El fuego, el fuerte viento de poniente y el poliuretano fueron tres de los principales elementos que caracterizaron este jueves la tragedia de un barrio de Valencia. Dos edificios fueron totalmente devorados por las llamas y provocaron la muerte de, al menos, cuatro personas y hasta catorce desaparecidos, según el último conteo de la mañana de este viernes. Además, la primera remesa de información oficial cifra en catorce el número de heridos por facturas, inhalaciones de humo o quemaduras, aunque ninguno de ellos corre riesgo alguno.
Todo comenzó en el corazón de Valencia, concretamente en el barrio de Campanar. Las primeras llamas comenzaron a asolar un edificio de catorce plantas de la avenida Maestro Rodrigo, en el cruce con la calle Poeta Rafael Albertí, sobre las 17:20 horas. De esas catorce diferentes alturas, el epicentro de la tragedia parece situarse en la octava, aunque aún se desconocen las causas principales de un incendio que se propagó con una rapidez inusitada por toda la fachada del inmueble. Es ahí donde recae todo el foco de la crítica.
La firma FBEX, promotora de los dos edificios incendiados del barrio valenciano, destaca en su vídeo promocional que ambos contaban con "fachadas revestidas de un innovador material de aluminio". Ese curioso material no es otro que el poliuretano, un plástico altamente inflamable que fue descubierto en 1937 por Otto Bayer a partir de la síntesis del Poliisocianato alifático y el poliol. Sin embargo, no sería hasta 1951 cuando la ingeniería comenzara a demandar en mayor medida el uso del poliuretano para su práctica.
Se trata, por lo tanto, de un material "reciente" formado por una red de pequeñas moléculas conectadas con estabilidad, pero que ofrece, a su vez, una amplia versatilidad a la hora de presentarse en diferentes formas. Por ejemplo, que sea un material adaptable hace que pueda quedar flexible o rígido, pudiendo ser empleado el poliuretano para todo tipo de aislamientos, protecciones de columnas, colchones, adhesivos, neumáticos y demás piezas del coche o ropa deportiva, entre muchos otros. Pero eso no es todo.
El poliuretano, la razón principal por la que el incendio se propagó tan rápido
El poliuretano también es comúnmente empleado (bien sea una práctica correcta o incorrecta) en diferentes revestimientos y fachadas de todo tipo de edificios y construcciones. Por ejemplo, en Kuala Lumpur (Malasia) se proyectó la construcción de un millón de hogares con panales ligeros de poliuretano, apostando por la eficiencia energética y la durabilidad. También es un material propio en importantes y reconocidas residencias, como el Kingspan Lighthouse británico o el edificio Bayer Material Science de India.
En verdad el poliuretano ha facilitado el uso de algunos productos que se utilizan a diario. Gracias a las soluciones que ofrece y la versatilidad anteriormente comentada, cada vez se puede apreciar en más productos y no sólo como un material para la rehabilitación de edificios. Pero todos sus beneficios son expuestos sin tener en cuenta los diferentes escenarios que se podrían dar. Uno de ellos es el caso de los incendios, tal y como ha ocurrido en Valencia, donde las llamas se fueron propagando rápidamente gracias, en parte, a que el frente de ambos edificios fue revestido con poliuretano.
Los expertos comparten la misma opinión. Por ejemplo, Esther Puchades, vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia, realizó el peritaje del edificio. Aunque exteriormente lo que se ve es una chapa de aluminio, sobre el muro de ladrillo este tenía un revestimiento de poliuretano. "Se trata de un material que en contacto con el fuego gotea y esto es lo que ha hecho que las llamas se hayan extendido hacia abajo; mientras que, por el propio calor y el aire caliente, también lo hicieron hacia arriba".
El inmueble en cuestión, el primero en ser devorado por el fuego y cuya construcción finalizó en 2009, tenía por lo tanto una fachada ventilada, un sistema pensado para potenciar el aislamiento acústico y sobre todo térmico, de manera que también favorece el ahorro energético. Básicamente, se compone de un muro, una capa aislante y un material de revestimiento que se fija al edificio con otra estructura exterior. Entre el muro y el material de revestimiento se crea, de esta forma, una cámara de aire que permite la ventilación.
En este caso, David Calvo, arquitecto y diputado socialista, señala en su cuenta de X (Twitter) que en el vídeo de hace 17 años de la promotora "se olvidaron decir que cada panel solo tenía 0,5 milímetros de aluminio frente a los 5 de polietileno macizo"; algo que también ha agravado esta particular situación devastadora.
En este mismo sentido, el catedrático Antonio Hospitaler, que también estuvo en la Torre Windsor de Madrid después de que esta ardiera en 2005, detalla que la propagación por la fachada es "mucho más rápida que si se tratara de un incendio al aire libre". También comentó que si esta hubiera estado construida con ladrillo y cemento y no con un material combustible, no hubiera habido cabida para el fuego. De ahí que el Código Técnico de Edificación prevenga este tipo de situaciones desde el año 2006, aunque aún son muchos los edificios que se sigue construyendo "a la sombra" de este manual.
Antecedentes: otro peculiar incendio en Valencia y las llamas de la Torre Grenfell
No obstante, el altercado de Valencia marcará, tal y como comenta también Puchades, "un antes y un después en el sector de la construcción en España". Pero no será por antecedentes ni casos similares que también advirtieron con anterioridad lo que podría ocurrir en aquellos edificios donde entra en juego el poliuretano.
En 2018, una fábrica dedicada a la producción de espuma de poliuretano de la localidad alicantina de Crevillent, por ejemplo, también quedó totalmente calcinada tras incendiarse durante una noche. Los bomberos, al contrario de lo que ha ocurrido recientemente en Campanar, consiguieron sofocar las llamas antes de que estas llegaran a una segunda fábrica donde se situaban productos químicos altamente inflamables y peligrosos.
Por otro lado, es innegable pensar también en el incendio del 14 de junio de 2017 en la Torre Grenfell londinense. "Ocurrió exactamente lo mismo. Fue un incendio que se propagó por la fachada y eso causó una actualización de la normativa europea al respecto", señalan los medios internacionales. En aquel año, el fogonazo se produjo dentro del edificio, en las oficinas; y de ahí se propagó después por la fachada, dándose en apenas unas minutos una llamarada enorme que cubría toda la torre de la capital británica.
Al igual que ha terminado ocurriendo en Valencia, el "efecto chimenea" provocado por el espacio de aire que había entre las placas permitió que el fuego devorara rápidamente el resto de la construcción londinense. En cuestión de horas, el incendio declarado en la cuarta planta hizo arder toda la torre, causando a su vez un total de 72 muertes y dejando 74 heridos. Además, tras la investigaciones posteriores, las autoridades descubrieron que los promotores de la vivienda utilizaron polietileno como elemento principal del revestimiento para mejorar la apariencia del edificio a bajo coste.
KikeAlbri
El Código Técnico de la Edificación no es un manual, estimado redactor, en una normativa estatal de obligado cumplimiento. Otra cosa es si era una normativa vigente cuando se entregó el proyecto de ejecución.