El largo proceso de reconstrucción de las zonas afectadas en la provincia de Valencia por la riada del pasado 29 de octubre y, sobre todo, la lentitud en hacer llegar las ayudas a los vecinos, está provocando que la ira se desate en los plenos municipales contra los alcaldes y alcaldesas de las poblaciones más dañadas.
Hay una denominada 'zona cero' como es la del sur del área metropolitana de Valencia que sufre con especial virulencia los efectos de DANA, aunque en realidad hay otras 'zonas cero' en poblaciones del interior de la provincia, menos pobladas y casi invisibles para la opinión pública, cuyas infraestructuras han quedado inservibles para desarrollar su principal atractivo que es el turismo.
Críticas feroces
La reprobación el pasado lunes de la alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat (PSOE), por su errática gestión en estos dos meses y medio es el último ejemplo del enfado vecinal. La reprobación tuvo impulso político, obviamente, pero las críticas en el pleno fueron feroces hacia Albalat que tuvo que soportar duros reproches de los vecinos en el turno de ruegos y preguntas.
La lentitud en la llegada de las ayudas prometidas por las Administraciones públicas centró muchas de las acusaciones de los vecinos de la localidad que se quejaban de las dificultades que tienen para salir adelante en su día a día: "Te estás riendo en nuestra cara", le llegaron a decir, mientras que otros le criticaban la falta de actuaciones en el barranco del Poyo que si se hubieran hecho "la tragedia habría sido la mitad".
La falta de alternativas para alquilar nuevas viviendas, la eterna espera para la reparación de ascensores o los garajes que no están aún en disposición de albergar vehículos fueron otros de los lamentos a voz en grito. También la falta de limpieza con la presencia de ratas en la población y la basura acumulada en la calle por la falta de contenedores estuvieron sobre la mesa de tareas pendientes.
Y otro disgusto recurrente es el de las personas que perdieron familiares en la riada y que culpan a los alcaldes, a la de Paiporta también, por "no haber hecho nada por avisar".
Las mismas necesidades
Este retrato robot del pleno de Paiporta es ahora mismo extensible a todas las zonas afectadas por la DANA. No distingue entre ayuntamientos gobernados por el PP o por el PSOE. Los vecinos no pueden dirigirse al Gobierno de España porque sus integrantes (especialmente Pedro Sánchez) no aparecen por la zona desde hace tiempo. La última fue Diana Morant y más en calidad de líder de la oposición a Carlos Mazón junto a la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, que como ministra.
Hablar con ministros en la calle o con consellers es más difícil, así que los vecinos se han centrado en los plenos municipales para dirigir sus iras, lanzar sus amenazas y denunciar la situación de abandono que aún sufren 78 días después del paso de la destructiva DANA.
La alcaldesa de Catarroja, quien criticó la visita a su población, sin avisar previamente, de los Reyes de España, ha tenido también que escuchar y aguantar los improperios de sus vecinos. Lorena Silvent (PSOE) en el pleno del 20 de diciembre fue acusada de no haber avisado a la población de lo que se les venía encima. Ella, como muchos alcaldes, se defendía diciendo que nunca les llegó esa alerta por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar ni del Centro de Emergencias de la Generalitat.
"Vengo a recriminaros la muerte de mi madre, que es lo más grande que hay para un hijo. Me la habéis matado. Voy a buscar a los culpables y voy a hacer que vayan a prisión”, le decía en aquel pleno un vecino a la alcaldesa de Catarroja, visiblemente afectada.
Juan Ramón Adsuara (PP), alcalde de Alfafar, también soportó las críticas de sus vecinos el pasado 26 de diciembre quienes, entre gritos de "fuera" y "sinvergüenzas", se quejaban de no poder tener voz en ese pleno que se tuvo que trasladar a otro espacio no habitual.
En cualquier caso, todos denunciaban falta de información sobre la DANA y sobre los criterios para la solicitud de las ayudas. Las infraestructuras dañadas en la localidad y los recurrentes problemas de falta de iluminación o la situación de los coches aún amontonados en el término municipal estaban igualmente entre los argumentos que exponían ante el equipo de Gobierno.
El alcalde de Aldaya, Guillermo Luján (PSOE), el 27 de noviembre pasado fue acusado de abandonar a los residentes y tratarlos "como animales", una de las vecinas le llegó a decir: "Cojo un rifle y me cargo al alcalde, al primero que tengo al lado, después al de Valencia y después al de Madrid. En ese orden. Nunca he protestado por nada, pero esto me ha tocado ya las narices. A mi familia no me la toca nadie".
Hay más situaciones en los municipios afectados, dentro y fuera de los plenos, en los que los vecinos acusan a los responsables municipales de inacción y abandono. Y todos aguantan el chaparrón como pueden.
La guerra abierta entre Gobierno y Generalitat a la hora de responsabilizarse mutuamente de la mala gestión de la crisis no ayuda a a que la ciudadanía afectada (más de un millón de personas) confíe en sus responsables políticos y los alcaldes están en primera línea de fuego en una situación que se augura muy difícil aún durante un larguísimo tiempo.
Triyuga
15/01/2025 08:45
En Valencia Pedro Sanchez, y el Psoe han dejado a los ciudadanos tirados en el fango, literalmente...