Comunidad Valenciana

El pacto entre PP y Vox en el Ayuntamiento de Valencia sigue en pie tras casi romperse días atrás

La dirección nacional no quiere aumentar la tensión por las múltiples críticas internas y mantiene 'bajo vigilancia' el pacto más relevante en España con el PP

  • María José Catalá y Juanma Badenas, en una imagen de archivo -

El principal pacto que PP y Vox mantienen en España es el del Ayuntamiento de Valencia y sigue en pie, aunque estuvo a punto de romperse el pasado viernes por la tarde. Los desencuentros entre la alcaldesa, María José Catalá, y el portavoz de la formación populista en el Consistorio, Juanma Badenas, vienen de lejos.

La convivencia de PP y Vox en el Ayuntamiento de Valencia es mucho más complicada que la que se vivía en la Generalitat. Sorprendentemente, el presidente nacional de Vox, Santiago Abascal, ha decidido poner fin a la alianza que mejor funcionaba y 'proteger' a la que más sobresaltos está teniendo.

El Valencia CF, como excusa

El pasado viernes por la tarde, según ha podido contrastar Vozpópuli, el pacto entre PP y Vox estuvo al borde de la fractura. La gota que colmó el vaso, desde la óptica de Vox, fue la decisión del PP de concederle una licencia de obras al Valencia CF para la finalización de su nuevo estadio a espaldas de sus socios de gobierno.

Para Badenas esta era una línea roja porque llevaba semanas negociando las condiciones que se le deberían imponer al máximo accionista del Valencia CF, Peter Lim, que lleva más de una década incumpliendo el compromiso con la ciudad para acabar ese recinto.

Las llamadas de la dirección nacional calmaron las aguas relativamente –porque el lunes Badenas criticó con dureza la decisión de Catalá– y Abascal decidió proteger este pacto de Gobierno con el PP, aunque lo mantendrá 'bajo vigilancia' porque las quejas del portavoz municipal de la formación que preside son constantes.

La mañana del pasado viernes, antes de que se produjera la concesión de la licencia a Peter Lim, Badenas explicó ante los medios de comunicación que "el pacto municipal sigue completamente vigente, pero este tiene que cumplirse, porque si no se cumple no tendremos ningún apego al cargo". Horas después se sintió traicionado por Catalá y sólo el freno de la dirección nacional evitó una ruptura más.

El PP no le ve sentido

En la parte del PP del Gobierno municipal no se dan por aludidos y aseguran que "no tiene sentido" que haya estas dudas acerca del pacto. La realidad es que con 13 concejales el PP tendría que gobernar en minoría sin los 4 concejales de Vox en el Gobierno, y seguiría necesitando su apoyo externo para sacar adelante las principales iniciativas de la legislatura.

Las diferentes visiones entre PP y Vox en el Gobierno municipal son algo "lógico" según Catalá, ya que como siempre explica la alcaldesa "somos dos partidos distintos".

Ahora bien, son llamativas las peleas en estos primeros meses de alianza, ya que traspasan de lo interno a lo público.

Desacuerdos llamativos

Vox ya impidió que se aprobara una modificación de crédito de 37 millones de euros para pagar personal, limpieza y otras cuestiones cuando abandonó el pleno el pasado mes de marzo. Era la respuesta a lo que consideraban la "invasión de competencias" del PP en materia de empleo y formación que están delegadas a Vox.

El enfoque para forzar a Peter Lim a acabar el nuevo estadio, o las políticas de fomento del empleo femenino han sido algunos de los ejemplos de desencuentros entre PP y Vox.

La organización de la celebración de los Gay Games en 2026, a la que se opone Vox; las iniciativas de la Capitalidad Verde Europea; el cambio de nombre de la ciudad de Valencia para que sea en castellano y que en valenciano se escriba con acento cerrado en la e y no abierto como establecieron los anteriores gobernantes; o el cambio de nombre de algunas vías públicas, son otros puntos de la gestión municipal en los que han chocado Catalá y Badenas.

Dirección nacional de Vox

Es por ello que en diferentes etapas de esta coalición de Gobierno municipal, la dirección nacional de Vox, fundamentalmente a través de la vicesecretaria de Acción de Gobierno, Montserrat Lluís, y de la de Organización Territorial, María Ruiz, ha mantenido una interlocución continua con Badenas para que no descarrile un pacto que costó mucho de tejer con la intervención de Ignacio Gil Lázaro en el tramo final de las negociaciones.

Además, el coste interno de la decisión de Santiago Abascal de romper con los Gobiernos autonómicos del PP está siendo elevado y no quieren aumentar esta tensión que ha llevado a la exconsellera de Justicia, Elisa Nuñez, a darse de baja en el partido y a los que fueron sus compañeros de Vox en el Gobierno autonómico, Vicente Barrera y José Luis Aguirre, tremendamente enfadados con su presidente nacional. Y el grupo parlamentario en las Cortes Valencianas también se ha dividido en torno a esta polémica decisión.

En el grupo municipal de Vox recuerdan, en cualquier caso, que el principal peligro para el pacto es la "tendencia del PP a hablar con hechos consumados" como ha sucedido en el caso de la licencia al Valencia CF, algo que ya expresó en su momento el propio Juanma Badenas.

Este último capítulo de distanciamiento, el que más cerca ha estado de dar al traste con el acuerdo de gobernabilidad, ha sido superado de momento y la dirección nacional de Vox ha confirmado a este medio que a día de hoy "el pacto sigue funcionando".

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