La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quiere respaldar a la socialista francesa Anne Hidalgo en las próximas presidenciales francesas para lanzar a la vez su figura a nivel nacional. Colau se considera “amiga” de Hidalgo, y cree que su apuesta la puede favorecer porque en ella se puede reflejar una trayectoria parecida: del gobierno municipal al gobierno de la nación. Sin embargo, no todos están de acuerdo en los Comunes, la marca catalana de Podemos.
El sector del eurodiputado Ernest Urtasun, por ejemplo, se decanta por apoyar a los verdes tanto en los próximos comicios en Alemania, como en las futuras presidenciales francesas. Urtasun forma parte del grupo que se integró en los Comunes de Iniciativa per Catalunya Verds, la marca catalana de Izquierda Unida. Urtasun no quiere que Colau se decante por Hidalgo e insiste en la apuesta ecologista de los Comunes.
La izquierda francesa se presenta a las elecciones presidenciales del próximo año muy dividida. En este mes de septiembre, el partido verde elegirá a su candidato con Yannick Jadot como favorito. Jadot es un eurodiputado de Europa Ecologista-Los Verdes (EELV) y comparte grupo político en Bruselas con Urtasun. De ahí el interés del dirigente en respaldar a ese partido y ese candidato, contrariamente a lo que quiere Colau, que mira a París como a una oportunidad para consolidarse en España. En los sondeos, Hidalgo aparece igualada a Jadot para ocupar el Elíseo (entre un 9% y 8% de votos), mientras que les sigue Luc Mélenchon, antiguo referente de Pablo Iglesias.
Tándem con Yolanda Díaz
Colau sabe que su experiencia en la ciudad de Barcelona tiene fecha de caducidad. Varias fuentes del equipo municipal admiten que la alcaldesa lleva años “cansada” de la política local y de su gestión. Ya en 2019, como adelantó este diario, Colau planificó un desembarco en Madrid. Pero la resistencia de Pablo Iglesias y su repentina entrada en el Gobierno de Pedro Sánchez dinamitaron ese proyecto. Ahora, con la salida del exsecretario general de Podemos y la nueva plataforma que aspira a lanzar Yolanda Díaz, se abre otra oportunidad para la alcaldesa.
Las relaciones entre Yolanda Díaz y Ada Colau son muy buenas. Díaz, que carece de cuadros, más allá del apoyo de Comisiones Obreras, lleva meses entablando conversaciones con Colau. En algunos casos incluso públicamente. Algo que ha molestado al entorno de Irene Montero, con Enrique Santiago, líder del PCE, en la cabeza y que ha asegurado a los suyos que controlará de cerca a Díaz.
La polémica sustitución de Rubén Martínez Dalmau con Héctor Illueca en la vicepresidencia valenciana ha ofrecido una foto hasta ahora inédita en Unidas Podemos: todos juntos, desde Santiago hasta Ione Belarra, Juan Carlos Monedero y Alberto Garzón para apoyar a un dirigente local. Es una clara declaración de intenciones, reflexionan en los ambientes moradas. O una declaración de guerra contra Yolanda Díaz (que no acudió a Valencia el día del nombramiento de Illueca) y la propia Colau.
Una "amistad" útil
Cabe destacar que entre Colau y Pablo Iglesias ha dominado la desconfianza. Oficialmente se comenta que Iglesias, antes de Díaz, pensó en Colau como sucesora. Pero lo cierto es que la dirigente catalana ha estado directa o indirectamente involucrada en algunas operaciones que han alimentado las sospechas entre los pretorianos de Iglesias. Y ahora, con Irene Montero como secretaría general en la sombra, esa desconfianza ha ido in crescendo.
La alcaldesa de París, de la que Colau es “amiga”, ofrece un perfil parecido al de Manuela Carmena. Si bien más joven, Hidalgo representa la corriente de izquierda del PSF, y ha aumentado su apoyo popular tras liderar el Consistorio de la capital francesa. En un partido como el PSF, en crisis de cuadros e identidad, Hidalgo podría superar las primarias y aspirar a ser la primera presidenta mujer de la República Francesa.
Su cercanía con Colau tendría un enorme valor para la regidora de la capital catalana en el caso de que se postulara para un cargo a nivel nacional. Tal vez sea por esto que en el Ejecutivo de Sánchez, de hecho, algunos sostienen que la remodelación no ha acabado, puesto que falta por ajustar la parte del gobierno de Podemos. De momento, son poco más que rumores, pero empieza a circular la tesis de que Colau está dispuesta a sorprender en el próximo curso. Las elecciones presidenciales francesas se llevarán a cabo a partir de abril de 2022.