La limpieza y desescombro del edificio incendiado en el barrio valenciano de Campanar el 22 de febrero del año pasado, que dejó diez fallecidos y a centenares de familias sin nada, ha finalizado este viernes tras cinco meses de limpieza y a menos de un mes de que se cumpla un año del siniestro.
La resolución favorable del Ayuntamiento a la ocupación de la vía pública y a los trabajos de desescombro permitieron que el pasado día 2 de septiembre comenzara la limpieza del edificio, y que ahora presenta sus catorce plantas más la de la cubierta total diáfanas y despejadas y limpios los jardines y la piscina de las zonas comunes, según confirma el presidente de la Comunidad de Propietarios, Fran Fernández.
Ese día comenzaron oficialmente las labores de desescombro del edificio, indica Fernández a Efe. El inmueble está ubicado en el número 2 de la calle Poeta Rafael Alberti de Valencia y está compuesto por dos torres con 138 viviendas, como paso previo a la futura reconstrucción del inmueble, ya que no había daños en la estructura que impidieran rehabilitarlo.
Miles de toneladas
Los trabajos de desescombro han tenido un coste de 1,5 millones de euros y ha sido asumido por las compañías aseguradoras, al igual que el de la redacción del proyecto de reconstrucción.
La empresa Giticsa ha sido la encargada de retirar los escombros. Han sido miles de toneladas de pavimentos, carpintería metálica, vidrios de ventanas y balcones, cabinas de ascensores y restos de la fachada ventilada los que han tenido que limpiar ayudados por hidrolimpiadoras industriales.
Ahora, el despacho de arquitectura Arqueha –que diseñó la torre Ikon de Valencia, obra póstuma de Ricardo Bofill– ha redactado el proyecto de reconstrucción de la finca (1,1 millones), con un plazo de siete meses para plantear una propuesta en la que se cambiará la fachada, para que no recuerde la tragedia, y que además ha sido votada por los vecinos entre los bocetos que se les han expuesto.
Volver en 2027
Con el proyecto definitivo, está previsto un concurso para adjudicar las obras a una empresa constructora, que dispondrá de entre 12 y 18 meses para ejecutar la reconstrucción del edificio, según las estimaciones que se barajan en estos momentos.
De esta forma, si se cumplen los cálculos que manejan los propietarios, a finales de 2026 ó principios de 2027 podrían volver al edificio los ocupantes que lo abandonaron –algunos solo con lo puesto– la tarde del 22 de febrero, cuando una pequeña fuga de refrigerante en el condensador del frigorífico de una cocina, según la investigación policial, desató el mayor incendio urbano de la Comunidad Valenciana.