El té es una de las bebidas más queridas del planeta. Algunas personas se lo toman en el desayuno, otras para relajarse después de un día duro o incluso hay quienes lo comparten junto a risas y amigos. Actualmente, es una de las consumiciones más reclamadas en el mundo, siendo reconocido además como medio de placer y deleite. Pero su historia se remonta casi 5.000 años, aunque se desconoce su lugar de origen y la historia que encarna.
China, Japón y la India se postulan como principales anfitrionas de su descubrimiento. Lo único en evidencia es que el té jugó un papel importante en la cultura asiática durante siglos y, a través del comercio y las grandes caravanas que lo comercializaban, se ha convertido en una bebida clásica y exigida por la población. Ya no solo como símbolo curativo, sino también como estatus y, en algunos lugares como un elemento de lujo y distinción, llegando a ser identificando como un factor de buen gusto y refinamiento.
Dada su extensión y su popular y atractivo gusto, surge la pregunta que mucha gente se hace a la hora de consumir té: cuáles son los beneficios que esta bebida ofrece para la salud y si existen, por lo contrario, algún aspecto negativo del que hay que tener cuidado.
Los 10 beneficios de tomar té a diario
Según un estudio publicado por la revista Eat This, Not That!, el té pone de relieve, concretamente, diez razones positivas por las que el ser humano debe consumirlo a diario. Despertarse con una taza de esta infusión o disfrutar de ella antes de dormir puede hacer más que simplemente satisfacer el antojo. La primera de estas cualidades y la más importante es que el té puede ayudar al funcionamiento del corazón. Según apunta la revista, ciertos tés, como el negro, el verde o el de hibisco, se han asociado con "mejoras en la salud del corazón y pueden ayudar a reducir la presión arterial, los niveles de colesterol y mejorar la función cardiovascular general".
En segunda y tercera instancia, el té mejora la función cognitiva y ayuda con la digestión. Esta bebida contiene un aminoácido (L-teanina) que, entre otras muchas funciones, proporciona una mejor concentración mental y mejora el estado de alerta. Además, ciertos tés pueden aliviar malestar estomacal o problemas digestivos. "Los tés de hierbas como la manzanilla, la menta o el jengibre apoyan la salud digestiva y ayudan a aliviar los síntomas de hinchazón, indigestión y náuseas", asegura el ensayo.
Esto también provoca que el té fomente la relajación. Por ejemplo, el té de manzanilla se utiliza específicamente para dormir y calmarse. "Este té es conocido por sus efectos calmantes debido a la presencia de apigenina, un antioxidante que se une a ciertos receptores del cerebro, reduciendo la ansiedad y promoviendo la relajación", anuncia también dicho estudio. Por el contrario, algunos tipos de tés, como el negro o el oolong contienen una cantidad decente de cafeína, de tal manera que mucha gente opta por variar café y té durante los días. Pero hay que tener cuidado: como todo lo que contiene cafeína, su consumo excesivo puede provocar nerviosismo, aumento del ritmo cardíaco y dificultades para dormir.
El té está repleto también de nutrientes que no se encuentran en muchas otras bebidas, como por ejemplo algunos fitoquímicos y fitonutrientes. Según otro ensayo publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina, estos vegetales poco comunes producen cierta actividad biológica y apoyan la salud humana de muchas maneras diferentes. En concreto, los del té ayudan a neutralizar los antioxidantes radicales y reducen el daño celular en el cuerpo.
Con todo lo expuesto, podemos deducir además que el té favorece a la regulación del metabolismo. Incluso existen ciertos tés (como el té verde) que tienen específicamente un efecto positivo en este sentido, lo que se relaciona directamente con el control de los niveles de glucosa o incluso con el control del peso corporal. Se han realizado muchas investigaciones sobre este último beneficio apuntado. Tal y como señala un estudio de la revista International Journal of Molecular Sciences, la ingesta de té aumenta los niveles de energía y la producción de lípidos, ayudando en cierta medida a la disminución significativa del peso. Además, sus propiedades pueden tener un enorme impacto en la reducción de las inflamaciones en los glóbulos rojos.
Por último, siendo este posiblemente uno de los efectos más escuchados y difundidos por la ciudadanía, el té también hace orinar con mayor frecuencia. La investigación de Eat This, Not That! explica que el tipo de diente de león, el verde, el de cebada o el de hibisco, entre otros, tienen propiedades diuréticas (nutrientes que hacen que nuestro organismo elimine la sal y el agua en forma de orina).