La cadena de supermercados DIA vendió durante meses falsos ibéricos que posteriormente han sido catalogados no aptos para el consumo humano. Y lo hizo con rebajas de hasta el 75% con respecto al precio de salida después de conocer el inicio de una operación de la Guardia Civil que finalmente se ha saldado con 63.000 envases incautados, seis detenidos y varias empresas investigadas en una presunta trama dedicada a la distribución de jamón robado, así como a manipular y falsificar sellos sanitarios y certificados de productos ibéricos.
DIA, que no está siendo investigada judicialmente y afirma haber colaborado con la Guardia Civil desde el inicio del caso, niega haber vendido "ningún producto no apto para el consumo" y asegura ser "víctima" de una estafa, que se remonta a finales de 2019. Fue entonces cuando la compañía de supermercados adquirió jamones presuntamente robados a un proveedor ya por entonces sospechoso de mala praxis en la industria alimentaria. Las dudas sobre la titularidad de esas piezas originaron una investigación del Seprona que ha derivado en la denominada 'operación Slice'.
La Guardia Civil ordenó a DIA a comienzos de 2020 que retirara partidas de patas de jamón presuntamente robadas, pero continuó comercializando el resto de productos del mismo proveedor, QSabor Foods SL. Semanas después, los agentes del Seprona a cargo del caso comprobaron también que esos mismos proveedores de DIA habían suplantado sellos sanitarios -sin el conocimiento de la empresa titular- y el certificado ibérico, según la documentación a la que ha tenido acceso Vozpópuli. En algunos casos, los productos comercializados carecían de lote y fecha de caducidad, tal y como exige la ley para garantizar la trazabilidad de los alimentos.
Los jamones y embutidos que teóricamente eran ibéricos contaban con un certificado suspendido, sellos sanitarios suplantados o carecían de lote, incumpliendo así la legislación sobre trazabilidad
La principal empresa investigada es QSabor Foods SL, contratista de DIA vinculada con los antiguos 'reyes' del jamón podrido de Carrefour, que carecía de instalaciones para manipular y envasar productos alimenticios. Para ello, QSabor recurrió a otra compañía, Industrias Delfos Díez SL, sociedad que dispuso de un certificado de acreditación de productos ibéricos. Sin embargo, su código figuraba como suspendido en el mes de febrero de 2020, como confirma Certifood, la certificadora emisora del certificado invalidado posteriormente.
DIA asegura haber "ejercido acciones legales" contra los implicados y recalca su afán colaborador con la Guardia Civil. "Desde el primer momento que se tuvo conocimiento de la investigación, la compañía extinguió toda relación con el proveedor, de ahí que se aplicaran los descuentos", esgrimen fuentes oficiales de la cadena de supermercados, cuyo departamento de control de calidad no detectó el fraude de los sellos sanitarios ni siquiera después de que saber que la Guardia Civil investigaba partidas de jamón de procedencia presuntamente ilícita.
Ibéricos que ya eran baratos antes de rebajarse al 75%
Durante al menos cuatro meses, DIA vendió en sus supermecados estos falsos ibéricos de la marca Campo Noble. Y lo hizo con paulatinas rebajas -hasta del 75%- sobre los ya de por sí bajos precios de salida que tenían estos productos en comparación con otros similares de la misma gama. Por ejemplo, envases de loncheados de supuesto jamón de cebo 50% ibérico que comenzaron vendiéndose a 4,5 euros pasaron a costar 1,99 y acabaron liquidándose a 1,25. Un estuche de supuestos ibéricos que incluía cinco 'blisters' de jamón, lomo, chorizo y salchichón también se rebajó de 20 euros iniciales a la mitad.
En el caso de piezas enteras de jamón, estas salieron a la venta por 99 euros -frente a los alrededor de 130 que costaban los de idéntica categoría de otros proveedores en los mismos lineales de DIA- que luego se rebajaron a 89. La cadena de supermercados incluso llegó a lonchear en sus propias charcuterías algunas de las piezas del teórico jamón ibérico de Campo Noble para envasarlo al vacío en sobres para venta al público sin número de lote ni código de registro de trazabilidad sanitaria, como prueba la documentación gráfica a la que ha tenido acceso este periódico.
63.000 envases de jamón y embutidos incautados
Sin contar todos esos productos vendidos por DIA, la Guardia Civil incautó finalmente -a partir de mayo de 2020- unos 63.000 envases de embutidos loncheados y listos para su venta "que en el mercado hubieran alcanzado un valor de 967.000 euros y hubieran ocasionado un riesgo para la salud pública, al ser considerados no aptos para el consumo", según la benemérita, que acusada de delitos contra la salud pública, estafa, falsificación, contra la propiedad industrial y hurto relativo al mercado y a los consumidores.
El análisis de la documentación del Área de Calidad Alimentaria de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y del Servicio de Control de Calidad Agroalimentaria de la Junta de Andalucía, así como informaciones aportadas por certificadoras, dieron lugar a que se constataran irregularidades relacionadas con una posible falsificación documental y/o duplicidad en lotes a nivel nacional.
