre el terreno en el país dirigido por Saddam Hussein.
La nota informativa dirigida a José Bono detalla los escenarios exactos en los que se desempeñaban los agentes del Centro: los que se encontraban en Najaf y en Diwaniya cumplían con misiones de contrainteligencia y contraterrorismo para garantizar la seguridad de las tropas españolas, mientras que los que se ubicaban en Camp Victory, Bagdad, eran el enlace con las agencias de inteligencia de otros países aliados. Todos ellos regresaron a casa tras consumarse la retirada del Ejército español.
Los asesinatos de agentes del CNI
"El Centro está haciendo un esfuerzo por adaptar su estructura y procedimientos de obtención [de información] a la nueva situación", explica Alberto Saiz, quien admite que se enfrentan a una evidente "merma de la capacidad de manipulación de sus redes y fuentes humanas sobre el terreno". Una pérdida de capacidades en un momento delicado, ya que el CNI estaba inmerso en una investigación sobre la emboscada de Latifiya, en la que siete de sus agentes fueron asesinados tras ser asaltados a bordo de los dos vehículos en los que viajaban. Sólo uno de ellos sobrevivió. En las semanas anteriores, además, mataron a otro agente más en Bagdad.
Así, uno de los elementos destacados en la nota informativa del CNI -hasta ahora clasificada- es la necesidad del "mantenimiento de los canales que permiten continuar con el seguimiento de la investigación del asesinato de los agentes". O lo que es lo mismo, seguir en contacto con las fuentes de información que pudieran ofrecer datos relevantes sobre los sucesos, aunque ya no hubiera personal del Centro sobre el terreno.
Otra de las líneas de actuación propuesta por el CNI pasa por intensificar las relaciones informativas y operativas con los servicios de Inteligencia de los países de la Coalición que participaba en la operación en Irak, "especialmente ingleses y norteamericanos". También en el intercambio con otros países de la región. En este sentido, se plantea una "mayor implicación" de los agentes en el área, "tanto en sus actividades de representación como en sus capacidades de obtención".
Un nuevo despliegue
Asimismo, se sugiere la "potenciación" de las capacidades de adquisición técnica sobre la zona, "tanto directamente como a través del intercambio con otros servicios de esta naturaleza", así como la planificación de la obtención de manera indirecta, fundamentalmente mediante la explotación de colaboradores propios actuando en zona". Con todo ello se considera que el CNI se encontraría en disposición de atender las misiones asignadas por el Ministerio de Defensa, entonces dirigidos por José Bono.
Sin embargo se infiere que las capacidades desplegadas no son las deseables y que hace falta un refuerzo inminente para seguir explotando las fuentes de información iraquíes: "se está planificando desde el punto de vista de ubicación, coste y oportunidad, el despliegue propio que permita un seguimiento de la situación en la nueva etapa que ha de abrirse después del 30 de junio". Es decir, apenas un mes después de la fecha en la que fue redactada la nota informativa, el 21 de mayo.
Se trata de información hasta ahora confidencial, revelada por José Bono tras la cesión de su archivo personal. Este diario ya informó de las tensiones entre CNI e Interior en las pesquisas sobre el 11-M, la investigación que abrió el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la cúpula militar para saber si compartían las tesis del general Mena sobre Cataluña o los polémicos papeles que el exministro de Defensa guardaba sobre el Yak-42 y que María Dolores de Cospedal le requirió por burofax.