Ya han pasado cinco años, cinco años en los que las calles se vaciaron y la normalidad fue cambiada por una “nueva normalidad” que trajo consigo el confinamiento, decretado un día como hoy de 2020, que nos encerró en casa durante meses a causa de la pandemia global de Covid19. A partir de ese momento nuestro lenguaje cambió, rebrotes, desescalada, asilamiento, certificado Covid...
El Estado de Alarma se decretó para quince días y tuvo seis prórrogas en total, acabando el 21 de junio de 2020, y perdiendo apoyos en cada una de estas. Fnalmente, al año siguiente, y debido a la restricción de la libertad de circulación que aplicaba el decreto, fue declarado inconstitucional por el TC.
Pedro Sánchez se vio obligado a decretar esta medida sanitaria cuando en España se contaban más de 5.700 afectados y 136 fallecidos. Pocos días antes, el Gobierno celebró en las calles el día 8, el día de la mujer, algunos informes, como el del médico forense Julio Lorenzo Rego, versan que para esas fecha ya "había miedo y prueba de ellos es que algunas manifestaciones fueron desconvocadas por los organizadores". Ese mismo informe reprochó a las autoridades que no hubieran informado a los ciudadanos de las "medidas higiénicas" necesarias de autoprotección cuando hay aglomeraciones, algo avisado por la OMS y la ONU. También afirma que si se hubiera evitado la manifestación de Día Internacional de la Mujer se habría frenado una "amplia difusión" del coronavirus.
Durante aquella manifestación, no se vieron mascarillas, una "prenda" que con el paso del tiempo se convirtió en parte del día a día de los españoles. Su uso obligatorio en interiores y espacios públicos se convirtió en una medida clave en la lucha contra el Covid-19, ya que no permitía a las partículas del virus viajar por el aire tan rápidamente hacia otra de sus víctimas. Según datos de la ONU, a principio de la pandemia se fabricaban aproximadamente 130.000 millones de mascarillas desechables al mes.
Vacunación
A finales del año 2021, España contaba con un índice de vacunación muy alta compadada con el resto de Europa, con más del 90% de la población mayor de 12 años parcialmente protegida. En pocos meses, las vacunas de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen demostraron ser efectivas y reducir muertes y hospitalizaciones.
A rasgos generales, España siguió la misma estrategia de vacunación que el resto de los países de nuestro entorno, dando prioridad a grupos como el de las personas mayores, los inmunodeprimidos o los sanitarios. La vacuna se fue ampliando con el tiempo, en función de la edad principalmente. Las vacunas de ARN fueron desarrolladas en un tiempo récord y su tecnología podría servir para descubrir la vacuna para otras enfermedades en el futuro
Covid Persistente
Según datos de la 'Revista Clínica Española' se estima que entre el 10% y el 100% de las personas que han tuvieron Covid-19 han desarrollado síntomas persistentes. Uno de los mayores desafíos que han tenido los expertos para tratar esta enfermedad que surgió de la pandemia global ha sido catalogar sus síntómas para su diagnóstico. Entre los más comunes estaban las dificultades respiratorias, los dolores, la fatiga, problemas en la concentración y la memoria, y la perdida continuada, después de haber padecido el COVID, de gusto y olfato.
La Red Española de Investigación en Covid persistente (REiCOP) anunció en septiembre del año pasado que llevará a cabo un importante proyecto de investigación cuya principal finalidad será conseguir una definición de Covid persistente basada en algoritmos probabilísticos generados a partir de la caracterización clínica, tan reclamada por parte de las personas afectadas, como por la propia comunidad científica. La ausencia de una definición clara y homogénea, más allá del consenso profesional, y la falta de precisión en la caracterización clínica, dificulta la caracterización epidemiológica y el desarrollo de tratamientos efectivos.
Esto se anunció durante el segundo aniversario de esta Red impulsada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) que agrupa en la actualidad a 68 entidades científicas, profesionales, 10 colectivos de pacientes y más de 300 socios y expertos a título personal.