Sin alerta sanitaria
Ninguna de las administraciones detectó a tiempo estas partidas de falsos ibéricos mientras estaban a la venta. Dado que las inspecciones sanitarias autonómicas no reportaron la situación, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente del Ministerio de Consumo, no emitió una alerta sanitaria para ordenar la inmediata retirada de estos productos de los lineales de DIA, que se ampara en esa ausencia de directrices para justificar su venta durante la campaña de Navidad y los meses siguientes.
DIA insiste en que desconocía el hecho de que los productos ibéricos fueran en realidad falsos y que se limitó en un primer momento a retirar a instancias de la Guardia Civil una partida de jamones robados. La denuncia por robo de la cárnica Comapa a sus antiguos socios -tras constituir Qsabor Foods SL- dio lugar al inicio de las actuaciones, que comenzaron a finales de 2019 y derivaron en el descubrimiento de la suplantación de los sellos sanitarios de empresas no involucradas en el caso, así como la acreditación de producto ibérico certificado cuando se detectó una documentación sospechosa relativa a unos lotes de envases de loncheados de lomo, paleta y jamón.
Se desconoce la cantidad de falsos ibéricos que DIA comercializó antes de que las autoridades sanitarias descubrieran las irregularidades y la Guardia Civil incautara 63.000 envases listos para la venta en centros logísticos de toda España
Estos loncheados fueron preparados para la comercialización bajo la designación de calidad de cebo ibérico (50% raza ibérica) en una nave de un municipio de la provincia de Córdoba, y desde allí se enviaban a DIA para su venta al público. En un centro logístico de Getafe de la cadena de supermercados se inmovilizaron en un primer momento 5.768 envases de productos supuestamente ibéricos dispuestos para ser vendidos, evitando así su introducción en el mercado.
Los agentes descubrieron que en otros centros logísticos de la misma cadena, situados en las provincias de Córdoba, Toledo, Barcelona, Sevilla, Málaga, Alicante, Almería, Cádiz, Zaragoza y Valladolid, tenían almacenados 56.1000 envases más con productos ibéricos que también presentaban las mismas irregularidades relacionadas con la utilización de registros sanitarios mercantiles de terceras empresas sin su consentimiento, así como falsificación y manipulación en su trazabilidad y etiquetado.
Los 'reyes' del jamón podrido
Fue el entonces jefe de compras de charcutería de DIA, Ángel Monreal, apartado de la empresa tras este escándalo, el presunto responsable de la adquisición de estos jamones robados y supuestos ibéricos a un antiguo socio suyo, Mario Sergio Martín González, administrador único de QSabor Foods SL. Ambos habían sido administradores de Just Food Online, dedicada a la venta de productos curados, tal y como desveló El Economista.
Además, se da la circunstancia de que Ángel Monreal recaló en DIA después del escándalo de los jamones podridos de Carrefour, multinacional en la que trabaja precisamente gestionando la cuenta de Comapa, la cárnica que importaba patas de cerdo polaco congeladas para ser curadas y vendidas en España como jamón serrano de La Alpujarra de Granada a precio de mortadela: hasta 25 euros por pieza. Dadas las condiciones de frío y secado, en muchas ocasiones los jamones se encontraban en mal estado, hasta con gusanos, según informó ABC hace unos años.
El responsable compras de charcutería de DIA, después de haber trabajado en Carrefour con la gran cárnica que cayó en desgracia por los escándalos con las patas de cerdo polaco 'low cost' y en mal estado que vendía la multinacional francesa, adquirió los falsos ibéricos a un exsocio suyo, a su vez vinculado con los antiguos 'reyes' del jamón podrido
Mientras se realizaba la investigación de este presunto fraude, y después de que Vall Companys y Blai Parés se hicieran accionistas mayoritarios de Comapa, los hermanos Jaime y David Álvarez abandonaron la dirección de la sociedad, que semanas después presentó preconcurso de acreedores y a los meses denunció a ambos por apropiarse ilícitamente de una serie de partidas de jamón. Las mismas que al poco tiempo aparecieron en DIA de la mano de Monreal. Los Álvarez, por su parte, presentaron una denuncia (que han ganado) contra los actuales administradores de Comapa por su despido.
Se da la circunstancia de que David Álvarez es, según sostienen fuentes próximas a la investigación, padrastro de Mario Sergio Martín González. La empresa de Martín, QSabor, trabajaba para Comapa bajo la dirección de los Álvarez con una denominación anterior, Iberian Focus SL, nombre que tuvo hasta octubre de 2019, según recoge el Boletín Oficial del Registro Mercantil y corroboran fuentes próximas al caso. Dicha sociedad se ocupaba de la exportación de los productos de Comapa, que llegó a ser la mayor productora de ibéricos y jamones 'low cost' de España hasta su caída en desgracia, salpicada por estos escándalos.