“Sabemos que hay auténtico temblor de piernas en la clase empresarial ante la posibilidad de que Oriol Junqueras se haga con la cartera de Economía en el próximo Gobierno”, afirma un diputado de Convergencia conocedor de la preocupación que han hecho llegar a Artur Mas y a su partido altos cargos de Fomento del Trabajo, del Círculo de Economía y de algunas cámaras de comercio ante los planes para que la conducción de la política económica en Cataluña quede en el próximo Gobierno en manos del líder de ERC, más permeable que ningún otro, además, a encajar en ella las exigencias de la CUP.
Los empresarios catalanes aprecian la cordura de Mas-Colell y no quieren a Junqueras en Economía
Mientras Mas y sus fieles lanzan estos días avisos a la CUP para que despeje la investidura antes del 4 de diciembre, fecha de arranque de la campaña electoral, los planes que alberga el presidente de la Generalitat en funciones para su próximo Gobierno están provocando una gran inquietud en la clase empresarial catalana, incluso entre quienes antes del 27 de septiembre no se atrevieron a dar la cara en contra del proceso soberanista. Para la mayoría de ellos, la presencia de Andreu Mas-Colell en la cartera de Economía, a la que accedió a finales de 2010, ha sido una garantía de cierta cordura y también de que la recuperación en esta comunidad puede seguir su curso.
Sin embargo, estas voces llegan en un momento en el que los puñales empiezan a volar dentro de Convergencia como consecuencia del atasco del proceso soberanista, con el propio Mas-Colell colocado en la diana por el núcleo duro del partido. Quienes desde dentro han seguido desde el primer minuto la huida hacia delante emprendida por Artur Mas en 2012, culpan precisamente al todavía titular de Economía de haber sido el cerebro del itinerario secesionista y de amenazar ahora con abandonar el barco cuando, por exigencias de la CUP, puede estar a punto de naufragar como consecuencia de los errores cometidos. “Su actitud está siendo desleal con Mas, no puede ahora ponerse fino cuando el principal responsable de lo que está ocurriendo ha sido él”, aseguran en la formación independentista.
Entre rebajar el déficit o envolverse en la bandera independentista
Mas fichó a su consejero hace cinco años cuando los empresarios más cercanos le aconsejaron que se rodeara de alguien de prestigio para guiar la cartera de Economía, un experto que pudiera sacar adelante la endeudada tesorería de la Generalitat sin levantar suspicacias en el mundo del dinero y las finanzas. Con una línea de pensamiento académico que pudo haber estado a punto de ser reconocida con un Nobel, el actual responsable de Economía tomó las riendas del cargo en un momento en el que tenía dos opciones: o reducir gasto público y cumplir con los objetivos de déficit exigidos por el Gobierno, o no tomar la medicina, envolverse en la bandera independentista y culpar a Madrid de todos los males para justificar la mitad de los recortes que hubieran sido necesarios. Finalmente, Mas optó por esta segunda opción, lo que le valió para ganar las elecciones de 2012, aun sufriendo una importante sangría de votos en la que Convergencia se dejó 12 escaños.
A Mas-Colell se le reprocha ahora haber sido el artífice de esta estrategia, aunque Francesc Homs, futuro cabeza de lista en Madrid, fue quien contribuyó a cebar la bomba convirtiéndose en el consejero más cercano al presidente de la Generalitat y en el principal confesor de sus desdichas. Aunque Mas-Colell genera confianza e, incluso, es uno de los consejeros catalanes que mejor se entiende con el Gobierno, junto a Santi Vila, durante su mandato la deuda de la comunidad ha escalado hasta los 65.000 millones de euros, lo que no ha sido óbice para que los empresarios catalanes le hayan reconocido su habilidad para mantener con Madrid un hilo de comunicación suficiente que ha permitido a Cataluña financiarse a través del Tesoro y acceder al Fondo de Liquidez Autonómica.
El núcleo duro de Convergencia ve en el consejero de Economía una actitud desleal hacia Mas
“Mas-Colell genera credibilidad y Junqueras lo que provoca es pánico”, recuerda un diputado saliente de Convergencia que recuerda el cuidado que tuvieron Pasqual Maragall y José Montilla durante los siete años que presidieron los gobiernos tripartitos en mantener a Esquerra Republicana alejada de las responsabilidades económicas, con la excepción de las competencias que se le dieron al final sobre Industria, Comercio y Turismo.
El todavía consejero de Economía en funciones ha hecho saber en público y en privado que, al margen de quien le sustituya en el cargo, el hecho de tener que ceder a los planes de la CUP ya puede suponer un serio quebranto para todos los catalanes, aviso que ha soliviantado todavía más a quienes le culpan en Convergencia de muchas de las desgracias que afligen a Artur Mas.