“Los resultados no solo contribuirán al desarrollo de estrategias de prevención y de tratamientos efectivos contra la Covid persistente, sino también repercutirán en la mejora de la asistencia y la calidad de vida de las personas afectadas y del flujo asistencial de nuestro sistema de salud”, indicó la presidenta de REiCOP y la Sociedad Española de Médicos Generales y Familia (SEMG), la doctora Pilar Rodríguez Ledo.
Recordar y aprender
Precisamente desde SEMG, los facultativos que se situan en la primera linea asistencial, uno de los colectivos que estuvieron en 'primera linea de batalla' han manifestado hoy que la crisis sanitaria mostró que la solidaridad es una herramienta poderosa. Proteger a los más vulnerables —las personas mayores, los enfermos crónicos, los inmunodeprimidos— sigue siendo, cinco años despés una responsabilidad compartida. "Pequeños gestos, como usar mascarilla cuando tenemos síntomas, evitar el contacto con quienes podrían enfermar gravemente y promover la vacunación, pueden marcar la diferencia", versa el Sociedad en un comunicado.
Asimismo piden priorizar la salud pública, ya que "la pandemia evidenció la necesidad de reforzar los sistemas de salud y priorizar la Atención Primaria. La inversión en sanidad, la investigación y la formación de profesionales son pilares fundamentales para afrontar cualquier crisis futura. No podemos permitir que las lecciones aprendidas caigan en el olvido o que la salud vuelva a ser un área desatendida".
También dejan claro que la salud no es solo un asunto individual, sino colectivo: "La responsabilidad social sigue siendo clave: mantener hábitos de protección en situaciones de riesgo y fomentar la cultura del cuidado entre generaciones y colectivos vulnerables". y subrayan que recuerdo "no debe ser solo un acto simbólico, sino un impulso para generar cambios reales. Debemos vincular el pasado con la acción presente: mejorar la respuesta sanitaria, garantizar la equidad en el acceso a la salud y reforzar la concienciación sobre medidas de prevención".
Con la pandemia aparecieron también en nuestras vidas términos como el de "teletrabajo" que se instauró y, en muchos casos, se mantiene de forma masiva y pudimos ver de forma clara lo importantes que son ciertos sectores considerados como "esenciales", sanitarios, policía, cajeros de supermercados, repartidores y personal de limpieza, que siguieron trabajando en condiciones difíciles y poniendo sus vidas en riesgo. "El Covid-19 nos mostró que el mundo puede cambiar en cuestión de días, la fuerza colectiva ante futuras pandemias depende de la preparación, la inversión en salud pública y la capacidad de respuesta. La experiencia vivida debe servirnos para diseñar estrategias más eficaces y garantizar que, ante nuevas amenazas, estemos mejor preparados", dicen los médicos de Atención Primaria en su manifiesto.
El Covid y la Política
Siendo un asunto sanitario, muchos coinciden en que no se debería politizar el dolor de las víctimas. En este quinto aniversario del confinamiento, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha vuelto a cargar con la gestión de las residencias en la Comunidad de Madrid. En un programa de TVE ha definido a la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, como "poco empática". Esto sucede después de que la cadena pública haya emitido un documental sobre las muertes en residencias durante la primera ola.
Por su parte, la líder del PP de Madrid, ha denunciado la "obsesión" de Sánchez con Madrid por el "despliegue sin precedentes" que han realizado en RTVE. En una entrevista radiofónica ha insistido en que todo esto "demuestra la poca humanidad y una obsesión sin cuartel de Pedro Sánchez con la Comunidad de Madrid".
También ha afirmado que cree que no se deben echar los muertos a las espaldas de las administración por qué "Pedro Sánchez no se responsabiliza de las suyas, que ni las saben siquiera y pueden estar entre 120.000 a 130.000".
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