La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha aprobado hoy en la sesión extraordinaria de su Consejo de Administración la ampliación de la terminal de contenedores de la ampliación norte del Puerto tras una votación en la que sólo ha habido dos votos en contra, uno de ello el previsto del alcalde de la ciudad, Joan Ribó y el otro del secretario autonómico de la Vicepresidencia de la Generalitat, Iván Castañón, ambos de Compromís.
El primer edil de la capital del Turia ya manifestó ayer que votaría en contra si no se solicitaba una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA), complementaria a la que se realizó en 2007. Esta postura del alcalde de la ciudad no ha sido compartida por la mayoría de los miembros del órgano rector y la ampliación ya tiene luz verde a expensas de su remisión a Puertos del Estado y posterior aprobación por el Consejo de Ministros.
Puig se impone a Ribó
El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez (a quien propuso en su momento Ximo Puig) ha consumado así con éxito su enfrentamiento a Ribó (Compromís) con el futuro de la instalación portuaria en el punto de mira. Para Martínez "la votación aunque no haya sido por unanimidad es igualmente democrática" y se ha "felicitado por el impacto positivo que va a tener en la ciudad".
Martínez ha acusado a Ribó de "querer dilatar el proceso", ya que una nueva DIA hubiera tardado unos cinco años más con la consiguiente pérdida de competitividad del Puerto de Valencia frente a otros competidores del Mediterráneo. El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia ha situado el periodo de licitación de las obras para "el primer trimestre de 2023" y la adjudicación se producirá antes de que acabe el próximo año. La construcción del muelle está prevista en unos 58 meses desde el inicio de las obras (aunque la intención es poder acortarlas medio año).
En el consejo de Administración se ha dado cuenta del informe favorable a la ejecución de la ampliación por parte de la Dirección General de Costas del Ministerio de Transición Ecológica que Ribó considera 'insuficiente' pese a que en 2007 una Declaración de Impacto Ambiental ya daba luz verde a la obra. En cuanto a la regeneración de las playas al sur del recinto portuario que debe abordar la APV, todo queda a expensas del consenso de los técnicos de la Dirección General de Costas al respecto de cuál es la mejor solución.
Los técnicos de Valenciaport ya trabajan para dar cumplimiento a las 21 observaciones y condiciones que realizó la Dirección General de Costas en su informe favorable de Compatibilidad con la Estrategia Marina sobre el proyecto constructivo aprobado hoy antes de remitirlo finalmente a Puertos del Estado.
Lo que está claro es que habrá que hacer una aportación de 2,6 millones de metros cúbicos de arena del banco situado frente a las costas de Cullera, y si no fuera posible por las características del grano, se extraería de fuentes alternativas como el material procedente de la obra del túnel pasante ferroviario y otras obras del entorno del Puerto de la capital del Turia.
Inversión de 1.564 millones
El acuerdo del Consejo de Administración de la APV supondrá una inversión pública de 542 millones de euros, aunque Aurelio Martínez ha explicado que esa cifra será superior por el incremento del coste de los materiales constructivos experimentado en los últimos meses. A esa inversión hay que añadir los 1.021 millones que aportará la empresa Terminal Investment Limited (TIL), del grupo MSC, compañía ítalo-suiza que será la encargada de la construcción y explotación, en régimen de concesión administrativa, de la nueva terminal de contenedores.
Así, la iniciativa va a suponer una inversión público-privada de 1.564 millones de euros que aspira a dotar al recinto valenciano de la terminal de contenedores más sostenible y moderna del mundo, donde el origen de la electricidad procederá 100% de fuentes renovables, lo que permitirá el suministro eléctrico a los barcos en puerto y contará con una clara apuesta por el ferrocarril.
La empresa TIL podrá disponer de los 1.000 metros de muelle y superficie anexa aproximadamente a los 24 meses del inicio de las obras de la primera fase, según han confirmado fuentes de la APV. La previsión de TIL es desarrollar una terminal ferroviaria dotada de 6 vías de 1.000 metros de longitud, con capacidad para mover 305.000 TEUs/año por ferrocarril.
Esperan crear 6.000 empleos
La nueva terminal estará ubicada en las aguas interiores del dique de abrigo de la ampliación norte del Puerto de València, cuyas obras finalizaron en 2012 con una inversión de 204 millones de euros, de los que 74 millones fueron subvencionados con Fondos de Cohesión Europeos. Tendrá una superficie de unas 137 hectáreas y 1.970 metros de línea de atraque, con una capacidad para albergar 5 millones de contenedores.
El estudio sobre el impacto de la nueva Terminal de Contenedores de la Ampliación Norte del Puerto de Valencia que elaboró el Instituto de Transporte y Territorio (ITRAT), con la nueva terminal a pleno funcionamiento, determina que el impacto económico del puerto de Valencia representará en términos de valor añadido el 2,27 % del conjunto de la Comunidad Valenciana.
El empleo superará los 44.000 puestos de trabajo, cuyo salario medio estará en torno a los 32.000 euros anuales. En su conjunto, el Puerto de Valencia representará el 2,2 % de todo el empleo de la Comunidad Valenciana. Así, el empleo total generado por Valenciaport cuando la terminal esté activa pasará de 38.866 (según el informe elaborado por la Universidad Politécnica de Valencia con datos de 2016) a más de 44.000 empleos y creará más de 5.000 nuevos puestos de trabajo en el entorno del Puerto de Valencia entre directos, indirectos e inducidos.